María del Pilar Ríos: acercar el Rougés a las nuevas generaciones

María del Pilar Ríos: acercar el Rougés a las nuevas generaciones

La nueva directora del Centro Cultural quiere generar un vínculo más amplio con la comunidad. Las bibliotecas y la investigación.

ASUMIENDO DESAFÍOS. María del Pilar Ríos accedió por concurso al cargo de directora del centro cultural. ASUMIENDO DESAFÍOS. María del Pilar Ríos accedió por concurso al cargo de directora del centro cultural.

“En sí mismo, el centro cultural presenta un gran desafío para mí porque tiene una larguísima tradición no solo en términos del ámbito cultural, como receptor y difusor de las artes y de la cultura de la provincia y de la región, sino también como centro de estudios”, dice la doctora en Humanidades María del Pilar Ríos, que desde febrero es la nueva directora del Centro Cultural Alberto Rougés, que depende de la Fundación Miguel Lillo, cargo al que accedió por concurso. La docente en la cátedra de “Introducción a los Estudios Literarios” de la UNT, vivió cinco años en Tierra del Fuego y retornó a su provincia natal en diciembre pasado.  

- ¿Cuáles son los ejes fundamentales de la gestión que ha emprendido?

- En su momento para el concurso, una de las preguntas que me hacía era: cómo llegué yo a conocer el Centro Cultural. En mi caso fue particularmente por el vínculo académico de la Facultad y del Instituto de Estudios Latinoamericanos. Una de las propuestas con las que estamos empezando a trabajar, tiene que ver con el acercamiento de las nuevas generaciones. Creo que los de mi generación, muchos nos hemos acercado al centro, principalmente por el vínculo académico, ahora si pienso en la parte de mi generación que no está vinculada a las facultades, ya sea de Artes o Filosofía y Letras, capaz que no tienen un conocimiento ni siquiera de dónde queda el Centro Cultural, y mucho más las nuevas generaciones que rondan la veintena.  

- Por lo menos, una edificación tan linda no pasa inadvertida para el tucumano común…

- Claro, se conoce la casa, pero por ahí no las actividades que se realizan, a eso me refiero, digamos que nosotros la hemos conocido por el tipo de actividades que hacíamos, muy vinculadas con lo académico. Entonces una de las apuestas fuertes es tratar de profundizar o proyectar, abrir las puertas a un vínculo con las nuevas generaciones y más amplio con la comunidad. De hecho, estamos trabajando con las escuelas primarias para que vengan a ver las muestras, un acercamiento de los bienes culturales a distintas generaciones… bueno, el arte, la cultura, no tienen edad, ver niños o adolescentes en una muestra de arte no es tan común. Es una de las propuestas que estamos tratando de hacer, además de las nuevas generaciones de artistas, de escritores, que Tucumán tiene muchos y muy importantes, por ahí conozco más de la literatura que es mi área claramente, pero hay toda una nueva generación de escritores, y queremos tratar de vincularnos un poco más con ellos.  

- ¿Qué otro punto piensa desarrollar o potenciar en su dirección?

- La cuestión de la investigación. El centro tiene hace mucho tiempo un proyecto de investigación histórica que se combina, se articula, se interrelaciona con las actividades que se proponen. Además, junto a la historia de la casa que es patrimonio municipal, pienso mantener todas estas redes de investigación histórica y seguir indagando sobre nuestras raíces, pero también pensar en la posibilidad de potenciar los acervos que tenemos en la biblioteca de letras, la de Valentié… para también ampliar esas indagaciones en el ámbito de la literatura y la cultura.

- ¿Con cuántas bibliotecas cuenta el Rougés? ¿Cuáles se han sumado recientemente?

- En este momento, tenemos la biblioteca de letras que fue donada por David Lagmanovich, la biblioteca de literatura y culturas populares, de Adolfo Colombres, que se está terminando de catalogar, la Padilla y la de Valentié. Tenemos como un espectro muy amplio, no es solo historiográfico; la de Adolfo es nueva, es una de las últimas donaciones que hemos tenido. Queremos darles una mayor difusión, están disponibles y abiertas al público, si bien muchas de las bibliotecas son especializadas en crítica literaria, en historiografía. Sin embargo, también tenemos muchos acervos de escritores del Norte que no están en otro lado, en términos de poesía, ficciones de Literatura, no sólo de estudios especializados, que es un poco lo que caracteriza al centro que tiene esa posibilidad para los estudiosos de la cultura e historia del NOA. Un estudiante de letras, si necesita hacer una tesis sobre algún aspecto de la cultura o de la literatura tucumana, se va a enterar de que existe esta biblioteca y probablemente la venga a consultar.  Estamos trabajando -se hizo durante la pandemia- con un convenio con el Instituto de Investigaciones sobre el Lenguaje y la Cultura (Invelec) y la UNT para la digitalización de muchos de los libros de autores tucumanos que se están incluyendo en el repositorio del Invelec.  

- ¿La casa del doctor Juan Dalma tendrá una mayor presencia en la vida cultural?

- En abril, se presentó la primera publicación digital del Centro de Estudios Dalma que es la revista “Ciencia & Humanidades”, que se publicó en diciembre del año pasado, es virtual y está disposición en la página de la fundación. Es principalmente un centro de estudios sobre el legado de Juan Dalma. Uno de los objetivos es no solo dar a conocer su legado, sino tratar de continuar algunas de esas investigaciones que siempre son múltiples. Está la biblioteca, archivos personales, cartas, todo eso está ahí y la revista pretende dar cuenta también de esos distintos aspectos de literatura, cultura, medicina, ciencias.  

- En materia de artes visuales, el Rougés es un referente, ¿hay alguna novedad en esa área?

- Sí, también queremos potenciar en las publicaciones que se han venido haciendo en torno de las artes plásticas, la serie de documentos de artes, o sea, potenciando un poco más la investigación en artes visuales. Creo que los trabajos tienen que ser hechos en interrelación con los actores del campo, no solo los artistas, sino también los investigadores en artes visuales, que se pueda pensar una idea en conjunto para seguir trabajando y promoviendo no solo la exposición y que se conozca al artista tucumano, sino también en la investigación de nuestra propia tradición artística, los artistas y la práctica, las exposiciones. Y en eso, el centro tiene un acervo importantísimo, que son todos los catálogos históricos de las exposiciones que se han ido haciendo no solo acá en el Centro Cultural, sino de otras instituciones de la provincia.

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