Las claves del éxito de Perú como exportador de frutas

Las claves del éxito de Perú como exportador de frutas

La apertura a los mercados, la nueva generación de empresarios, el clima y la inversión en infraestructura son centrales en el fenómeno.

Arándano. FOTO TOMADA DE Agricola.p (ARCHIVO) Arándano. FOTO TOMADA DE Agricola.p (ARCHIVO)

Perú irrumpió en el mundo de la fruticultura hace apenas unos 15 años y desde entonces tiene una evolución vertiginosa, alcanzando año tras año nuevos récords. Actualmente está dentro de los 10 primeros exportadores frutícolas del mundo.

Es un verdadero fenómeno y resulta interesante analizar cuáles son los motivos de este éxito. También es dable evaluar los riesgos quee enfrenta, afirmó Betina Ernst, de la firma Topinfo.

El salto

La historia de la fruticultura en Perú es bastante increíble y se asemeja a un cuento, sostiene Ernst. Perú fue un exportador de frutas casi insignificante y pasó, en un plazo de 20 años, a ser una potencia mundial.

De exportar frutas por un valor de U$D 540 millones en 2010 pasó a los U$S 3.800 millones en 2020. Logró ubicarse en los últimos años entre los 10 principales países exportadores de frutas del mundo. En el hemisferio sur, sigue siendo Chile el primer exportador, pero Perú se acerca cada vez más a los valores chilenos y ha superado a Sudáfrica y a los otros países australes.

Las frutas más exitosas de Perú son el arándano, la uva, la palta y la mandarina. Sus exportaciones se sextuplicaron durante la última década. También adquieren importancia el mango y la banana, aunque sus avances fueron más moderados. Como frutas menores están la lima, el tangelo (un cítrico híbrido entre la mandarina y el pomelo), la naranja, la fresa y la granada entre otros.

El ranking, según el volumen, es: uva, palta, mango, banana, mandarina y arándano. Si se tiene en cuenta el valor exportado, resalta en primer lugar el arándano. Se estima que este año su valor de exportación superará al de la uva y al de la palta.

El cambio

Este éxito fue posible gracias a un cambio en el enfoque político-económico del país que se produjo bajo el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), describe Ernst. Entre otras medidas abrió la economía peruana al mundo, facilitó la inversión extranjera, realizó una reforma tributaria y privatizó empresas del Estado.

La expansión de la fruticultura en la zona costera fue posible gracias enormes proyectos de inversión, a través de los cuales se llevó agua de los Andes a los valles costeros, describe. Con el riego y las obras de infraestructura se liberaron extensas áreas para el cultivo de frutales.

A esto se sumaron varios factores que favorecieron el desarrollo frutícola. Uno es el clima de la costa peruana: se lo compara con las condiciones que imperan en un invernáculo. Es bastante uniforme durante todo el año. No hay heladas ni golpes de calor. Prácticamente no llueve. Lo que sí se observa en algunas localidades, es humedad ambiental.

Por otro lado, se dispone de suficiente mano de obra para las cosechas. Las últimas reformas han mejorado la situación del trabajador -explica la especialista-, pero aun así Perú sigue teniendo costos laborales inferiores a los de los competidores. La comparación del valor de la mano de obra resulta muy marcada si se compara con los países del hemisferio norte o algunos países australes.

Además, evalúa la analista de Topinfo, el país dispone de un empresariado joven, activo y abierto a mejoras. A su vez las empresas disponen en general de suficientes medios para encarar inversiones, aunque sean onerosas. Su postura abierta al mundo facilitó la inserción en el comercio frutícola, logrando rápidos avances. En poco tiempo se firmaron múltiples acuerdos comerciales y se abrieron numerosos mercados.

En los primeros años enfrentaron desafíos propios de las condiciones agroecológicas reinantes. La falta de frío se solucionó principalmente a través de las podas y la elección de las mejores variedades, detalló. También fue necesario ajustar al riego. Hubo mucha prueba y error. Pero luego de un período de aprendizaje, las frutas resultaron los cultivos más exitosos de la costa peruana.

Los mercados

La mayor parte de sus exportaciones se dirigen a los EEUU y Europa. La importancia de cada uno de estos destinos varía según ka fruta. Con respecto a los arándanos, las uvas y las mandarinas hay una mayor participación de los EEUU. En la palta, el mango y la banana prevalece Europa. Estos dos mercados reciben entre el 80-90% de los envíos. Un porcentaje menor se dirige a Asia (10-15%). Como destinos secundarios se encuentran Europa del Este, Oriente Medio y Latinoamérica.

El futuro

Es difícil avizorar los próximos años. Obviamente la expansión de los cultivos va a traer nuevos desafíos, en materia sanitaria, logística, comercial y laboral, anticipa Ernst.

Otro punto a tener en cuenta es el creciente reclamo de los consumidores de los mercados del norte hacia una producción más sustentable, amigable con el medio ambiente y con mejoras sociales.

El cambio climático es otro desafío difícilmente predecible. Afecta a la mayoría de los productores frutícolas de Sudamérica que dependen de la provisión de agua de la cordillera de los Andes. Los glaciares se reducen aceleradamente, y las nevadas y las lluvias escasean cada vez más.

A través de cambios en la conducción de los cultivos, la elección de especies con menores demandas de agua, el perfeccionamiento del riego y la implementación de nuevas tecnologías será posible enfrentar la escasez de agua.

Lo más probable es que Perú siga afirmándose como proveedor de frutas mundial, por las ventajas que le dan el clima, la mano de obra barata, la posibilidad de realizar inversiones y su política abierta al mundo, concluye.

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