Puntos de vista: cómo se sale de la cuarentena

Puntos de vista: cómo se sale de la cuarentena

ARCHIVO ARCHIVO
26 Abril 2020

Por Francisco Javier Viejobueno -  Psicólogo, docente de la Unsta

La salida de la cuarentena tiene que ser premeditada, es decir, con una preparación interior. Escucho mucho a pacientes que tienen ansiedad por salir a resolver todas las cosas pendientes que les quedaron afuera. Pero la vida no vuelve a la normalidad en un 100%, por lo tanto debe hacerse con responsabilidad, pensando en que de su acción depende el bien de todos. Entonces, que esa ansiedad no nos sobrepase y nos haga perder el uso de la razón. Por otro lado, veo un temor exagerado al contagio. Muchos magnifican la situación y el temor es que crear un monstruo inmanejable.
A partir de ahora el mundo va cambiar, pero no creo que sea en el modo de relacionarnos, me refiero a los abrazos y besos, que nos caracteriza como latinos. El mundo va a cambiar pero en un sentido diferente. Este tiempo nos ha permitido tomar conciencia de la importancia del otro, que la rutina nos hacía perder de vista. Creo que la gente se ha dado cuenta de la necesidad de dedicarle más tiempo a la familia, a la pareja, a los hijos, a disfrutar de un libro o simplemente de ver un atardecer. Creo que son estos aprendizajes los que pueden hacer de nosotros una sociedad diferente a partir de ahora.

La importancia de la familia

Por Irene María Gutiérrez / psicóloga - licenciada en Ciencias para la Familia

El mundo ha hecho cambios muy grandes. Pero uno de los riesgos más grandes es el miedo a relacionarnos con el otro por temor al contagio, algo que se ha producido por la mala información que circula por los medios y redes sociales y también por algunas posturas individuales. Esto lleva a prácticas que no comparto como la acusación a personas porque viajaron al exterior, e incluso a decir que esta es una enfermedad de ricos. Todas estas actitudes no ayudan a una sociedad mejor, todo lo contrario.

La tarea que nos queda a los psicólogos después de esto es tratar de sacar el miedo de relacionarnos con el otro que se ha instaurado en algunas personas. Sacar la percepción de que el otro es un peligro como agente de contagio. Hay que volver a establecer lazos de confianza con uno mismo y los demás. El aislamiento ha roto la posibilidad de pensarnos como seres sociales, y en esto no hay que perder de vista el trabajo con la familia porque es la escuela de sociabilidad del ser humano.

Vemos un resurgimiento espiritual

Padre Luis Zazano / director de Misioneros Digitales

Creo que hay una apertura hacia lo espiritual y religioso en este tiempo de aislamiento. Muchos católicos estamos en esta situación. Esto se vio favorecido por este servicio novedoso que ha puesto la Iglesia al alcance de los fieles, que es la oferta de misas por Internet y de hasta cursos y retiros espirituales vía on line. Hay muchas personas interesadas en una dirección espiritual, ya sea porque en esta situación se sienten más cerca de Dios o porque piensan que Dios está enojado con la humanidad.

Es cierto que la misa en línea no suple la presencial, pero la práctica religiosa personal se ha ido profundizando en los últimos tiempos, también alentada por esta propuesta de la casa-iglesia o la iglesia en el hogar, que ya existía desde el siglo I pero que se ha acentuado por esta situación.

La bendición Urbi et Orbi , para todos los pueblos y todas las ciudades, la da el Papa desde la Edad Media y ahora se realizó de manera virtual a través de los medios y de las redes sociales. Vemos como toda esta situación ha marcado el resurgimiento de la vida espiritual.

El sedentarismo es factor de riesgo

Agustina Abalsa / médica cardióloga y deportóloga y deportista

Hacer algún tipo de actividad física es esencial en estos momentos de aislamiento. El sedentarismo trae muchas complicaciones. Es un factor de riesgo cardiovascular, pero también impacta en la salud psicológica de las personas, ya que juega en contra cuando hay predisposición a la ansiedad o a la depresión, y más en estos tiempos de encierro.

El sedentarismo también puede afectar enfermedades preexistentes o desencadenarlas. En el caso de las personas mayores afecta las articulaciones y la musculatura. La actividad física favorece al sistema respiratorio y a la inmunidad. Por todo esto hay que empezar a moverse. Si nunca se ha hecho actividad física, comenzar de a poco, con ejercicio de baja intensidad, volumen y tiempo.

Y algo importante es relacionar esta actividad con algo placentero. Es decir que si a la persona le gusta el baile, una buena opción puede ser comenzar con 30 minutos de zumba. Pero no todos los días, sino en forma progresiva. Primero pueden ser tres días a la semana y después de una semana comenzar a aumentar cinco minutos más y a la otra semana agregar un día más. Y no olvidar ejercicios de fortalecimiento muscular y de flexibilidad.


Esta nota es de acceso libre.
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios