11 Enero 2020
No hace falta irse muy lejos para que los chicos puedan disfrutar de la experiencia de viajar, que -sin duda- es la mejor escuela de verano para ellos. Estas vacaciones cerca de casa pueden permitirles a los peques aprender geografía e historia en los lugares mismos donde los hechos sucedieron, y a los padres, repasarlas con ellos. Todo el NOA es una gran oportunidad para conocer la historia cotidiana nuestros pueblos originarios, o de las guerras de la Independencia.
Pero viajar permite además otros aprendizajes: tus chicos seguramente se encontrarán con otros niños viajeros, o con lugareños, y podrán descubrir que el mundo es grande y diverso: se encontrarán con diferentes perspectivas y formas de la vida, una manera de desarrollar la empatía y tolerancia.
Preparar el viaje juntos
Si no son muy chicos, puede ser muy interesante armar el viaje junto con los pequeños viajeros: mostrarles adónde vamos, enseñarles fotos del lugar o de las cosas ricas va a poder comer, mostrarle en un mapa el recorrido... todo eso los hará sentirse protagonistas y les permitirá empezar a disfrutar antes de haberse sentado en el asiento del auto o del ómnibus. Y si les das el mapa para que puedan seguir el recorrido, además los ayudarás a entretenerse.
Conviene que a esto agregues juegos, libros y juguetes, y hasta unas galletitas o fruta, para calmar la ansiedad.
Identificalos
Sabemos que los chicos son inquietos y, aunque estés con todos los sentidos puestos en ellos, siempre alguno puede perderse. Por eso, un complemento útil para que lleven durante todo el viaje es la pulsera identificativa. Puede comprarse una o hacerla casera con pulseras de goma o silicona. Allí debe figurar el nombre del niño y el teléfono de los padres. Si el plan es salir de la provincia, no olvides agregar el código de área.
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