10 Septiembre 2020
"Nos demonizan", dijo el titular de la cámara de clínicas privadas
Eduardo Vega Olguín, presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatarios de Tucumán, enfatizó hoy que “demonizan” a los centros sanitarios privados, tras los reclamos del Gobierno y por no atender a casos de coronavirus. "Nos duele que funcionarios de turno nos quieran hacer aparecer como los malos de la película", reprochó.
“Desde febrero o marzo venimos planteando que es necesario que esto sea manejado por el Gobierno, en el Ministerio de Salud. Ellos tienen que organizar el sistema”, expresó en el programa “LA GACETA Central”. “No hemos podido llegar a esa instancia. Las respuestas que más hemos escuchado fue que ‘el hospital atenderá al que no tiene obra social, y los que tienen, a los sanatorios’”, añadió.
Vega Olguín aseguró que la red privada “tiene grandes dificultades” porque “el sistema no está unificado y organizado” para la asistencia e internación. "También le pedimos a la ministra (de Salud Rossana Chahla) que preveamos para que una persona no trabaje por la mañana en un sanatorio y en otro por la tarde o en un hospital o CAPS. Si se ha contagiado, esta persona llevará la enfermedad de un sector a otro", agregó.
Ante los reclamos
“Las personas que tienen coberturas de obras sociales o prepagas vienen pagando la cuota para que estas empresas respondan el día que necesiten, el día que tengan una enfermedad. Hace tiempo atrás, todos los sanatorios atendían a todas las obras sociales. Desde hace 15 o 20 años, eso ya no es así. Las obras sociales tomaron la decisión de hacer contratos preferenciales”, remarcó.
Teniendo en cuenta las declaraciones del directivo, la situación de pandemia ha expuesto este esquema. “Cuando alguien dice 'no me han querido atender', hay que ver qué ha acordado la obra social por la cobertura. O sea, las personas tienen que referirse a su obra social y pedir que le digan dónde lo atenderán y si hicieron el acuerdo por esta desgraciada enfermedad, que es el covid-19”, señaló.
El referente hizo hincapié también en que la pandemia ha generado “incrementos monstruosos en la atención”. “Como sucede en estos casos, los elementos que se utilizan para la protección y que costaban $ 6 o $ 10, pasaron a veces a valer hasta miles (de pesos). En el momento, alguien aprovecha hacer la diferencia”, argumentó.
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