El equipo, la gran figura del título de Atlético en el ‘87

El equipo, la gran figura del título de Atlético en el ‘87

Tenía grandes jugadores, pero el “Decano” llegó al Nacional B gracias a un trabajo colectivo.

11 CAMPEONES. Arriba, de izquierda a derecha: García, Diamante, Albornoz, Lencina y Mónaco; abajo: Cáceres, Maidana, Iriarte, Aredes, Reartez y Apud. 11 CAMPEONES. Arriba, de izquierda a derecha: García, Diamante, Albornoz, Lencina y Mónaco; abajo: Cáceres, Maidana, Iriarte, Aredes, Reartez y Apud.

La historia de los equipos de fútbol se escribe en libros de forma colectiva. Autores de todas las épocas aportan sus páginas. Dichosos los que la vieron en vivo y útiles para los que no pudieron hacerlo. Aunque el simpatizante de Atlético se enamoró de los acontecimientos que se produjeron en la última década, no es menos relevante los hechos que llevaron a los “decanos” a posicionarse como uno de los referentes del interior del país, mas atrás en el tiempo.

Uno de ellos fue lo que los fanáticos vivieron hace exactamente 33 años, en aquel 14 de junio de 1987. Ese día, un grupo de futbolistas encabezado por un cuerpo técnico que siempre creyó en sus fuerzas, le dieron al club de 25 de Mayo y Chile, uno de los mayores logros de su vida deportiva: el primer y ansiado ascenso a la Primera B Nacional.

Esa tarde en el Monumental José Fierro, Atlético le ganó 2-0 a Sarmiento de Chaco con dos tantos de Raúl Heriberto Aredes, en el segundo partido de la serie final del Torneo del Interior. En el partido de ida, luego de remontar un 0-2 adverso, logró regresar de Resistencia con un 3-2 que le abrió la puerta a la segunda categoría del fútbol argentino.

Aquella épica jornada fue muy valorada por los y las hinchas, por haberla concretado con un plantel donde la mayoría eran jugadores del medio local, como también así su cuerpo técnico, donde salvo Carlos Abatte- que era uruguayo- el resto vivía “a la vuelta de la casa”, como solía decir el famoso periodista Luis Rey.

“El orgullo que teníamos y que seguimos teniendo por el resto de nuestros días es que ese ascenso, lo conseguimos con el esfuerzo de absolutamente todos. Ese ascenso no es propiedad de nadie en particular, sino de todos. Nosotros nos habíamos concientizado que el objetivo era posible en la medida que cada uno, desde el lugar que ocupaba, pusiéramos ese granito de arena que se necesita para ganar grandes cosas”, recuerda Fabián García, una de las figuras de aquel equipo. Él se inició en Central Norte, pero que desde esos tiempos, abrazó para siempre su pasión por la camiseta “albiceleste”.

Para el popular “Cuchi”, una de las claves de aquella consagración fue el convencimiento que tuvo el grupo para superar las situaciones desfavorables que se le presentaron desde el inicio del certamen. “Es que en estos momentos, Atlético no vivía la bonanza económica que hoy atraviesa. Eso nos llevó a viajar por todo el país en micro para jugar los partidos. La única vez que viajamos en avión, fue en ese viaje que hicimos a Buenos Aires para jugar con Estudiantes de Buenos Aires, por los octavos de final. Ese grupo tenía una humildad enorme y siempre le puso el pecho a las balas. Quienes tuvieron la posibilidad de ver trabajar a ese plantel reconocerán que le sobraba esfuerzo y humildad. Además había grandes jugadores como el ‘Zurdo’ Aredes) y el ‘Turco’ (Antonio Apud) que ya eran verdaderos cracks. El resto éramos futbolistas que sabíamos que teníamos que aportar lo nuestro para que esa campaña tuviera el mejor final”, agregó el volante por derecha que tenían los “decanos” en ese entonces.

Cuando le preguntamos a García, cuando se convencieron que podían llegar a definir el ascenso a la Primera B Nacional, fue contundente: “Ese partido de ida que le ganamos 1-0 a Estudiantes de Buenos Aires como visitante, nos terminó por convencer que estábamos para ascender. Le habíamos ganado a un equipo que era el mejor de la categoría y estaba conformado por jugadores con pasado en clubes de Primera. En la revancha, nos costó un tremendo esfuerzo lograr ese 0-0 que nos hizo pasar de ronda. Esa fue la llave más complicada que nos tocó jugar, por eso cuando la superamos, sabíamos que ascender no era solo una expresión de deseo. Y el tiempo, nos terminó dando la razón”.

Prueba de la amistad que se fue consolidando con el tiempo, hoy la mayoría de ese plantel está en un grupo de whatsapp que se denomina “Ascenso 87” donde en el día a día renueva ese sentimiento que reconocen los acompañará por siempre.

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