Alfredo Fénik define el teatro como diálogo y conflicto

Alfredo Fénik define el teatro como diálogo y conflicto

El actor y director edita nuevamente “Mito y teatro”, un estudio en el que aborda los inicios y la evolución del arte escénico. El streaming.

TEÓRICO Y PRÁCTICO. Alfredo Fénik tanto piensa el teatro como lo realiza, con sus obras y sus puestas. TEÓRICO Y PRÁCTICO. Alfredo Fénik tanto piensa el teatro como lo realiza, con sus obras y sus puestas.

Alfredo Fénik no descalifica a los nuevos soportes en los que circula el arte, empujado por el coronavirus a la virtualidad el año pasado. Referente tucumano de los escenarios y en la pantalla, con varias películas en su haber e innumerable cantidad de obras puestas, resume en sólo dos palabras los requisitos para que el teatro exista como expresión con identidad propia: diálogo y conflicto.

Pero no es todo tan simple ni reduccionista en su planteo. “Las nuevas formas o géneros teatrales, que engloban todo el ritual en donde se crea el teatro, irán creciendo incontenibles y en todas direcciones. Basta que se obedezca a dos requerimientos: el diálogo y el conflicto, con el propósito de lograr la comunión con el público”, le precisa a LA GACETA.

El diálogo surgió con motivo del lanzamiento de su nuevo libro, un estudio teórico de 123 páginas que tiene segunda edición tras la inaugural de tres décadas atrás: “Mito y teatro” reune en cuatro capítulos momentos esenciales de este arte, y se llaman “Rito y teatro”; “Teatro y región”; “Poética de Aristóteles” y “El Teatro y su Doble: Antonín Artaud”.

Fénik regresa así al estudio de los fundamentos artísticos luego de un extenso paso por la dramaturgia, donde se abocó a desarrollar personajes y hechos tucumanos poco conocidos, pensando en su puesta en escena y divulgación (textos que fueron reunidos con el nombre común de “Próceres de Tucumán... ¡a escena!”, en dos tomos). Cerca de una veintena de obras llevan su firma, listado que también incluye versiones dramáticas de novelas conocidas, que están rumbo al escenario en este año.

Si bien aclara que no ha visto teatro por streaming durante la pandemia, asevera que “es un arte que siempre se va renovando, que atravesó y se sumó a las nuevas tecnologías que fueron apareciendo como la radio o la televisión y ahora está haciendo lo mismo en internet; es una de las grandes virtudes del teatro, se adapta al medio”.

“Claro que haría una puesta en escena por streaming si tuviese una propuesta concreta. Al final, si no se lo experimenta, uno no sabe si el rechazo inicial no es por mero prejuicio”, remarca.

- ¿Cómo definiste el contenido de este libro?

- Tiene su historia, como todo. Alrededor de 1984 integraba un grupo en el cual todos eran egresados universitarios menos yo, que venía del Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico (estudió en la Capital Federal). La profesora Genié Valentié lo dictaba y dirigía. Llegué a ellos gracias a mi querida mujer, que vio en LA GACETA un anuncio de Valentié en el sentido de que estaba a punto de comenzar el curso sobre Mitho y Logo. Tomé contacto y me explicó que era el Mitho, el Rito y el Logos. Quedé deslumbrado y me uní a ese colectivo, integrado por renombrados profesores titulares actuales de la UNT.

- ¿Por qué elegiste los temas de cada capítulo?

- Pues sencillamente por su conexión con el teatro. Y porque grandes historiadores del Teatro, como Allardyce Nicoll, con su “Historia del Teatro Mundial” o Kenneth McGowan y William Menlitz en “Edades de Oro del Teatro” afirmaban que no se sabía cuál era su origen. Que se presumía que los hermanos indígenas practicaban celebraciones lejanas mediantes ritos que podrían compararse con las representaciones teatrales. Entonces comprendí el vacío que muchos más atribuían al nacimiento del teatro relegándolo a los griegos y a Aristóteles, que reinó con su Poética durante más de 2.000 años.

- ¿Cuál sería el vínculo que une los capítulos del libro?

- Justamente el mito. Pero este aspecto no solo es patrimonio del teatro. Por las mismas razones, el mito dio origen a las religiones, a la medicina, al arte... Es lo que hace más coherente a la historia de la humanidad. El teatro, ya se ha dicho, es rito, lo cual a su vez es mito en acción. Y al teatro ya lo he definido como una acción representada en comunión.

- ¿Por qué el salto temporal y la inclusión de Artaud?

- Porque Artaud terminó con la vigencia de Aristóteles el siglo pasado, dándole vacaciones a la unidad de tiempo, de lugar y de acción, entre otros temas.

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