San Expedito convoca a los tucumanos

San Expedito convoca a los tucumanos

Miles de fieles se acercaron a los templos a pedir y a agradecer al santo de las causas justas y urgentes. Emoción, alegría y fe renovada. Testimonios y agradecimiento.

San Expedito convoca a los tucumanos FOTO LA GACETA/ANALÍA JARAMILLO

Ayer. como cada 19 de abril, se celebró el día del santo de las causas justas y urgentes. Creyentes de todo el mundo, con renovada fe, se acercaron a las Iglesias para venerar a San Expedito, sea para pedirle o para agradecerle. Tucumán no fue la excepción: el punto de peregrinación elegido fue, una vez más, la Parroquia del Inmaculado Corazón de María (Santiago del Estero 871). Miles de fieles vistieron de rojo la vereda con banderas, imágenes, rosarios, estampitas y velas; desde las 7 hasta las 22, los devotos hicieron largas filas para saludar y rendirle tributo al venerado.

Con lágrimas en los ojos, claveles en las manos o barbijos con la imagen del santo, todos los feligreses esperaron su turno. Aunque cada historia es diferente, hay algo que los une a todos: “San Expedito siempre cumple”, repiten sin cesar en el diálogo con LA GACETA.

Fe en la devoción

“Hace milagros. Sé que cuando le pedimos algo, se nos concede. Hoy venimos a agradecerle”, cuenta Silvia Miranda, que sale del templo muy conmovida y del brazo de su esposo Carlos Ignacio Balcarce. “Me emociono mucho cuando vengo y también cuando pido por los míos”, resume y mira a su pareja, que agrega: “San Expedito siempre ha estado en nuestros momentos críticos, de salud, de familia... Y por eso venimos hoy; pedimos por la familia en estas épocas tan difíciles para toda la humanidad. Vemos que él es muy milagroso y cumple”.

El ambiente que se vive afuera del templo es de una emoción muy grande y de una fe que traspasa los cuerpos. Al entrar, los visitantes lo hacen de manera muy contemplativa. Todos: hay niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores; evidentemente, la fe implica a todos por igual.

“Yo vengo a pedir por mis estudios y por la salud de mi familia. Se recurre a él en las causas urgentes, y cuando me pasa algo siempre acudo, porque resuelve mis problemas. Y hoy vengo a cumplir, así como él cumple conmigo”, dice Rocío Ceballos, mientras sostiene una bandera roja con la imagen de San Expedito. “Cuando empecé a prepararme para estudiar, vine a pedirle ayuda y me fue bien. Hoy estoy cursando ya el segundo año de Contabilidad, y todo gracias a su intercesión”, asevera.

Contra viento y marea

La imagen que más conmueve es la de los adultos mayores que llegan. Con más o menos dificultad, la devoción los empuja a acercarse a saludar a su santo. Ese es el caso de Rosario Dolores Paz (86 años -foto-), que acompañada por otra mujer se acerca con calma hasta la entrada al templo. Aunque no puede subir las escaleras, le deja una oración y un agradecimiento. “Vengo a cumplir una promesa por mis hijos y por mí, que estoy enferma. En enero me pegué un golpe y bueno, así he quedado”, dice entre risas, señalando su andador.

Rosario cuenta que su devoción empezó hace muchos años. “Vengo todos los 19 a pedirle que me permita llegar a cumplir 90 años”, dice emocionada. Quiere disfrutar un poco más de sus seres queridos, en especial de sus nietos. “Hoy vengo a agradecerle y a pedirle por la unión de la familia; gracias a Dios, a la Virgen y a mi San Expedito, tengo una familia excelente y estoy bien, con todos los años que tengo”, concluye.

MADRE E HIJO VAN CADA 19 A AGRADECER

San Expedito convoca a los tucumanos FOTO LA GACETA/ANALÍA JARAMILLO

El arribo de Jessica Brito y su hijo Roberto Carlos no pasa desapercibido en el templo. Los fieles presentes sonríen al ver llegar al pequeño con una capa roja, en homenaje a San Expedito. “Hace tres años él estuvo internado con bronquiolitis; pasó 13 días con respirador artificial. En ese momento, mi hermana vino e hizo la promesa. Y él salió adelante... Desde esa ocasión, él viene todos los meses conmigo a agradecer”, cuenta la mamá mientras sostiene con sus brazos a su pequeño hijo, ya recuperado de su peor crisis.
“Mi relación con San Expedito ha cambiado mucho desde entonces; él es muy milagroso”, asevera la madre. Además, cuenta que la capa elegida no es al azar; es parte de la promesa que se hizo. “Él sufre mucho de los bronquios, y gracias a Dios, a la Virgen y a San Expedito, él ha cambiado muchísimo y su salud está mejor. Por eso vengo todos los años a agradecer”, insiste.

HASTA EN LA PIEL

San Expedito convoca a los tucumanos FOTO LA GACETA/ANALÍA JARAMILLO

“Vengo a agradecerle. Mi fe la tengo desde los 17 años; él siempre me ha ayudado, como en el nacimiento de mis hijos, en mi trabajo, en mi salud -dice a LA GACETA Belén Abraham (38 años)-. Siempre está presente: si camino por una calle que me da inseguridad y rezo, siento que él va al lado mío. Hay muchos momentos donde lo veo en mi vida; me pasan cosas y digo ‘¡Qué increíble! ¡Es él!”. Belén no sólo lleva a San Expedito en las manos, sino también en la piel. “Mi único tatuaje es él”, destaca la joven, que ayer llegó a pie y descalza en agradecimiento al santo: “Le tengo muchísima fe por el nacimiento de mis hijos. El más chiquito nació un 19 de abril, y una de mis hijas, que hoy tiene 16 años, estuvo en neonatología mucho tiempo, y yo sé que San Expedito me ha acompañado”. Belén cuenta que la promesa que le hizo al santo -y por la que accedió a contar su historia- es la de propagar su nombre a todos.  

AGRADECER POR LO MÁS ANHELADO

San Expedito convoca a los tucumanos FOTO LA GACETA/ANALÍA JARAMILLO

“Yo no podía ser mamá, entonces le pedía y le pedía al santo que me ayudara. Todos los 19 pedía lo mismo, y un día cualquiera también me acerqué a rezar. Yo entendía que todo tiene su tiempo, pero estaba ansiosa; estuvimos casi cinco años buscándola, y por fin llegó. Evidentemente, cumple”, le cuenta a LA GACETA Lourdes Romano (32 años), que visitó al santo con su hija Aitana, que tiene apenas 45 días y le cambió la vida como tanto lo deseaba. “Desde ahora vendré con ella al templo para agradecer”, adelanta.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios