
AFECTO. Es importante que los gatitos domésticos tengan un contacto cariñoso con su humano.

Independientes, extrovertidos, curiosos, espontáneos, amistosos... podríamos estar todo un día definiendo a estas mascotas que son únicas y que tienen su día. Ayer, como cada 20 de febrero, se conmemoró el Día Internacional del Gato. ¿El motivo? Tiene que ver con un tributo que se le hace a uno de los gatos más famosos y emblemáticos. Hablamos de Socks, la mascota del ex presidente estadounidense Bill Clinton. Este animal vivió en la Casa Blanca entre 1993 y 2009. Socks acudía a eventos en hospitales y escuelas, y hasta estuvo presente en conferencias de prensa. Pero el 20 de febrero de 2009 a los 20 años de edad, le aplicaron la eutanasia porque tenía un cáncer incurable en la mandíbula. A partir de allí, como un homenaje póstumo a él y a todos los gastos de compañía, se instituyó esta conmemoración.
Pero, hay dos fechas más para celebrarlos. El 8 de agosto, para concientizar sobre los derechos de los animales, y el 29 de octubre, para promover su tenencia y adopción responsable.
“Cazador solitario”
El gato es un animal doméstico al que no le sientan muy bien los cambios. Por lo general se estresan con facilidad. “El gato es un cazador solitario, por ende evade y evita situaciones peligrosas. Prefiere un territorio familiar, donde tiene conciencia de su entorno social y físico. Es lo que le da la sensación de control por ende se siente cómodo y esto reduce su estrés”, dice María Laura Manzano, veterinaria. “Cualquier situación que considere amenaza hará que responda como hace un gato: huyendo o luchando y atacando”, explica la especialista.
“El gato es neofóbico. es decir que todo lo nuevo lo altera. Se siente incómodo con rutinas diferentes a las que está acostumbrado. Defiende su territorio y su ansiedad aumenta cada vez que hay algo nuevo en la casa”, define la veterinaria Rosandra Molina. A la vez, advierte cuáles son los signos de alertas para identificar el estrés en los gatos: si huyen o si están muy quietos; si hay hipervigilancia; si hay agresividad; si vocaliza más que antes; si hay aumento o disminución del acicalado; si se pone agazapado; si orinan y defecan afuera de la bandeja; si se nota un aumento o disminución de las horas de sueño.
En estos últimos años, la vida y la rutina de las mascotas se vieron alteradas a causa de la pandemia. “Esto produjo cambios en cada ambiente familiar (desde más presencia del tutor en la casa, ausencia del mismo o incluso pérdida) que ocasionan un cambio en ese ambiente que era cómodo y conocido. Y esto obviamente ocasiona estrés”, enfatiza Manzano .
¿El gato sufre más estrés que el perro? “Sin dudas. Por el tipo de comportamiento social y ambiental que este tiene”, dice Manzano.
Si queremos propiciar un ambiente libre de estrés y ansiedad para nuestros amigos peludos, la veterinaria nos recomienda respetar los cinco pilares de un ambiente sano para el gato según The International Society of Feline Medicine.
Necesitan contar con un lugar seguro tanto en el interior como exterior del hogar. Deben tener a su alcance agua, comida, rascadores, arenero, una zona de juegos y una zona de descanso.
También se les puede aportar juguetes para que ejerciten su capacidad de cazadores.
Es importante que tengan contacto con sus propietarios, y que reciban caricias y palabras cariñosas.
Es fundamental, asimismo, que el ambiente estimule su sentido de olfato, porque este les brinda mucha información sobre su entorno.
Una buena compañía
Según la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal las personas en tiempos de confinamiento, aislamiento y pandemia por covid-19 buscaron compañía, y la adopción de mascotas creció. “El gato es un animal con una estructura social flexible. Acepta estar solo o con otros. Siempre y cuando los recursos sean suficientes. Es un animal de compañía. Se beneficia de la interacción social regular y amigable con el humano”, refiere Molina.
Además plantea que por tales motivos es un buen compañero. Y por el vínculo que genera con el tutor, que es diferente al del perro. “Son animales pequeños en tamaño, muy limpios, aprenden rápido, y esto es algo que muchos tutores buscan por el ritmo de vida de hoy en día. Nunca hay que olvidarse de brindarle atención médica veterinaria preventiva. Desde la etapa de cachorro y a lo largo de toda su vida”, cierra Manzano.
Molina advierte que el gato es considerada la mascota del futuro porque gasta menos, es más independiente, es tranquilizante, baja la alteración arterial. Acariciar un gato te relaja porque es muy compañero. “Es una gran mascota”, remata.







