Interviniendo en la naturaleza, el arte de Walter Tolaba tiene gran carga ritual

Walter Tolaba vive en el Barrio 11 de Marzo, en una realidad muy cruda, donde las experiencias de las personas son muchas veces extremas. “En un contexto así se viven situaciones sociales de mucha vulnerabilidad social y humana, y animal, violencia de género, vidas perdidas indebidamente, innecesariamente”, le cuenta a este columnista, durante una entrevista con LA GACETA.

El artista reconoce que sus estudios en la Facultad de Artes le costaron un esfuerzo doble. Proviene de Santa María, Catamarca, y está comprometido con las luchas de las comunidades aborígenes, entre otras. “Cuando salís del terruño del lugar uno tiene una identidad, una cultura, una forma de vida un ritmo diferente, y llegás a la ciudad y todo es distinto, la idiosincrasia de esta sociedad de otro territorio provincial de alguna manera cambia, a veces mucho”, explica.

Walter Tolaba reivindica con sus trabajos un territorio y la idiosincrasia de un lugar, “también trabajo en el concepto de autorreferencialidad, pues de acuerdo a eso produzco mis piezas”, añade. Entre sus referentes cita a Ay Wei y Andy Goldsworth y a los tucumanos Gabriel Chaile y Sandro Pereira.

Con su pareja, realiza instrumentos de música. Admite que sus obras tiene un carácter ritual. “Por sus gestos, por sus intenciones, y por la imagen y por las sensaciones que producen”.

- Cuando producís tus obras, ¿qué piensas?

- En muchas cosas: pienso más que todo en el concepto, en lo estético, y que eso pueda producir una reflexión; sobre mi autorreferencialidad, sobre el paisaje, sobre la identidad, la cultura, sobre el arte, mi cuerpo, sobre mi contexto actual de la sociedad. Mis circunstancias para producir son precarias, uso eso mismo a mi favor , no es impedimento para decir lo que quiero decir; sé trocar los limites de los materiales y los descubro; es todo un desafío pero el proceso, el concepto, la imagen y lo que le hago decir a los materiales es lo que más me interesa. Reflexiono con qué materiales voy a trabajar de donde provienen esos materiales, qué puedo decir con ellos y con mi cuerpo, a dónde van a parar después esos materiales , trabajo con materiales vulnerables, desechos, reciclados, encontrados en el mismo contexto que voy a realizar la obra; solo cuento con la intención de crear un hecho artístico , un hecho estético, y que eso pueda producir una reflexión.

- Partís de una posición ideológica, tengo entendido.

- Realizo instalaciones, intervenciones en el paisaje, videoarte, performance, pintura, cerámica, foto. Decididamente hago arte contemporáneo. Mis trabajos tienen puntos de reflexión y el registro del territorio, la identidad, la historia, el viaje, el mapa, el paisaje, a naturaleza, el cuerpo... Reivindico el territorio y la idiosincracia de un lugar. Me reivindico a mí mismo y a muchas personas que habitan en mí. Me reconozco descendiente de los pueblos originarios. Soy parte de dos comunidades del valle calchaquí, Ingamana y Quilmes, reflexiono mucho al respecto, sobre el arte indígena, sobre la artesanía, sobre el arte hegemónico occidental, y sus maneras de llamarse así mismo. Pero también considero que hay que vivir dignamente. El problema de la reivindicación a mi punto de vista está y viene desde la conquista, cuando surgió el concepto de la otredad, desde ese entonces surgió la diferencia; por supuesto el problema es de ellos, de los conquistadores, ellos eran los extraños. Yo pregunto, hasta en la actualidad es palpable la discriminación y la estigmatización, insisto el problema no es nuestro, el problema es de ellos, hubo un martillazo colonizador, desde cuando empezamos a ser lo que necesitamos querer ser reivindicados ante el otro ¿Por qué? ¿Esto siempre fue así?. Se estableció una mala costumbre que es creer tener el poder de la palabra para nombrarnos, a su gusto y placer, fue así a lo largo de la historia contada, mirada y escrita por los vencedores de ese entonces, pero la historia no termino aún.

- Entonces...

- Entonces uso al arte como algo excepcional que me brinda como medio para mostrar mis inquietudes, a través de otra manera de pensamiento arraigado desde mi cultura, otra mirada ni mejor ni peor, una más de lo diverso de las miradas que circulan en un mundo multicultural. Lo que más me interesa del arte contemporáneo son las posibilidades que me da de poder decir. me ofrece múltiples posibilidades creo que el mundo del arte es maravilloso y hermoso de transitarlo poder consumirlo y poder verlo, poder comprenderlo; el arte contemporáneo es apasionante y muy interesante poder saber por dónde bifurca con sus infinitos matices. Yo trabajaba en la Secretaría de Adicciones dando talleres de arte en los barrios más vulnerables de San Miguel de Tucumán; ahí descubrí una funcionalidad del arte que no la había visto antes y de la cual no me había percatado del poder transformador que puede tomar, creo que puede trasformar para bien, ciertas emociones negativas de una sociedad y de las personas, desde el lado justamente de trasformar esa densidad en lo exterior que salga a la luz que sea visible que ese dolor sea visible, poder decir, cuando ese dolor se dice ya daña, ya no molesta. El arte tiene mucho de eso de exteriorizar las emociones más profundas, en esas experiencias de trabajar con chicos con consumo problemático, con madres que perdieron a sus hijos por consecuencia del consumo problemático de las drogas. Pude tomar consciencia después de un largo tiempo que lo que hacía el arte realmente trasformaba.

- ¿Qué materiales prefieres?

- El material que más uso en mis trabajos es mi cuerpo. También uso mucho la tierra, el agua, las piedras, materiales naturales, bolsas artificiales. He trabajado con el fuego también, creo que ahí al trabajar con materiales naturales y cómo los trabajo tienen una carga muy ritual.