Indagan al sospechoso del femicidio de Choromoro

Indagan al sospechoso del femicidio de Choromoro

Jonathan Medina fue descubierto cuando caminaba a la vera del río Chuscha y se entregó sin oponer resistencia.

Distintas organizaciones ayudaron a buscar a Gabriela Giménez.  Distintas organizaciones ayudaron a buscar a Gabriela Giménez.

Lo encontraron caminando por la vera del río Chuscha. Jonathan Ezequiel Medina, el sospechoso del femicidio de una trabajadora rural, estaba sin una moneda y desabrigado. Cuando observó a los policías, se entregó sin resistirse.

Gabriela Giménez (22) fue vista por última vez el lunes. Se dirigía hacia la finca que arrendaba con su cuñado y el acusado en Choromoro. Varios vecinos la vieron trasladándose en una moto, pero nunca más supieron de ella. El martes, los familiares realizaron la denuncia en la Policía, e inmediatamente se inició la búsqueda. El miércoles, Medina le envió un mensaje a su socio para decirle que el cuerpo de la joven estaba en la finca. Allí la encontraron poco después los parientes de Gabriela.

Ayer se confirmó que Giménez había sido estrangulada. No hay signos de que haya sido abusada y hasta el momento no se pudo establecer por qué tenía las manos atadas por la espalda.

Hay otros misterios que deben resolverse Todavía no se pudo determinar dónde fue ultimada la joven. En un principio podría haber sido atacada en su casa y luego el cuerpo habría sido arrojado, utilizando una carretilla, en las plantaciones de la finca. Sin embargo, no se entiende por qué Giménez estaba vestida, atada y con la mochila puesta.

Dirigidos por el fiscal Ignacio López Bustos, los integrantes del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) y de la división Homicidios, al mando de los comisarios Juana Estequiño, Diego Bernachi y Jorge Dib, descartaron por ahora que el sospechoso haya mantenido o pretendido mantener una relación sentimental, ya que ella estaba de novia con otra persona del lugar.

En las últimas horas se supo que, al parecer, se habrían producido diferencias económicas entre los socios. La joven y su cuñado le habrían recriminado a Medina que nunca habría aportado el capital como habían acordado.

Giménez se habría presentado en la vivienda para realizarle el reclamo y eso habría originado una pelea que tuvo un mortal desenlace. El ataque se podría haber producido cuando la joven se marchaba del lugar y por eso tenía puesta la mochila. Y, según los investigadores podría ser que quien la atacó le haya atado las manos para poder trasladarla en la carretilla. El acusado, que no tendría familiares en la provincia, tendrá la oportunidad de contar su versión de los hechos en una audiencia que se desarrollará hoy. El fiscal tiene un as bajo la manga: en las manos de la víctima se encontraron cabellos que serán comparados con los del acusado.

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