Matices del Ande reivindica culturalmente a los ancestros norteños

Matices del Ande reivindica culturalmente a los ancestros norteños

Consolidado en pandemia, el grupo musical tucumano recupera sonidos y composiciones con instrumentos autóctonos.

CON CUERDAS Y VIENTOS. Matices del Ande trabaja con instrumentos norteños y su repertorio se centra en música que remite a los ancestros. LA GACETA / FOTOs DE franco vera CON CUERDAS Y VIENTOS. Matices del Ande trabaja con instrumentos norteños y su repertorio se centra en música que remite a los ancestros. LA GACETA / FOTOs DE franco vera

Zampoñas, sikus y quenas sueltan sus sonidos de huayra (viento en quichua) para acoplarse a las cuerdas de charangos, guitarras y bajo, y proponer de ese modo un viaje por las cumbres de “apus” andinos.

“Matices del Ande surgió como una iniciativa mía y de Alfredo Tejerina allá por agosto de 2019 con la idea de trascender el estilo de música que veníamos haciendo con Purij (una anterior banda musical andina). Queríamos continuar en el género, pero de una manera totalmente instrumental. El grupo debutó el 21 de septiembre de ese año, en Sol de Perú con un formato de trío instrumental y la incorporación de Adonis Mamondes. Luego se sumaron Federico Grellet y Roberto Calisaya”, relata Juan Cruz Carreón, oficiando de vocero del grupo.

Al año siguiente, luego del carnaval, el gran desafío que afrontaron fue superar la crisis de la covid-19. “La pandemia nos encontró con un proyecto joven que estaba despertando. No sabíamos que pasaría, y lo primero fue preocupante. Nos nació la necesidad de seguir con nuestra propuesta aun durante el confinamiento. En la fase uno de aislamiento total, utilizamos primitivamente los dispositivos móviles para grabar y compartir videos y audios para seguir ensayando virtualmente”, remarca Calisaya, charanguita del grupo. A medida que se fueron flexibilizando las restricciones se concentraron en producir material audiovisual que subieron a su plataforma de YouTube.

EL FUEGO QUE CONVOCA. Los músicos disfrutan de cada encuentro.  EL FUEGO QUE CONVOCA. Los músicos disfrutan de cada encuentro.

“Para nosotros, la música es una herramienta de reivindicación cultural de nuestras y nuestros ancestros, a través del estudio y ejecución de obras de grandes referentes que se van olvidando, quienes fueron voces del pueblo”, afirma Tejerina.

Sus proyectos a corto plazo abarcan un disco que ya está en producción con José Simón en un disco y un viaje a Tilcara para participar en una grabación en homenaje a Uña Ramos junto a Micaela Chauque. “Lo aprovecharemos para producir un trabajo audiovisual en la Quebrada de Humahuaca que subiremos a las redes sociales, porque nos pueden encontrar en Instagram y en YouTube para conocer más sobre nuestro proyecto”, señala Tejerina.

AUSENTE. Federico Grellet no pudo estar en  sesión de fotografía. AUSENTE. Federico Grellet no pudo estar en sesión de fotografía.

“Sentimos que la música andina nos representa y que nos da identidad, lo que hace que seamos unos apasionado del género. Tocamos sikus en varios tamaños, toyos, zankas, maltas, chulis, quena, quenacho y flauta munay. También instrumentos de cuerdas como mandolina, charango y ronroco, además de percusión huankara y bombo leguero”, enumera Mamondes al referirse a los diferentes instrumentos que ejecutan y dan vuelo libre a la emoción de transitar por medio de la música entres cóndores, cardones y cerros milenarios.

“No perdemos oportunidad en coronar las grabaciones con un picante mixto, un saice chapaco, un fricasé ¡o un gran asado!”, cierran la charla los músicos, entre abrazos y sonrisas, como parte de un proyecto afirmado y convidando al próximo encuentro para matizar el alma.

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