Massa no encuentra consensos ni en el mismo PJ

Massa no encuentra consensos ni en el mismo PJ

La oposición rechaza una convocatoria a un gran acuerdo poselectoral. Los analistas dicen que el tema causa tensiones dentro del PJ.

CONVOCATORIA. Massa llamó a un encuentro multisectorial para pensar la Argentina que se viene. Alberto Fernández está entre dos caminos.  CONVOCATORIA. Massa llamó a un encuentro multisectorial para pensar la Argentina que se viene. Alberto Fernández está entre dos caminos.

Consenso no necesariamente implica acuerdo o consentimiento de partes. El Gobierno nacional lo buscó entre los empresarios, y terminó realizando un congelamiento de unos 1.500 productos alimenticios. No pudo consensuar en un acto la conmemoración del Día de la Lealtad. Tampoco llegó todavía a un acuerdo con el FMI y, ahora, se divide entre la convocatoria poselectoral formulada por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, de llamar a un gran acuerdo electoral, y la firme postura del ala dura kirchernista de no acercarse a la oposición. La moderación no forma parte del manual oficialista, advierten los analistas consultados por LA GACETA. Es un factor que causa tensiones internas.

“El Gobierno no ha mostrado ninguna predisposición ni actitud de respeto del diálogo. Resulta sorprendente que se acuerden de eso dos semanas antes de las elecciones”, planteó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, respecto del llamado al diálogo. “El Gobierno no tiene autoridad moral para hacer un gran acuerdo”, afirmó, por su parte, el diputado mendocino y titular de la UCR, Alfredo Cornejo.

El presidente Alberto Fernández había remarcado la diferencia de aquellos que tienen intenciones de contribuir a un consenso para mejorar el país, de otros que sólo se oponen. “Por un lado, estamos quienes le decimos #Sí a un diálogo sincero y profundo para abordar los grandes retos de la Argentina”, indicó desde su cuenta en la red social. “Por el otro, están quienes dicen que no. No quieren sentarse a dialogar. No quieren encontrar soluciones. En su lugar, ponen palos en la rueda que nos impiden avanzar”, acotó.

Desde el punto de vista político, el analista Cristian Buttié, afirmó a LA GACETA que el Gobierno necesita imperiosamente retener la mayor cantidad de bancas y no perder la gobernabilidad en el Congreso. Y la madre de todas las batallas la está librando en territorio bonaerense. “Un acercamiento a la oposición no sería el mejor mensaje para el segmento duro el kirchnerismo que busca recuperar votos en Buenos Aires y fortalecer la imagen de esa ala del oficialismo”, advirtió. De allí las críticas hacia el jefe de Estado por su liviandad a la hora de tratar a los opositores.

“Un acuerdo es una condición sine qua non para lo que será la Argentina después de las elecciones”, afirmó el director de CB Consultora de Opinión Pública. “Y esto no sólo porque el Gobierno necesita pautas de acción para el corto, mediano y largo plazo, sino también por la demanda que le hacen desde el exterior a la oposición, como el caso del FMI, para que no se siga especulando si se paga o no la deuda”, fundamentó.

Un aspecto a tener en cuenta para ese escenario, según Buttié, es la potabilidad de los dialoguistas. A su parecer, claramente Alberto Fernández, Rodríguez Larreta y Massa representan actores fundamentales para el armado de ese consenso. No es el caso de Cristina Fernández de Kirchner ni de Mauricio Macri. “El diálogo es fundamental para que el Gobierno vuelva a recuperar la hoja de ruta que perdió este año”, remarcó Buttié.

Un diálogo debe darse sobre la base de pautas de convivencia de conducción política, más que un elemento discursivo de coyuntura. Tras las PASO, se hizo más evidente la ruptura de la trilogía que venía atada con un hilo delgado, y es la que conforman Alberto y Cristina Fernández y el propio Massa, expresó el analista Aníbal Urios.

En esa comunidad del anillo peronista, el director de DC Consultores hay dos posturas claras: “la de Massa, que demanda moderación para resolver los problemas que aquejan a la sociedad, y la de la fórmula presidencial, que apela al manual de las imposiciones en las decisiones que se toman”. Este último aspecto, dice el licenciado en Ciencias Políticas, es una mala lectura de lo que transmitió la sociedad tras las PASO: hartazgo, desilusión y bronca. “El traje de la confrontación no es el que la opinión pública reclama, sino que les pide a los gobernantes que resuelvan los problemas . Desde ese punto de vista, creo que los funcionarios no se van a sentar ni hoy ni mañana a consensuar nada porque necesitan un adversario, un enemigo. El riesgo es que, frente a esa postura, en cualquier momento Massa puede dar un portazo”, finalizó.

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