Joaquín Correa volvió de conquistar América

Joaquín Correa volvió de conquistar América

El delantero que jugó cuatro partidos en el torneo que Argentina le ganó a Brasil en su casa fue recibido por una multitud en su ciudad natal, Juan Bautista Alberdi. Video.

Parecía una fiesta patria. De esas de antaño cuando la gente salía a la calle con sus banderas para los desfiles. Los chicos de la mano de los mayores escuchaban la historia argentina relatada por ese familiar o vecino que pintaba canas. Festejos como esos casi ya no tienen motivación. No por lo que significan, sino porque la realidad de los últimos años no tiene reminiscencia de las gestas que se festejan un 25 de mayo o 9 de Julio. Y con la pandemia... más cachetadas a esas celebraciones. Pero ayer Joaquín Correa volvió a Juan Bautista Alberdi y pareció eso: una fiesta patria. El delantero de Lazio, como el resto de sus compañeros de selección, son próceres futbolísticos.

“Hace muchísimo tiempo que no se conseguía esto. Todos unidos hicimos algo muy importante”, afirmó Correa. Las primeras declaraciones como campeón de la Copa América en tierras tucumanas las hizo en el aeropuerto Benjamín Matienzo. “El Tucu” llegó en un vuelo privado. Llegar fue tan difícil como jugar contra Chile, Uruguay, Paraguay y Ecuador, rivales de los partidos en los que ingresó el alberdiano.

LISTO. Correa cumplió con los trámites administrativos y sanitarios ante las autoridades. Sus padres, Julio e Irma, y su hermana mayor, Fernanda, lo recibieron. LISTO. Correa cumplió con los trámites administrativos y sanitarios ante las autoridades. Sus padres, Julio e Irma, y su hermana mayor, Fernanda, lo recibieron.

El lunes comenzó con pasaje aéreo en mano para Correa. Pero una confusión lo llevó a la terminal aérea equivocada. Hasta Ezeiza se dirigió el jugador y tuvo que enfilar hacia Aeroparque. Julio, su papá, transmitía el paso a paso de su hijo que no podía desperdiciar tiempo. Apenas hasta el jueves tiene para disfrutar con su familia, así que, al perder el vuelo original, Correa no dudó en pagar un avión privado que aterrizó en la pista tucumana procedente del aeropuerto de San Fernando. “Es una alegría enorme la que vivimos todos juntos. Ahora, a visitar la familia que es lo más importante, los que siempre bancan, y a los amigos”, destacó Correa. Como al arquero, Emiliano Martínez, al delantero se le agrandó la familia en plena Copa. 

PRESENTE. Los familiares lo recibieron con un pasacalles colgado en las calles de su ciudad de nacimiento. PRESENTE. Los familiares lo recibieron con un pasacalles colgado en las calles de su ciudad de nacimiento.

“Vine a conocer a la hija de mi hermano que nació hace poco. La voy a conocer con todos los cuidados siempre”, se encargó en aclarar. La pandemia obliga a dar esas explicaciones, como así también a tomar recaudos. Durante la caravana de recibimiento en su ciudad natal, Correa mantuvo el menor contacto posible con la multitud que salió a recibirlo por la calles. Y papá Julio, que manejaba la camioneta, hizo todo lo posible para combinar distanciamiento, velocidad prudente y constante movimiento para que la gente no se aglomerara y, al mismo tiempo, su hijo pudiera sonreírles, barbijo de por medio, y saludarlos. Tuvo éxito en buena parte del trayecto que duró casi 40 minutos. La llegada a la casa de Laprida 680, fue un poco más caótica. El campeón de América, salió a saludar desde un balcón para retribuir el afecto.

PRESENTE Y PASADO. Arriba, Correa a los 26 años actuales descendiendo del avión privado que lo trajo a la provincia. Abajo, en la cuadra de su casa con el balón de fondo. Era apenas un niño que, seguramente, no imaginaba que un pasacalles referido a él iba a estar colgado en las calles de su ciudad de nacimiento. PRESENTE Y PASADO. Arriba, Correa a los 26 años actuales descendiendo del avión privado que lo trajo a la provincia. Abajo, en la cuadra de su casa con el balón de fondo. Era apenas un niño que, seguramente, no imaginaba que un pasacalles referido a él iba a estar colgado en las calles de su ciudad de nacimiento.

“Seguro que es el título soñado: en el Maracaná y ante Brasil. Quizás con un poco de bronca porque el torneo no se pudo jugar en Argentina y con nuestra gente”, reconoció Correa que puso en la nómina de campeones a varios anónimos. “La gente que cocinaba, la que limpiaba, la que estaba todo el día con nosotros; todos fueron los que lograron el título. ‘Laburamos’ 45 días en la burbuja. Todos teníamos que poner desde el lugar que nos tocaba”, reconoció “El Tucu”. Correa no le puso nombre y apellido al éxito, le puso una razón. “Tiramos para un mismo lado. Ninguno pensó en lo personal. Fue la clave”, sostuvo. Ahora su meta con la es la que todos quieren. “El próximo objetivo es clasificar al Mundial de Qatar”, sentenció el nuevo prócer alberdiano.

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