Punto de vista: evitar que se estrellen

Punto de vista: evitar que se estrellen

24 Junio 2020

Doctora Gabriela Abad

Psicoanalista

El miedo, la angustia y la incertidumbre no siempre toman las formas que esperamos, no se expresan en palabras. En estos tiempos de covid, todos hemos experimentado la fragilidad del cuerpo y reaccionamos de mil maneras diferentes. Este panorama nos dejó a todos sin respuestas, teniendo que recurrir a las más sutiles creatividades para sostener y sostenernos. Nuestros jóvenes no quedan fuera de estos estados de ansiedad y angustia que todos experimentamos en tres meses transcurridos. Una vida en proyecto los espera y sienten que así, detenidos, se les escurre entre las manos. En el mejor de los casos lo manifiestan con algunos síntomas y plantean su malestar, digo que es lo mejor porque esto permite que los adultos de referencia puedan intervenir, hablar de lo que sucede, acompañar y sobre todo ayudar a poner en perspectiva.

Son los dueños del futuro, tienen la mayor de las ventajas en esta coyuntura y es el tiempo, sólo hay que poder frenar y esperar. Lo importante es que podamos acompañar, padres, maestros, entrenadores etcétera, estar atentos, hacer propuestas y sobre todo demandarlos, solicitarlos y no dejarlos olvidados frente a alguna pantalla. Esos descuidos, indiferencias, o el otro rostro de lo mismo, que es el estar encima intensamente, más que la cuarentena en sí misma, son los que traen esos estados tan terribles de melancolizaciones, abulias, consumos problemáticos, autoagresiones y violencia.

En muchos casos este detenerse en las casas sirvió para que la gente se vea y se escuche; obvio que esto no fue sin líos, peleas y discusiones, pero en muchos casos eran necesarias.

En esta situación lo más importante es armar redes para sostenernos y atravesar lo traumático, por eso en los estudios y aún en los trabajos de los más jóvenes tenemos que ayudarlos en la espera, activa, con tareas, compromisos y responsabilidades, pero sabiendo que las hacemos para cuidarnos y cuidarlos y no porque “deben” ganar tiempo, eso sólo los lleva a precipitarlos, con los serios peligros de incitarlos a que se estrellen.

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