Ansiedad ecológica: ¿Qué hace falta para poder calmarla?

Ansiedad ecológica: ¿Qué hace falta para poder calmarla?

La situación ambiental no es buena y se cree que en el futuro será catastrófica. Cómo vivir con eso.

Ansiedad ecológica: ¿Qué hace falta para poder calmarla?

Sin duda cada vez más jóvenes sienten asfixiados por la situación del planeta. A pesar de sus esfuerzos y de ponerle la vida a la lucha ambiental, nunca es suficiente. Y eso les hace mal; así se desencadena la ansiedad ecológica.

Preocupados por el ambiente, las nuevas generaciones se sienten abrumadas por la falta de apoyo de la sociedad y de los gobiernos contra este problema. “Nosotros jugamos un papel fundamental, porque no somos sólo víctimas pasivas de esta crisis, sino que estamos creando un cambio. Se nos dice que la juventud es el futuro, pero no es así; somos el presente”, explica María Agostina Torti, cofundadora del grupo Agenda Ambiental Tucumán. El involucramiento en la situación agrava la ecoansiedad.

Reconocer límites

Agustina Tarcaya, de la agrupación Salvarnos Salvando (SS), por ejemplo, sintió que lo que hacía no bastaba y empezó a unirse a cada vez más grupos. ¿Qué pasa cuando nada es suficiente en la lucha ecológica y la ansiedad crece?

María José Acuña, psicóloga cognitivo conductual y especialista en trastornos de ansiedad, explica a LA GACETA que lo que potencia la ansiedad es concentrarse en el problema y no en la solución. “Cuando nos concentramos en la solución, en lo que podemos hacer, vamos aplacando los síntomas”, dice. “Tenemos que entender que tenemos un límite a nivel humano y no podemos cambiar todo”, sentencia. “Debemos aprender a vivir con eso, y entender que todo empieza por casa. Nosotros hacemos que algo se modifique a nivel de la realidad, porque hacemos un cambio de posición subjetiva, cuando entendemos que todo a nuestro alrededor va a girar igual y que nosotros somos los que salimos de esa posición de sufrimiento; cuándo entendemos que podemos resolver desde el espacio que nos corresponde y hasta donde tenemos alcance”, expresa.

Más apoyo, una solución

La psicóloga coincide con los jóvenes activistas en que parte de la ansiedad se da ante la negativa de de los gobiernos y de la sociedad para accionar. “Uno hace un montón de actividades, eventos, campañas, iniciativas, y muchas veces la participación de la sociedad es poca, y la inacción de los gobiernos con esas iniciativas es notable -explica Nahimé Acevedo, fundadora de SS-; todo eso te hace decaer”.

Acevedo cree que el apoyo serviría para disminuir la ansiedad. “No hay un resguardo para las personas que se dedican a esto, y la ansiedad te genera todos estos problemas que enunciamos. Que los gobiernos tomen acción, que la gente tenga una mayor consciencia y cambie hábitos o empiece a movilizarse, que se empiecen a sacar datos de cuánto realmente se está o no mejorando el planeta, todo eso ayudaría para motivar”, advierte. Serviría también, para calmar la ansiedad.

“El accionar del Estado es clave para que la gente despierte, y el accionar de los que ya estamos informados es lo que nos hace sentir más acompañados. Estas dos cuestiones y un sentimiento de empatía presente en todos los ciudadanos, sin dudas harán que la ecoansiedad sea algo de ayer”, asegura Octavio Carabajal, también activista. En eso coincide Agostina: “la única salida a la crisis climática es colectiva. Por eso, acá está la esperanza; no una vacía, sino una llena de acción -dice-; necesitamos que nuestros servidores públicos se dignen a tratar proyectos de protección de bienes comunes y que los funcionarios hagan cumplir las disposiciones de las leyes ambientales vigentes, como así la sociedad se comprometa, sea responsable y se involucre en las acciones cotidianas”

A tener en cuenta

“Los jóvenes que viven esta ecoansiedad tienen miedo; tienen un trastorno constante, alienante, que interfiere en sus actividades cotidianas y genera padecimientos psíquicos -explica Acuña-; el trastorno de ansiedad es un cuadro clínico de base y tiene que ver con otros indicadores. El problema ecológico es un disparador o un potenciador; sólo un psicólogo puede llegar al por qué de la construcción de esos síntomas, que dan alerta de que algo pasa y hay que revisarlo en terapia”.

La experta considera importante que tengamos en cuenta que cada trastorno de ansiedad lleva a un padecimiento psíquico. “Y ese padecimiento es tremendo porque el ser humano de por si tiene resistencia a la terapia, aguanta hasta que no da mas, y hasta eso ya aparecen síntomas que podrían no haber aparecido nunca -asegura-; la única solución es la terapia”.

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