Prevención, la mejor arma para vencer el HLB

Prevención, la mejor arma para vencer el HLB

El llamado “cáncer de los cítricos” es cosa seria. Países donde no lo tomaron con seriedad están sufriendo graves pérdidas económicas. En la Argentina ya está presente; en particular, en provincias del NEA. Hoy más que nunca se debe profundizar el buen trabajo en conjunto que el Senasa, junto a Gobiernos y a productores vienen haciendo contra la enfermedad.

Prevención, la mejor arma para vencer el HLB

La edición de hoy del suplemento Rural de LA GACETA se dedica a informar a los productores citrícolas de Tucumán sobre la situación del HLB en la Argentina y, en especial, en nuestra provincia, para que puedan actualizarse sobre lo que está pasando con esta peligrosa enfermedad bacteriana que perjudica a los cítricos de todo el mundo.

En nuestro país -más precisamente, en el NEA- ya está presente; y de manera peligrosa se fue acercando al NOA, con la aparición de focos puntuales que fueron erradicados rápidamente gracias a las medidas de prevención de las que dispone el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), organismo que recibe la colaboración permanente del sector privado y de los Gobiernos provinciales.

Resulta necesario recordar que las acciones de prevención se siguen realizando en el ámbito provincial y en las fronteras de la región, que debieron adecuarse a los protocolos de seguridad sanitaria impuestas por cada una de las provincias citrícolas del NOA.

Es claro que la premisa de todo lo que se había venido haciendo desde antes de la pandemia de la covid-19, de lo que se hizo durante esta y lo que se debe seguir haciendo luego -siempre de manera coordinada entre los factores intervinientes- es prevenir el ingreso y/o la diseminación del HLB en la región.

Consejos foráneos

Los técnicos y especialistas de los países en donde hoy está presente la enfermedad -que están sufriendo grandes pérdidas económicas por no haberla tomado en serio en el momento oportuno- afirman que la prevención en todo sentido y a tiempo es el arma que puede evitar que aparezca esta peligrosa enfermedad o minimizar sus efectos de forma importante, en caso de que ya haya aparecido. Para esto, las barreras, el control del movimiento de frutas y de material vegetal y los monitoreos en fincas y aledaños del vector y la bacteria son fundamentales.

En diferentes charlas y exposiciones que se dieron de manera permanente antes de la aparición de la covid-19 en la provincia y en la región, los técnicos expresaron estas afirmaciones, y en el caso del NOA donde la enfermedad todavía no está presente, podemos lograr el objetivo buscado de prevenir su ingreso y/o estar bien preparados por si aparece.

En las charlas online brindadas por los técnicos de la Eeaoc -que se publican en esta edición- reafirman que se debe seguir procediendo de ese modo.

No se debe bajar nunca los brazos; por el contrario, hay que seguir trabajando coordinadamente para lograr el objetivo buscado. Y en esto productores, técnicos, Gobiernos, Senasa e instituciones de investigación van -y trabajan- todos en esa línea.

Decir cómo funciona el cluster citrícola y el éxito que tiene en los mercados del mundo donde se comercializa su fruta fresca y se utilizan sus productos industrializados ya resulta suficiente para seguir en ese camino. Esa ruta debe seguir siendo transitada; reorientando lo que no se viene haciendo bien, y fortificando aquellas acciones que dieron éxito.

El HLB preocupa, y mucho, debido a lo que pasa con la enfermedad y con su vector en Misiones, en Corrientes y en Entre Ríos, donde están presentes en plantaciones comerciales y traspatio. A estas se suman Chaco, Formosa y Santiago del Estero, provincias que se encuentran bajo un plan de contingencia, donde se eliminaron los focos que se presentaron y están bajo vigilancia permanente.

Todos afirman que la prevención es la única herramienta para salir victoriosos en la lucha contra el HLB. A esto se debe sumar la detección temprana del vector y de la enfermedad, por medio del monitoreo en todas las áreas citrícolas y en sus adyacencias, a lo que se debe agregar también el compromiso de la sociedad en su conjunto de cumplir con todas las normativas vigentes.

Por suerte todos los involucrados en la actividad citrícola de la región entienden que la lucha debe ser sin cuartel. El panorama en cuanto al avance del HLB en el mundo y en nuestro país es grave, por lo que hoy se debe seguir trabajando en conjunto para pulir aspectos técnicos, administrativos, logísticos, de comunicación y financieros para que las herramientas y normativas existentes tengan mejor efecto para prevenir y para evitar el ingreso y el avance de esta peligrosa enfermedad.

Siempre dijimos que todos deben ser partícipes para que el HLB no aparezca en nuestra región. Y en este sentido, la coordinación y la implementación de planes de acción -en aspectos productivos, fitosanitarios, de control y de comunicación en la que actualmente se trabaja y los cuales deben profundizarse- resultan claves para alcanzar el objetivo de que el HLB no ingrese o demore en hacerlo y, en este último caso, estar totalmente preparado para enfrentarlo con éxito.

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