Trabas a las importaciones: la falta de pelotitas de tenis, la punta del iceberg

Semana tras semana, se hace más notoria la falta de algunos productos o insumos importados. Los que juegan al tenis bien lo saben, pues les ocurre algo impensado: no se consiguen pelotitas. El caso de los vinos resulta también llamativo: hay vino pero no hay dónde ponerlo. El ministro de Economía de Mendoza, Enrique Vaquié, le reclamó hace unos días al Ministerio de Agricultura de la Nación la flexibilización de las importaciones de botellas de vidrio. La falta del insumo está causando problemas en la cadena productiva vitivinícola y aceitera.

En la industria automotriz la situación es preocupante. Es prácticamente nulo el ingreso de autos de alta gama. Además, entra poco de gama media. Y quienes tienen importados enfrentan problemas para reponer piezas cuando lo requieren. A principios de este mes, Ricardo Salomé, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores del país (Acara), informó que las ventas cayeron un 5,6% el mes pasado. En un comunicado, expresó la postura de la entidad: "la segunda mitad del año continuará con una oferta escasa. Es por ello que solicitamos que, sin dejar de atender las cuestiones macroeconómicas que deben prevalecer, se contemple una mayor liberación de importaciones".

Las importaciones de autos cayeron 4,2% entre agosto de 2020 y este año. El número es dramático, debido a que se compara con una base baja (la que hubo en pandemia). Debido a la escasez, el sector ajustó el pronóstico de venta de 0km para este año: 40.000 unidades. La falta de repuestos es otro problema, con falta de llantas, neumáticos y autopartes en general.

En la industria textil, la falta de insumos importados es uno de los motivos por los cuales Claudio Drescher, presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), denunció esta semana que los precios subieron el doble en un año y que las prendas de las primeras marcas cuestan más que una jubilación mínima. Lo mismo ocurre con las zapatillas y el calzado.

A partir de septiembre, la jubilación mínima pasó a ser de $ 25.922. Con ese dinero, un jubilado podría comprar un blazer, un par de sandalias o un vestido de primera marca de la nueva temporada primavera-verano. ¿Un jeans? ni soñarlo. De una primera marca cuesta más que su haber mensual. "Según la revisión que hacemos cada año desde la cámara, los precios de la temporada tienen un incremento del 54% en comparación con un año atrás", declaró Drescher a "El Cronista".

Las faltas llegan también a las góndolas y a los alimentos. Nespresso importa las cápsulas de café oficiales para sus máquinas. El catálogo online está compuesto de 30 variedades. Solo están disponibles un cuarto de ellas. De acuerdo al diario "La Nación", los productos se encuentran en la Aduana.

Además, la falta de stock de artículos importados se hace cada vez más visible en bazares, mueblerías y tiendas deco. Todos esos rubros afrontan dificultades para ingresar productos y lo poco que les queda se vende a precios exorbitantes. El rubro deportivo es otro que se encuentra entre los afectados, subrayó "Infobae". Las grandes cadenas están operando con importantes faltantes y en la mayoría de los productos (zapatillas particularmente) cuentan con stock al límite: no hay reposición de lo que se vende.

En Tucumán, puntualmente, no se consiguen repuestos para celulares y bicicletas, insumos informáticos, materiales de construcción y otros artículos. LA GACETA constató en un completo informe que faltan algunas marcas de lavandina en sáchet en los supermercados o de bebidas, por ejemplo.

Esto se relaciona con cuestiones de índole de regulaciones monetaria, arancelarias, de protecciones y el tiempo de espera hasta poder sacar la mercadería de la Aduana, coinciden los analistas consultados al respecto por medios nacionales. Al importar cualquier tipo de producto debe hacerse la compra en dólares y girar el importe al exterior en esa divisa, algo que el Gobierno nacional trata de evitar en este momento. Además, se aplican las leyes de protección a determinados productos que tengan fabricación en el país, sin importar su calidad, lo que obliga a un doble pedido de excepción ante la Secretaría de Comercio.

¿En criollo? El Ejecutivo está tratando de que no se vayan los dólares del país. De esta forma, tiene un colchón para responder antes los vaivenes del mercado.

"El Gobierno abrió importaciones en el primer semestre porque se necesitaban para producir. Claramente, eso lo pudo hacer porque entraban muchos dólares de la soja. Ahora, en cambio, hay más ajuste; entran menos dólares porque la cosecha ya se vendió", explicó Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales al diario "La Nación". Pero la brecha cambiaria y las expectativas de devaluación provocan que las empresas importadoras busquen reponer los productos que esperan vender con compras anticipadas. "Ahora se les está complicando identificar a qué darle curso y qué frenar porque no distinguen quién está adelantándose porque supone que estará más caro en el futuro y quién tiene una necesidad real", concluyó.