Los nueve indicios que complicarían al sospechoso del crimen del padre Juárez

Los nueve indicios que complicarían al sospechoso del crimen del padre Juárez

Los defensores de Jorge Leonardo Herrera cuestionaron duramente la investigación que se está desarrollando para esclarecer el homicidio.

OTROS TIEMPOS. El acusado Herrera ahora se encuentra en un centro de detención, aislado del resto de los presos. OTROS TIEMPOS. El acusado Herrera ahora se encuentra en un centro de detención, aislado del resto de los presos.

Uno

Un recorrido tomado por las cámaras de seguridad

A través de las cámaras de seguridad de tres vecinos de la zona se captó la llegada del sacerdote a la vivienda de Norma Velárdez, la secretaria de la parroquia y mano derecha de Juárez. Media hora después, se ve salir a Herrera, hijo de la dueña de la casa ubicada en Hernán Cortés al 3.200, luego de que supuestamente cenara con ellos. El joven sería quien aparece estacionando en la cuadra del templo. Después de permanecer más de una hora en el lugar, se marcha.

“Se puede elaborar una teoría de estas características, pero las preguntas que nos hacemos es: ¿dónde se puede constatar que esa persona sea Herrera? ¿En algún lado se puede determinar que el auto blanco que aparece sea el de mi defendido? Las respuestas son simples y categóricas: no”, señalaron Manuel Pedernera y Lucas Ramón, los defensores del detenido.


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Dos

El móvil habría sido el robo de una importante suma de dinero

Según la teoría de la fiscal, el acusado habría pretendido quedarse con los U$S 60.000 que tenía el sacerdote en su casa. Según conjeturan los investigadores, se habría enterado de su existencia por los comentarios que habría deslizado su madre o el mismo sacerdote. Por ese motivo, podría haber abandonado su casa antes de que lo hiciera el sacerdote.

“No hay ningún indicio que pruebe esta teoría. La mujer nos confirmó que no sabía de la existencia de ese dinero, por lo que tampoco pudo haberlo sabido el joven. Todavía tampoco está claro cómo hizo el sacerdote, con todo el respeto que merece, para conseguir esa importante suma de dinero. Habría que indagar sobre ese tema porque ahí podría estar el móvil del crimen”, hizo hincapié Pedernera.



OTROS TIEMPOS. El acusado Herrera ahora se encuentra en un centro de detención, aislado del resto de los presos. OTROS TIEMPOS. El acusado Herrera ahora se encuentra en un centro de detención, aislado del resto de los presos.

Tres

Una coartada sin confirmar

Velárdez, cuando declaró ante la fiscala, dijo que su hijo se había retirado de la vivienda para visitar a su novia de Yerba Buena. Esa versión no pudo ser confirmada por el acusado, ya que se abstuvo de declarar. Los investigadores sólo consiguieron imágenes que lo ubican cerca del templo, por la zona de canal Sur y en su vivienda, por lo que la versión estaría prácticamente descartada. “En este tema puntual nos encontramos con un problema. El joven es muy mujeriego y la madre no pudo identificar cuál era la chica a la que debía visitar”, manifestó Pedernera.



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Cuatro

La permanencia del acusado en el templo de San Martín de Porres

Según las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad, el acusado habría permanecido entre las 22.06 y las 23.35 del pasado martes 21 en la casa parroquial. En ese tiempo, podría haber ingresado a la casa parroquial para buscar los dólares que supuestamente tenía guardado allí el sacerdote. Cuando estaba en el lugar, el cura podría haberlo sorprendido y por, temor a que lo denunciara, lo habría asesinado de 15 puñaladas. El defensor también renegó de esa teoría.

“Aquí hay una inconsistencia importante: no pudo ir a la iglesia a quedarse con los dólares porque no sabía de su existencia”, argumentó. También, después de revisar una y otra vez el informe de la autopsia, destacó: “la muerte se habría producido después de tres horas de haber cenado. Y según esa conclusión, sería a partir de las 24, cuando el joven, según las mismas imágenes de las cámaras que utilizaron para inculparlo, llegó a su vivienda a partir de las 23”, explicaron los defensores.


Cinco

Una prenda secuestrada del interior del vehículo

Para los investigadores, el allanamiento realizado el viernes 17 de julio fue clave. En el interior del Peugeot 308, el mismo vehículo que utilizó para supuestamente trasladarse hasta la casa parroquial de San Martín de Porres, se encontró una campera negra. El sospechoso, según los pesquisas, habría intentado esconderla sin éxito. Los pesquisas creen que es la misma con la que aparece el joven en las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad y que además podría tener manchas de sangre.

“Hasta el momento no hay ningún indicio de que esa prenda sea incriminatoria. Vuelvo insistir: hay muchos autos blancos y muchas camperas negras en la provincia y no por ello los que los tengan deben ser sospechosos en este caso”, sostuvieron los defensores de Herrera.


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Seis

Hallaron restos de sangre en una de las zapatillas de Herrera

Ayer se confirmó que en las suelas de las zapatillas que le secuestraron al sospechoso encontraron restos de sangre humana. Para la fiscala Giannoni este es otro indicio que complicaría al sospechoso. Los peritos del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) recolectaron muestras suficientes para que se realizara una pericia genética. El prestigioso genetista Gustavo Penacino se encargará de realizar el análisis en Buenos Aires. Además, ayer se inició la prueba que servirá para comparar las huellas que se encontraron en la escena del crimen con las del calzado del sospechoso.

“En las cámaras, aparece un joven con zapatillas blancas, y por lo que tengo entendido, las que se peritaron son oscuras. También es extraño que no hayan encontrado huellas con manchas de sangre en la escena del crimen y en el interior del vehículo”, reflexionó Pedernera. “De todas maneras, hay que ser mesurados a la hora de opinar sobre lo que puede suceder. No hay dudas que esta será una pericia clave. Puede ser incriminatoria, pero también absolutoria”, recalcó.


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Siete

Analizan dos armas blancas que habrían sido utilizadas en el caso

Hasta el momento, la Justicia tiene en su poder dos armas blancas que sospechan que podrían haber sido utilizadas para acabar con la vida del sacerdote. Una de ellas es una cortaplumas tipo sevillana que tenía en su poder el imputado cuando fue aprehendido. La otra es un cuchillo tipo puñal, que fue entregado el jueves por una mujer a la Policía. (Más detalles en la página 16). El médico forense opinó qué elemento se podría haber utilizado en el homicidio, y su descripción coincidiría con el puñal que fue entregado por una mujer.

“Esa es una de las cosas más descabelladas que aparecen en la causa. Primero había uno, después entregan otro sin que supiera cuál fue la razón. De pronto aparece en escena otra arma asesina. Esto es una locura”, cuestionó Pedernera.



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Ocho

La misteriosa aparición de colillas de cigarrillos

Fuera de la vivienda de la casa parroquial donde se produjo el crimen del padre Juárez se encontraron colillas de cigarrillos convertibles que habrían sido arrojadas en el lugar el día en el que fue asesinado el sacerdote porque los allegados dijeron que el día anterior no se encontraron esos desperdicios en el lugar. La fiscalía sospecha que los cigarrillos fueron fumados por la persona que ingresó para cometer el homicidio.

“Nos hemos cansado de decir que nuestro defendido no fumó nunca. En todo caso, este elementó confirmaría nuestra teoría de que él no tuvo nada que ver y que deberían investigar a otra persona”, explicaron los defensores.


Nueve

Analizan el celular del acusado

A diferencia de otros casos, los peritos del ECIF sólo están analizando un celular que pertenece a Herrera. Se lo secuestraron el en día que fue aprehendido. El sacerdote no tenía aparato y utilizaba el de un feligrés para dar misa en los tiempos del aislamiento; y el de la mujer que realizaba la limpieza en la casa parroquial. “Esos teléfonos también deberían ser analizados. Seguramente podría haber información muy útil para la causa o, por lo menos, determinar a quién llamaba el cura cuando necesitaba comunicarse con alguien”, concluyó Pedernera en una entrevista con LA GACETA.

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