Golf: “Sentí un empujón múltiple hacia la victoria”

Golf: “Sentí un empujón múltiple hacia la victoria”

Gracias al triunfo, Augusto Núñez se recargó de energía en un momento difícil de su carrera

DRIVE. Núñez venía golpeado anímicamente tras no poder conservar su tarjeta en el Korn Ferry Tour, pero volvió a las bases y mostró su mejor nivel en el Jockey Club.  DRIVE. Núñez venía golpeado anímicamente tras no poder conservar su tarjeta en el Korn Ferry Tour, pero volvió a las bases y mostró su mejor nivel en el Jockey Club.

De tan ancha su sonrisa, termina siendo contagiosa. Le abarca toda la cara. Hasta sonríe con las palabras. Augusto Núñez tiene una (gran) razón para ello. Es como si la vida -y su talento- le acabaran de hacer un guiño.

Venía de una temporada en la que, por pocos puntos, no había podido conservar su tarjeta en el Korn Ferry Tour, el segundo circuito más importante del golf de EE.UU. El golpe fue duro. Al punto que pensó en tomarse un año sabático. Ni su mente ni su cuerpo querían más. Pero…

“Estaba en casa, disfrutando de mi gente, tratando de recuperarme. Pero apareció ‘Okín’ (César) Monasterio. Me habló del Abierto del Norte, de lo bueno que sería que lo juegue, de lo lindo que sería que nos juntemos todos los profesionales tucumanos en la cancha donde comenzamos. Yo le conté de mi situación. Hablamos. Y terminó por convencerme. Antes, puse como condición que sea mi papá, Ramón Enrique, quien me lleve los palos. Y así fue”, cuenta “Cuchu”, el flamante campeón de la edición N°54 del torneo con sede en Jockey Club.

- ¿Tan mal estabas?

- Con decir que apenas terminé el último torneo en EE.UU. sólo quería volver, no aguantaba más.

- ¿Y ahora qué sentís?

- Una alegría enorme. Le agradezco a “Okín” por insistir. Eran muchos los que querían que juegue, sobre todo mi familia y mis amigos. Sentí un empujón múltiple hacia la victoria. Sentí la energía de todos.

- Aunque todos se apoyaban, dio la sensación de que al principio del torneo te costó, ¿es así?

- Sí, el primer día jugué algo nervioso, y también ansioso. Estaba en el mismo grupo de “Okín” y de “Pigu” Romero, dos grandes. Traté de hacer las cosas lo mejor posible. De a poco me fui acomodando y terminé pegando sólido, con confianza.

- Fue muy lindo verte al final, emocionado y abrazado con tu gente, sobre todo con tu papá…

- Sí, fue un momento increíble. ¡Se trataba de mi primer grande en la provincia! Cuando todo terminó lloré, quería abrazarme con todos. Con papá estuve un buen rato así. Todos me decían de lo nerviosos que estaban en la parte final. Yo al revés, a cada golpe me sentía más tranquilo.

- ¿Por qué creés que ganaste?

- Porque tuve paciencia. Esperé lo más posible para sacar el mejor golpe. Este fue un torneo en que podía pasar cualquier cosa: la punta cambió de manos, había mucha paridad y las condiciones del campo fueron cambiando. Ni siquiera tenía a favor el hecho de conocer bien la cancha: ¡éramos muchos los que estábamos en casa! Yo sentía confianza, pero no podía olvidar que ya una vez se me había escapado un triunfo, en el “Andrés Romero Invitational”, cuando me ganó Jorge Monroy. En los últimos hoyos no estaba nada fácil la cosa, pero me ayudó haber pegado mucho y bien. Disfruté jugar esa ronda con “Sapo” Costilla y con “Leo” Ledesma.

- ¿Ahora cómo sigue tu vida y tu carrera?

- Por lo pronto, pienso descansar algún tiempo. A mediano plazo debo jugar la final de la Escuela del Korn Ferry a fines de noviembre. Y me pondré a entrenar en Buenos Aires, con Sebastián Fernández y “Okín” al lado. Pero para eso falta, por ahora no quiero pensar demasiado en ese desafío.

- ¿Y qué pensás hacer con tu tiempo libre?

- ¡Quiero perderme por ahí! Jaja. Supongo que disfrutaré de la familia. Jugar al fútbol, mirar tenis en televisión. Seguro que también me voy a prender en ver películas, me gustan las de terror. También sigo series, como la de Pablo Escobar.

- Sin dudas, algo distinto a lo que hacés cuando estás jugando torneos…

- Sí, bastante. La prioridad en esos días es concentrarme en los torneos. Pero cuando se da, trato de conocer los lugares que visito, ya sea con Sebastián Fernández, o con el colombiano Camilo Pinillas, que son mis caddies. Hay un lugar, Las Vegas, que me encanta. Siempre me gusta volver ahí. Y cuando voy, sigo sorprendiéndome de que esté toda una ciudad en medio de la nada.

- ¿Qué es lo mejor que te deja el Abierto del Norte que acabás de ganar?

- El triunfo, seguro. Pero también que le permitió recargar energías. Este torneo me hizo volver a creer en mí.

Currículum

Augusto Núñez, 28 años. En la temporada posada del Korn Ferry Tour tuvo su mejor actuación en el Colorado Championship, en el que fue 7°. En Savannah y en Bogotá terminó 12°. Jugó 43 torneos y no pasó el corte en 20.

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