El sueño de los tucumanos: ¿cuánto dormimos y cómo influye en nuestro rendimiento?

El sueño de los tucumanos: ¿cuánto dormimos y cómo influye en nuestro rendimiento?

"Las preguntas por alteraciones del sueño son diarias", revela la jefa del Servicio de Neurología del Hospital Padilla.

DORMIR BIEN. Nos brinda un mayor control sobre nuestra ansiedad, una disposición más optimista ante las situaciones cotidianas; nos proporciona mayor concentración y la posibilidad de regular nuestras emociones. ARCHIVO LA GACETA DORMIR BIEN. Nos brinda un mayor control sobre nuestra ansiedad, una disposición más optimista ante las situaciones cotidianas; nos proporciona mayor concentración y la posibilidad de regular nuestras emociones. ARCHIVO LA GACETA

"El sueño es tan importante como respirar: está probado científicamente que produce bienestar, felicidad y productividad. Junto con la alimentación y la práctica deportiva, contribuye a una mejor calidad de vida". A juzgar por esa definición de la doctora Alejandra Molteni -jefa del Servicio de Neurología del Hospital Padilla y docente en la Cátedra de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT)- dormir hace bien.

Lamentablemente, según datos de una investigación efectuada en la Argentina, dormimos una hora menos que hace 50 años y dos horas menos que 100 años atrás. Y desde antes de la pandemia, menos que la media internacional. "Se considera que ocho horas de sueño son las necesarias y las reparadoras para mantener un buen ritmo físico, cognitivo e intelectual. Ese período es total; es decir, no necesariamente tiene que ser dormido de noche, aunque sí en su mayoría", aclara la médica, en la línea de lo que plantea la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Un sueño reparador fortalece el sistema inmune".

Pero la realidad es bien alejada de esas ocho horas: un llamativo porcentaje de la población presenta dificultades puntuales para dormir o tiene problemas crónicos para hacerlo, añade Molteni. Otra segunda explicación importante es que, conforme se envejece, las horas de sueño disminuyen fisiológicamente. "Por eso vemos que los adolescentes duermen mucho y que los adultos, menos. A medida que pasan los años, se acorta la necesidad de descansar", ejemplifica.

Así las cosas, los primeros pasos para mantener una buena higiene del sueño serían evitar cenar opíparamente y hacer del dormitorio un lugar de calma. Es que los mejores amigos del desvelo son la alimentación excesiva, con las comidas ricas en hidratos de carbono a la cabeza, y las preocupaciones personales, que son repensadas en la cama. El uso de aparatos electrónicos antes de dormir, como la televisión o el celular; el trabajo nocturno; el hecho de acostarse demasiado tarde; el entorno ambiental, como los ruidos o la ventilación inadecuada, y el empleo de almohadas y colchones incorrectos también se erigen como factores perturbadores, enumera Molteni.

- ¿Por qué se vincula los problemas de apnea del sueño con un mayor riesgo cardiovascular?

EL TEMIDO INSOMNIO. Tener una alimentación balanceada, especialmente en las cenas, ayuda a dormir bien. ARCHIVO LA GACETA  EL TEMIDO INSOMNIO. Tener una alimentación balanceada, especialmente en las cenas, ayuda a dormir bien. ARCHIVO LA GACETA

- La apnea del sueño es, claramente, una patalogía del sueño. Quien padece apnea deja de respirar durante unos determinados segundos. Y cuando vuelve ha hacerlo, tiene un ritmo más fuerte. Entonces, se despierta (sin tener consciencia de ello). Estos microdespertares producen una alteración de la vigilia, conllevan trastornos hormonales, favorecen la formación de coágulos e incrementan el riesgo cardiovascular y de accidentes cerebrovasculares.

- ¿Es mito o verdad que durante el sueño se fortalece el sistema inmune?

- Es realidad. El sueño reparador es aquel que, además de proporcionar un buen descanso, proporciona una buena síntesis de ciertas sustancias, como el cortisol, que necesita del sueño nocturno para sintetizarse. A su vez, el cortisol contribuye a un organismo fuerte y competente.

- ¿Hay que dormir siesta?

- Lo primero que debemos tener en cuenta es que no todos somos iguales. Hay que valorar que se recomienda ocho horas diarias de sueño. Eso puede dividirse en siete de noche y casi una de día. Pero la siesta no es obligatoria. A algunos les hace bien y a otros no les resulta necesaria.

- ¿Cuál es el planteo más frecuente en su consultorio?

- Las consultas por alteraciones del sueño son diarias. A algunos pacientes les cuesta dormirse. A otros, les sucede que se despiertan en medio de la noche. En general, en Tucumán lo que más se observa es el trastorno predormicional. Y esto se debe, fundamentalmente, al abuso de medicación ansiolítica, que produce el efecto contrario a lo que se busca: un trastorno crónico del sueño.

DESCANSO. Cada uno debe dormir las horas que considere necesarias. No obstante, un estándar son ocho cada 24 horas. ARCHIVO LA GACETA DESCANSO. Cada uno debe dormir las horas que considere necesarias. No obstante, un estándar son ocho cada 24 horas. ARCHIVO LA GACETA

La revista Science publicaba hace poco una serie de artículos con lo último que sabe la ciencia sobre el sueño. Una de las verdades científicas es la universalidad de la necesidad de dormir, tanto en el hombre como en los animales. Es que la conclusión general es que la privación del sueño tiene un impacto generalizado en el organismo, desde irritabilidad y malhumor hasta las patologías descriptas por Molteni. En definitiva, decirle adiós al insomnio es tan importante como la alimentación, la hidratación y la oxigenación.


Tamaño texto
Comentarios
Comentarios