Argentina-Uruguay: al final fue un baile

Argentina-Uruguay: al final fue un baile

Una Selección en estado de gracia supo cómo neutralizar a los uruguayos y terminó logrando un triunfo con categoría.

IMPARABLE. Con la pelota en los pies, a Lionel Messi los uruguayos procuraron detenerlo de cualquier manera. En la foto, cuatro jugadores van detrás de él. reuters IMPARABLE. Con la pelota en los pies, a Lionel Messi los uruguayos procuraron detenerlo de cualquier manera. En la foto, cuatro jugadores van detrás de él. reuters

BUENOS AIRES.- Argentina, la Selección, está en estado de gracia. Una muestra: Lionel Messi hizo un gol sin querer queriendo, Emiliano Martínez se sintió el “Pato” Fillol con tres atajadas colosales (y la restante pegó en el palo) y Uruguay pasó de “ganar por puntos” con comodidad a quedar al borde del nocaut, todo en apenas 45 minutos (los primeros).

Después, en el segundo tiempo, el equipo de Lionel Scaloni justificó la victoria y la goleada 3-0 en el estadio Monumental con una actuación inolvidable de Rodrigo De Paul, un Messi sobresaliente y un Giovani Lo Celso notable.

El aura de Messi quedó graficada a los 38 minutos con un nuevo acto de magia: metió un centro “top class” y engañó a todos, Fernando Muslera incluido.

Enseguida llegó el gol de De Paul para el 2-0. La visita pedía que la cuenta no llegara a diez, que le reservaran una vida para el complemento, a ver qué pasaba.

Contracara

A no engañarse: hasta que Messi manifestó por enésima vez su capacidad de obrar milagros, la “Albiceleste” había sido dueña de la pelota por goleada, pero las chances netas habían sido de su contendiente del “otro lado del charco”.

En esos momentos de oscuridad (y de debilidades defensivas), fue el “Dibu” Martínez quien desarrolló su arte para sostener en pie a la “Scaloneta”, con mención especial a esa media tijera que le frustró a Luis Suárez. El arquero tuvo su merecido baño de multitudes en terruño propio.

Acoso uruguayo

Este “Clásico del Río de la Plata” tuvo fútbol de alto voltaje y sobrada intensidad. Pero claro, los dos primeros goles golpearon a la “Celeste”, cual el peso pesado Tyson Fury lo hizo con Deontay Wilder la noche del sábado, en un combate estelar de boxeo.

El “Maestro” Óscar Tabárez colaboró con el desenlace al sacar a Nicolás De la Cruz en el intervalo y desarmar luego la línea defensiva de cinco que había propuesto. El ingreso de Edinson Cavani aportó poco y nada.

El gol de la sentencia

En el complemento, el regreso de Lautaro Martínez, su pase a la red casi debajo del arco, sentenció el marcador y puso a Uruguay, reducido a su mínima expresión, al borde de una goleada todavía peor.

Muslera colaboró para que no sucediera, incluso salvando un tanto de Joaquín Correa. Hubo otro sustituto tucumano en cancha, Exequiel Palacios, testigo privilegiado de cómo la gente, que superó el aforo permitido (una vez más) vivió otra noche de ensueño rindiéndose ante Messi -homenajeado por ser el máximo goleador de las Eliminatorias sudamericanas después del partido- y la “Scaloneta”.

Ojalá, la gracia se mantenga en forma hasta Qatar 2022, cada vez más cerca. Y el fútbol siga acompañando.

Brasil cedió puntos

La de ayer fue una fecha con resultados “extraños” en las Eliminatorias. Por caso, Brasil cedió sus primeros puntos, al igualar 0-0 en su visita a Colombia en Barranquilla. Mientras tanto, Bolivia frenó el impulso que había cobrado Perú al ganarle en La Paz por 1-0. Venezuela también le impuso una barrera al impetuoso andar de Ecuador, al derrotarlo en Caracas por 2-1. A su vez, Chile derrotó a Paraguay por 2-0.

Brasil intentó de todas las formas quebrar la resistencia del arquero David Ospina, que tuvo una noche iluminada. Bolivia, con gol de Ramiro Vaca a ocho minutos del final, pudo recuperar la sonrisa, algo que los peruanos perdieron. Cuando Enner Valencia marcó el tanto de Ecuador a los 37’, nmada hacía prever que Venezuela habría de recuperarse. Y lo hizo, con tantos de Darwin Machís (46’) y Eduard Bello (64’). Ben Brereton (68’) y Mauricio Isla (72’) marcaron los tantos chilenos ante un flojo Paraguay.


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