“Al fotografiar busco lo dramático, lo que moviliza”

“Al fotografiar busco lo dramático, lo que moviliza”

Valeria Cannata obtuvo premios en salones nacionales de fotografías, tras haber expuesto en una sala de preparados anatómicos y viajado a Egipto.

“Al fotografiar busco lo dramático, lo que moviliza”

Valeria Cannata pasó, en apenas seis meses, de una muestra fotográfica de preparados anatómicos de cadáveres a ganar premios nacionales con imágenes que registran la vitalidad de la naturaleza más pura, pasando por la profundidad de las tumbas egipcias.

La artista (dermatóloga desde hace años y licenciada en Artes desde diciembre) usa su lente para que quien mira su registro quede atrapado en lo que ve, encuentre en los rincones de cada pliegue un nuevo motivo de atracción para detenerse en la observación. Y si ese algo se vincula con lo vital (lo que incluye la muerte como contracara), ya se justifica el camino hecho.

Y ese recorrido se sustenta en reconocimientos: obtuvo la Medalla de Oro en salón Ramos Mejía en la Sección Monocromo por la foto de una libélula que bautizó “Grisalla”; una medalla de plata en el mismo evento por “Melancolía”, con un colibrí de protagonista; y la Medalla de Plata en F2 Salón Anual de Arte Fotográfico, con “Hada Salvaje”, ya en un registro color.

- Recientemente ganaste premios en dos concursos, con estéticas diferentes, ¿cómo recibiste estos reconocimientos?

- Con mucha alegría ya que generalmente no participo en categorías como color y monocromo, no es el tipo de fotografías que suelo hacer. Los últimos tres años, por querer finalizar rápido mi Licenciatura en Artes Plásticas y debido a la pandemia no hice muchas fotografías, así que este año me propuse trabajar nuevamente en ella ya que me apasiona. Mi objetivo era incursionar y aprender temáticas nuevas, por lo tanto arrancar con estos premios me hace muy feliz y son un gran estímulo para mí.

- ¿Qué te aporta la fotografía de la naturaleza?

- Contactarme con la naturaleza me aporta paz principalmente; desde niña siempre disfruté poder admirar su perfección, sus colores y el desafío de captar un instante perfecto, que es lo máximo. Además, en cuanto a lo social, me permite contactarme con personas de todo el mundo y poder disfrutar de aventuras fotográficas con grandes amigos

“Al fotografiar busco lo dramático, lo que moviliza”

- ¿Cuándo fotografiás en ese entorno natural es indistinto usar color o monocromo? ¿La ausencia del color da un plus de libertad interpretativa para que cada receptor coloree la imagen como quiera?

- A mí me encanta el color, si me das a elegir lo prefiero, pero estoy comenzando a disfrutar la fotografía en blanco y negro, son más expresivas. No sería mi objetivo que el espectador las coloree sino que los movilice, causarles alguna sensación.

- ¿Qué te motivó a presentarte en estos concursos, cuán importante es estar en esos espacios?

- Los concursos a los que me presento corresponden a la Federación Argentina de Fotografía; comencé en 2014, luego estuve ausente entre 2019 y 2021 por lo que ya te conté. Para mí es importante participar ya que te mantiene activo, no es fácil ya que los salones cierran cada 15 días y llego muy justa a preparar las fotos. Este año lo estoy disfrutando mucho más porque hice nuevos amigos en el Fotoclub Córdoba y al compartir el juzgamiento por meet es muy emocionante, ya que vas viendo que tu foto queda seleccionada entre cientos y pasa instancias. Además escuchar a los jueces decir por qué no queda seleccionada una foto sirve para aprender. De todos modos, lo veo como un juego en el que tengo que aceptar las reglas ya que tal vez sean un poquito más estructurados en la selección de fotos. Lo que importa es que me ayuda a crecer, a querer mejorar. La edición de las fotos siempre me costó, así que este año quiero trabajar en eso.

- Tu imagen color premiada en el salón anual, en definitiva, es de una modelo que remite a una libelula, ¿no podés alejarte de ese mundo natural?

- Si, la foto premiada se llama “Hada Salvaje” la realicé en un contexto natural y no pude evitar agregarle algo referido a la naturaleza, en este caso las alitas de una libélula. No suelo trabajar con modelos aunque me gustaría seguir intentándolo. Lo que pasa es que me gusta mucho trabajar al aire libre, los estudios me aburren, pero debido a la inseguridad no es fácil. Siempre comento que me muevo mejor entre aves e insectos, los humanos me ponen un poco nerviosa, creo que siento la presión de tener que hacer un buen trabajo con ellos porque sino seré juzgada; en cambio con los animales me relajo totalmente y mi arte fluye. Si ves mi producción artística no solo es la fotografía, tengo pinturas de insectos humanizados, collages con ramitas, hilos, hojas y guardo insectos muertos por toda la casa. Me apasionan, especialmente los escarabajos.

- ¿Cómo fue la experiencia en Egipto, qué fuiste a hacer y qué hiciste en tus tiempos libres?

- Fue fantástica, lo mejor que te puede pasar si te gusta la historia del arte. ¿Quién no soñó de niño investigar tumbas egipcias? Y bueno, sin querer se me cumplió ese sueño. Desde la cátedra de Arte Antiguo de la Facultad de Artes de la UNT a la cual pertenezco me surge la posibilidad de incorporarme a “Proyecto Amenmose”, nuestro instituto (a cargo de la profesora Silvina Vera) está encargado de hacer el registro epigráfico de la tumba, o sea dibujar exactamente lo que vemos pintado en sus paredes y completar, de acuerdo a estudios de tumbas similares de la época, las partes que están ausentes por las roturas sufridas a lo largo de 3.500 años. Mi trabajo fue realizar fotografías de las paredes, principalmente en secuencias (superponiendo las fotografías en el 50% a 80 %) para poder realizar posteriormente una reconstrucción en 3D y fotografías de detalles de los dibujos para seguir trabajando aquí en la epigrafía (con los programas Corel y Photoshop). También realicé fotografías a las momias que encontramos y esa fue la parte más divertida: tuve que deslizarme por conductos excavados bajo tierra y la verdad que era tanta la emoción que no sentí nada de miedo. En mis tiempos libres en Egipto seguí sacando mas fotos... ¡No dejé nunca la cámara! Quería tener material para la sección Travel y Callejeras y lo más lindo fue fotografiar a los zafreros egipcios, que me pareció muy interesante en relación con los zafreros de Tucumán.

“Al fotografiar busco lo dramático, lo que moviliza”

- De algún modo, la muerte nos ronda desde hace dos años y medio con la pandemia, y en tu caso abordaste un trabajo en tumbas milenarias pocos meses después de tu exposición sobre los trabajos anatómicos en cuerpos. ¿Sentiste algún vínculo?

- La verdad que la muerte ronda siempre en mis trabajos, no sabría explicarte por qué pero es un tema que me apasiona. Como médica siempre estuve muy en contacto con ella, pero tal vez aún más porque desde niña pude estar muy en contacto con la naturaleza y estar pendiente del ciclo de la vida una y otra vez… Las fotografías de los preparados anatómicos de la cátedra de Anatomía las había hecho dos años antes de recibirme, las guardaba como un tesoro y me parecía buenísimo utilizarlas como cierre de una etapa de mi vida y uniendo arte y medicina. Como artista y médica era la forma perfecta. Mi objetivo era validar el trabajo de los anatomistas que hicieron tanto por conocer de qué se trataba esta maquina que es nuestro cuerpo y de los artistas que ayudaron a plasmar las imágenes para que otras personas pudieran seguir investigando. No fue tarea fácil, todo se realizaba a escondidas y bajo condiciones muy precarias pero gracias a estos primeros valientes hoy podemos curar muchas enfermedades.

- ¿Cuál fue el balance de tu exposición de diciembre, con la cual además cerraste tu ciclo académico?

- Creo que fue una exposición exitosa, gustó tanto a artistas como a médicos y movilicé mucho a los asistentes. Los doctores Brahim y Cazón fueron muy amables en prestarme el espacio, era muy importante que se realizara ahí por el ambiente, desde el olor a formol, la frialdad de las paredes y mesadas, todo ambientaba perfectamente para enfrentarte con esos cuerpos yacentes. Cazón me dijo días después que nunca había visto la cátedra tan linda y que sentía que por un momento les había dado vida a esas personas.

- ¿Tu profesión médica de base te ayuda a encarar la estética de la imagen desde un lugar especial?

- La verdad nunca me lo planteé pero creo que sí... Mis dibujos están muy relacionados con la ilustración científica, dibujo animales disecados, partes de insectos o humanos como si fueran un cuaderno de campo, tengo una pequeña obra que se llama así.

- ¿Trabajarías la fotografía en estudio?

- El entorno natural es lo máximo para mí, pero me gustaría incursionar un poco en la fotografía de estudio, pero para realizar dibujos en ella posteriormente. No podría quedarme solo con la fotografía de estudio porque me resultaría aburrida.

- ¿Qué debe tener una imagen para que la registres?

- Algo me llame la atención para fotografiar. Lo primero que se me ocurrió decirte es que tenga belleza, perfección, color; pero después pensé, ¿dónde veo eso en un preparado anatómico? Y entonces me doy cuenta de que también busco lo dramático, lo shockeante, lo que moviliza.

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