Por Gustavo Frías Silva
18 Abril 2020
Reporte Rural: atentos, para reducir al máximo las pérdidas
No sin algunos inconvenientes, en Tucumán ya comenzó la trilla de la soja. Muy en especial dentro del actual contexto, afectado por las disposiciones de seguridad que se dan en torno de la covid-19, los productores deben hacer caso a las recomendaciones de los técnicos de los organismos especializados, para optimizar lo cosechado.
La presencia del coronavirus en el mundo y, por ende, en nuestro país, modificó la forma de trabajar de muchos sectores productivos. Estos debieron adaptarse para evitar contagios y la diseminación del virus, pero, a la vez, sacar de los campos todo lo producido.
Actualmente en Tucumán se están cosechando lotes de soja con diversas dificultades. Pero dejando de lado esos temas, que no admiten discusión -en cuanto a los cuidados que se deben tener para que la covid-19 no contagie a los trabajadores del campo-, resulta necesario que ciertas cuestiones técnicas se cumplan, para que las pérdidas en trilla no afecten aun más los resultados.
La soja en la región sufrió un sinnúmero de dificultades climáticas, que afectaron su desarrollo desde el momento mismo de la siembra. Ahora, al momento en que finaliza su ciclo de cultivo, algunas lluvias retrasan la trilla, y el cumplimiento de los protocolos de seguridad, en el marco la pandemia, genera demoras.
Debido a ello resulta de vital importancia que se tengan muy presentes las recomendaciones que dan los organismos de investigación, al respecto de este tema.
Las voces autorizadas
Diferentes informes realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) afirman que deben tomarse recaudos durante la trilla cuando se presentan situaciones de cultivos irregulares, que sufrieron diversos inconvenientes durante el crecimiento y durante el desarrollo -a raíz de las inclemencias climáticas que se presentaron durante su ciclo de cultivo-, lo que suele generar plantas bajas y de poco despegue del suelo. Si no se toman estos cuidados aumentan las probabilidades de pérdida al momento de la cosecha. Por el contrario, estas se pueden reducir si se obedecen las recomendaciones técnicas que formulan estos organismos.
Cuando los cultivos se presentan como plantas de baja altura y con vainas muy próximas al suelo se recomienda hacer regulaciones en las diferentes partes que componen la cosechadora.
En referencia al cabezal de la máquina, se recomienda implementar una velocidad de avance lo más baja posible, con el fin de darle mayor oportunidad al cabezal sojero de captar estas plantas de bajo volumen, sin que las pase por encima. Además se debe adaptar el molinete con kits especiales -como paletas de goma-, para que levante sojas de bajo volumen vegetativo o que se encuentren volcadas o muy inclinadas.
Pero cuando se enfrenten a un cultivo de crecimiento normal y con buen desarrollo, estos complementos deben ser extraídos, ya que pueden ser causantes de pérdidas.
Las recomendaciones generales apuntan a que se controle el estado general de cuchillas y de puntones, así como que se remplacen los elementos deteriorados, tarea que debe darse a diario ante un cultivo de desarrollo normal, pero más aun ante un cultivo que fue afectado por las inclemencias climáticas.
En lo referente a la regulación del sistema de trilla, separación y limpieza, los técnicos manifiestan que es necesario estar atentos al residuo de cosecha.
Cuando se trilla se separa el grano de las otras partes de la planta, sin provocar un excesivo desmenuzado del resto de cosecha, que origine pérdidas.
Siempre resulta importante realizar un buen mantenimiento de los componentes, para contribuir a un buen trabajo de trilla y evitar elevadas pérdidas por cola.
Se aconseja trabajar con valores de revoluciones adecuados y recomendados, según el estado del cultivo; ya sea en rotores axiales y en los cilindros convencionales.
Es importante destacar que si se detecta daño mecánico en el grano conviene reducir las revoluciones por minuto del sistema de trilla, manteniendo la velocidad de avance. Si persiste el daño mecánico, será necesario aumentar la luz de trilla cilindro-cóncavo.
Para evitar el daño mecánico provocado por los sinfines de descarga, se recomienda, en general, no descargar totalmente la tolva y detener la descarga cuando comienza a descubrirse el protector del sinfín inferior de la tolva.
Los técnicos siempre aconsejan que los productores tengan presente en medir las pérdidas de cosecha durante toda la jornada de trabajo -según las metodologías de los organismos de investigación-, para conocer qué sucede en diferentes sectores del lote que están siendo trillados.
Sin dudas que a pesar de las actuales condiciones de trabajo que se deben llevar a cabo por la cuarentena reinante, será necesario tener en cuenta estas recomendaciones técnicas y evitar que las pérdidas en cosecha sean mayores y afecten aún más los rendimientos.
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