Cartas de lectores II: más Gandhi y más cárceles modernas

Cartas de lectores II: más Gandhi y más cárceles modernas

15 Abril 2021

Días pasados las noticias dieron cuenta que un recluso liberado, entre los cientos que las autoridades beneficiaron para evitar el contagio por covid-19, volvió a delinquir ocasionando la caída y posterior fallecimiento de su víctima, la psicóloga María Rosa Daglio, en Ramos Mejía. Otro también fue noticia porque se contagió extramuros, y esto resulta un absurdo ya que el gobierno supuestamente lo había liberado para evitar su contagio dentro. Pues bien ni un hecho ni otro debieran haber ocurrido. Cuenta Romain Rolland (P. Nobel de Literatura de 1915) en su biografía de Gandhi que, estando el Mahatma encarcelado injustamente en Yeravada (La India) y a causa de sus reclamos de no violencia, le fue diagnosticado apendicitis grave. Fue trasladado al hospital Sasson, en Poona y allí el Dr. Maddock hubo de intervenirlo. La cirugía duró escasos 20 minutos y con toda la precariedad de la época (cuenta Rolland), cloroformo como anestesia y luz a petróleo ya que falló la luz eléctrica, pero finalmente el Mahatma se salvó. En esa época la gente mayormente moría con tal diagnóstico. El 4 de febrero de 1924 fue excarcelado, a lo que Gandhi replicó: “Me enoja que el gobierno me haya liberado prematuramente por causa de enfermedad, esa clase de liberación no puede causarme ningún placer, pues creo que la enfermedad de un prisionero no ofrece razón alguna para devolverle la libertad”. Ahora bien, en nuestro país las autoridades ordenaron liberar presidiarios so pretexto de la enfermedad, yo me pregunto: ¿Alguno se negó como Gandhi a ser liberado? A lo mejor el lector pueda objetar mi razonamiento diciendo que el Mahatma fue único y de otro siglo, pues bien podríamos decir entonces que los establecimientos penales en Argentina son también de otro siglo: insuficientes, obsoletos y generadores de cruel hacinamiento y todo porque a nadie de los sucesivos gobernantes se les ocurrió construir amplias y modernas cárceles para alojar a una hoy creciente población carcelaria y no embarcarse tanto en edificar estadio de fútbol lujoso (Santiago del Estero) o palaciega legislatura (Tucumán). Es que en algún momento se debió priorizar a los reclusos y darles lugares más adecuados y dignos a donde purgar sus condenas, cuidándolos con buen protocolo de higiene y no generando una liberación así como así y sus inesperadas consecuencias.  Sin dudas hoy la sociedad requiere más personas como Gandhi, con principios y dignidad y como ejemplos a seguir. Pero que también como sociedad nos ocupemos de tener establecimientos penitenciarios dignos de este siglo XXI en los que se trabaje por la recuperación y posterior reinserción de los reclusos y no donde pululen las enfermedades y sus eventuales contagios, no sólo por covid-19, sino también de otras patologías como hepatitis, tuberculosis, HIV, etc.

Juan L. Marcotullio

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