La vida cotidiana enrarecida

La vida cotidiana enrarecida

Magistrales cuentos de un narrador exquisito.

PERCEPCIONES. Srand logra fundar una estética basada en el estrabismo, que enrarece personajes e historias. penguin random house PERCEPCIONES. Srand logra fundar una estética basada en el estrabismo, que enrarece personajes e historias. penguin random house
08 Mayo 2022

Un joven viaja a Maine a visitar a un amigo y allí recuerda la vida destemplada de su padre escritor y cuenta que vivió con la inevitable sensación del fracaso. Entre la humedad y el tedio, el joven tiene la “visión” de su padre. Literalmente, escucha en la voz de un pájaro la presencia de su progenitor. Pronto, se casa con Helen y con ella tiene la misma experiencia. Hay vida más allá de las meras apariencias, parece decirnos el narrador del cuento que abre la serie de Sr. y Sra. Baby.

El último cuento, escrito con una prosa que compite en excelencia con la de John Banville o Nabokov, narra los planificados crímenes cometidos por un poeta vanidoso. No se trata de delitos menores o esquivos: el poeta, un estrafalario esteta perverso, el mejor de su generación, planifica la muerte de su madre y luego la de su padre. Deja una carta antológica. Las palabras del poeta asesino forman parte de los disloques que Strand produce en los cuentos.

Estirar y dislocar

Se podría decir que estos dos textos, el último y el primero de la serie, condensan las estrategias narrativas del lúcido poeta y prosista Mark Strand. Por un lado, el autor estira la realidad hasta volverla extraña, fantástica. Los personajes viven en una burbuja alucinatoria que es, para ellos, la verdadera o la más pregnante dimensión de la realidad. Es el caso de los cuentos “Vida de perro” y “El bebé minúsculo”. Por otra parte, construye relatos en los que lo ominoso o lo dislocado se imponen y los sucesos siguen la lógica eruptiva de lo enrarecido. Es el caso de “La dimisión del presidente”, “El general”, “Sr. y Sra. Baby”, “Wooley”, “Zadar”.

También Strand nos propone una combinación de ambas posibilidades estéticas. Es el caso de “Céfalo”. En este relato, Céfalo está casado con Procris. En un paseo por un bosque conoce a una mujer que es la diosa Aurora. Con evidentes reminiscencias griegas, Strand construye un triángulo amoroso que deriva en la muerte de la amada y en la curiosa tristeza deformante que ya anticipó Aristóteles al reflexionar sobre la relación entre belleza y melancolía.

Los cuentos están escritos con una prosa cuidadísima. Strand articula las palabras de una manera que no se reduce a lo que se conoce como prosa poética. La llamada prosa poética (la expresión ha llevado a engaño) a veces es un fiasco: un alambique lleno de falsa dulzura y una amalgama atiborrada de adjetivos altisonantes. En el caso de los cuentos de Strand ocurre lo contrario y lo mejor: el poeta acude al vocabulario diverso para armar frases que redundan en las referencias a la realidad vista desde un ojo agudo y exquisito. La operación de escritura es la creación de un sistema lingüístico hecho de pulcro refinamiento, esmerada observación y perfecta construcción gramatical. Es como si Strand hubiera construido un aparato óptico que enrarece, ensucia y distorsiona lo que ve y a partir de un dispositivo verbal preciso transmite el vagabundeo de sus personajes y de sus historias.

Expansión de lo real

En todos los textos asistimos a la estrategia del enrarecimiento de la vida cotidiana. El lector tiene la impresión de estar ante una forma expandida de lo real. Las cosas y las acciones siguen la simulación de la transparencia y son vistas con el ojo turbulento de un genio verbal.

En esta dirección y más allá de Kafka, Srand logra fundar lo strandiano: una estética basada en el estrabismo que provoca la ampliación de lo real, una percepción entrenada que redunda en la narración refinada.

Cuentos memorables

Sr. y Sra. Baby es el único libro de cuentos del poeta. La edición preparada por Leteo contiene una entrevista realizada por el actor y dramaturgo Wallace Shawn. Strand propone una reflexión sobre el peso de la memoria y el rol del olvido. Lo producido por cada poeta es sustituido por lo nuevo y la poesía sobrevive, más allá de la desaparición individual: “Pienso que la mayoría de los escritores que han publicado, que ejercieron una profesión que se materializó como un asunto público en el presente, serán leídos por un tiempo más y luego serán ganados por el olvido. Al cabo de un lapso de tiempo, casi todos dejarán de ocupar un lugar determinado para hacer espacio a lo nuevo. Y me parece que es justo que esto ocurra. Sólo espero que lo nuevo, lo próximo que llegue, incluya la poesía. Ese es mi único deseo: la poesía debe continuar”.

El deseo de Strand se ha cumplido no solo para su poesía sino para sus cuentos. Al leer Sr. y Sra. Baby constatamos que los cuentos son memorables y producen una extensión de lo que llamamos, livianamente, realidad.

© LA GACETA / FABIÁN SOBERÓN

COMPILACIÓN: SR. Y SRA. BABY - MARK STRAND (Leteo – Buenos Aires).

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