Transporte aéreo de pasajeros; ¿hacia dónde vamos?

Transporte aéreo de pasajeros; ¿hacia dónde vamos?

Por Santiago Barbarán, Magíster en Derecho Administrativo.

08 Enero 2022

“No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato”, sostuvo Deng Xiaoping, líder chino entre los años 1978 y 1989, quien implementó reformas pragmáticas que permitieron que la economía china pudiera crecer por 40 años.

El 23 de diciembre se publicó el Decreto 879/21 que regula distintas cuestiones sobre el transporte aéreo de pasajeros y, como aspecto principal, dispuso que el Ministerio de Transporte debe establecer un sistema de bandas tarifarias para los servicios internos en un plazo de 180 días.

Fundamentos

Entre sus fundamentos, el Decreto establece que el Estado debe preservar la sostenibilidad del transporte aéreo, evitando “…prácticas ruinosas que tras una efímera ventaja económica para el consumidor o la consumidora se revelan, a la larga, contrarias al interés general” mientras que otras voces señalan que el propósito consiste en disminuir el déficit de Aerolíneas Argentinas que fue de U$D 643 millones en 2020, debido a la pandemia.

Por tal motivo, a partir de la nueva regulación que establezca el Ministerio de Transporte, los consumidores no podremos acceder a pasajes aéreos a precios más baratos que aquellos que establezca el Estado.

El sistema de bandas tarifarias rigió en Argentina desde la crisis del año 2001 y hasta el 2016. Luego, ingresaron empresas conocidas como low costs permitiendo que se incremente la cantidad de pasajeros transportados. Debido a las crisis económicas de 2018 y 2019, sumada la pandemia, las empresas aerocomerciales encontraron dificultades para operar, y varias debieron abandonar el país.

Los casos de Argentina y Colombia

La conectividad aérea es una cuestión sustancial para el país pues posibilita el desarrollo del turismo, promueve el comercio, la inclusión social y el intercambio de ideas. A fin de analizar con un poco de perspectiva la cuestión, examinemos los casos de Argentina y Colombia que pueden ser países asimilables en distintos aspectos:

Cuadro comparativo. Cuadro comparativo.

Como se observa, Argentina tiene una superficie mayor a Colombia -más del doble-, tiene un PBI superior y en cuanto al PBI per cápita casi lo duplica. Mientras que Colombia tiene más de un 10 % de población que la Argentina.

En cuanto a los pasajeros transportados, existe una diferencia a favor de Colombia, a pesar de que en el 2019 la Argentina recibió 7,33 millones de turistas mientras que Colombia 4,5 millones.

Es decir, la Argentina tiene una superficie mayor, recibe más turistas y tiene más ingresos que Colombia, pero, con todas esas ventajas, transporta menor cantidad de pasajeros.

En Colombia, las ocho líneas áreas con vuelos internos pueden fijar libremente los precios de sus pasajes y el Estado redujo el IVA al 5% hasta el 31/12/22 a fin de promover los vuelos.

Mientras que, en Argentina, actualmente cuatro líneas aéreas -de las cuales dos son estatales- cubren los vuelos internos y, a partir de lo dispuesto en el Decreto 879/21, ya no podrán fijar los precios libremente, sino que deberán adecuarlos a las bandas tarifarias que establezca el Estado.

Menos opciones

En cuanto a superficie, Argentina es el octavo país del mundo. Un país federal -y tan grande como el nuestro- que no se preocupe por vincular sus regiones con distintas alternativas, no solo está afectando el derecho de los consumidores, sino también está limitando su desarrollo a largo plazo.

A todos -o a casi todos- nos enorgullece tener una línea de bandera que funcione correctamente, aunque, más importante es un país conectado, con opciones desde Salta o Tucumán para viajar al exterior sin hacer escala en Buenos Aires.

Por ello, retomando la frase de Deng Xiaoping, en la medida en que las empresas de transporte aéreo vinculen las distintas regiones, transporten turistas y generen empleo, no importa si ello es a través de la línea de bandera o por compañías privadas.

Aunque todavía el Ministerio de Transporte no determinó el sistema de bandas tarifarias, si su implementación es muy perjudicial, probablemente las compañías afectadas no continúen volando en el país -o lo hagan con menor frecuencia- y, como consumidores, tendremos menos opciones para viajar.

En definitiva, el sistema de bandas tarifarias constituye un retroceso en la conectividad del país.

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