El polo lo llevó de Taco Ralo a Montreal

El polo lo llevó de Taco Ralo a Montreal

Iván Coronel se inició como petisero y actualmente es encargado general, domador y herrero de uno de los clubes de polo más importantes de Canadá.

POLIFUNCIONAL. El tucumano Iván Coronel, que se inició como petisero, es herrero y domador, aunque también se da el lujo de jugar algunos partidos de polo. Comparte la misma pasión con su novia canadiense Laura, a la que conoció en Montreal.  POLIFUNCIONAL. El tucumano Iván Coronel, que se inició como petisero, es herrero y domador, aunque también se da el lujo de jugar algunos partidos de polo. Comparte la misma pasión con su novia canadiense Laura, a la que conoció en Montreal.

En 2005 decidió dejar la tranquilidad de su Taco Ralo natal para ir a probar suerte en Buenos Aires. Aunque nunca había trabajado con caballos de polo, aceptó el desafío de su amigo Ángel Vizcarra y emprendió el viaje con su bolso lleno de ilusiones a “las luces”. Iván Coronel (35 años) nunca se imaginó que esa decisión le iba a cambiar su vida para siempre, ya que a partir de ese momento nunca paró de crecer dentro del que está considerado el deporte más antiguo del mundo.

“Ángel, un amigo que vivía en San Pedro de Guasayán, me llevó a trabajar en un campo de Capitán Sarmiento. Aunque nunca había trabajado con caballos de polo, tenía experiencia de haber estado en contacto siempre con estos animales y en una vida rural porque me crié en el campo”, contó Iván, que dos años después recibió la propuesta para ir a trabajar en Canadá.

El mejor polo del mundo se practica en Argentina y es por eso que los caballos, los jugadores y los petiseros nacidos en nuestro país son muy solicitados en todo el planeta. “En 2007 tomé la decisión de venirme a trabajar en Montreal y hoy puedo decir que fue una decisión acertada”, expresó Coronel, que tuvo una carrera en ascenso dentro del que Polo Parc Farms, el club donde actualmente cumple funciones de encargado general, domador y herrero.

Polifuncional

“Tenemos más de 100 caballos. Soy el encargado de la doma, el entrenamiento y de la gente que trabaja. En mi equipo hay 10 petiseros y trabajamos con aproximadamente 70 caballos en trainning. Los otros 30 son ejemplares nuevos, que están en doma. Además también me encargo del herraje. Soy polifuncional, porque me apasiona todo lo relacionado al caballo. No todos tienen la posibilidad de poder trabajar y de poder vivir de lo que te apasiona. Yo sí y me siento un privilegiado”, confesó en una charla telefónica con LG Deportiva, luego de realizar su trabajo diario. “De lunes a viernes empezamos a las 6.30 y cortamos a las 11.30 para almorzar. Y después volvemos a las 13.30 hasta las 17, que son los horarios laborales de Canadá. Acá hay mucho respeto por el trabajador y los horarios no se pueden extender más allá de lo permitido”, agregó.

Coronel vive seis meses en Canadá y el resto del año vuelve al país. “La temporada es de mayo a octubre. Luego se paraliza todo por el frío. En 2010 y en 2011 también fui a trabajar a Londres. Económicamente es una buena opción para los petiseros tucumanos trabajar en el exterior, aunque no es fácil poder conseguir trabajo. Hay que llegar recomendado, porque sino los patrones no te contratan. Es un trabajo muy familiar. Los petiseros más viejos, casi siempre suman gente de su entorno, porque cuidar estos ejemplares implica mucha responsabilidad. Tenés que estar dedicado al 100% y te tiene que apasionar, caso contrario se hace todo muy complicado. Por suerte yo disfruto mucho del laburo que hago. Soy feliz con los caballos”, explicó.

“Siempre me gustó todo lo relacionado al caballo, por eso siempre trato de aprender cosas nuevas. Los lunes, que son mis días de franco, me voy a trabajar con un herrero canadiense que se formó en Kentucky, Estados Unidos. Me brinda muchos consejos y con él aprendí mucho. El oficio de herrero es muy valorado y los herreros son muy profesionales”, señaló.

Novia canadiense

Gracias al polo, Iván también conoció al amor de su vida. Actualmente se encuentra en pareja con Laura, una polista canadiense. “La conocí en 2017 en el club, porque en Canadá son muchísimas las mujeres que practican polo. Nos llevamos muy bien. Ella está ahora en Buenos Aires jugando al polo. Tiene siete caballos en Pilar. Y el año pasado y a principios de 2021 estuvimos jugando mucho en las canchas de Tapia. La verdad que el polo me dio todo”, concluyó.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios