01 Enero 2020
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Si bien el verano es esperado por muchos porque se pueden aprovechar más los días para hacer distintas actividades al aire libre, lo cierto es que la intensidad de las temperaturas se tornan casi insoportables. En ese sentido, es necesario tomar ciertos recaudos para preservar la salud, especialmente la de los niños. Ellos suelen ser los más vulnerables.
Julian Nassif, jefe de la sala 2 del Hospital de Niños, sostuvo que los cuadros de “golpe de calor” y gastroenteritis se encuentran al tope del ranking de las enfermedades más comunes durante esta época del año.
“La larga exposición a altas temperaturas combinadas con elevados niveles de humedad son un pase seguro a los golpes de calor. Este cuadro origina cefalea, vómitos, fiebre y un estado de decaimiento generalizado. En muchos casos también puede dar lugar a quemaduras solares. La piel no solo se pone roja y se lastima, sino que además la radiación ultravioleta va generando una especie de acumulación de lesiones que, a largo plazo, puede propiciar el desarrollo de lesiones precancerosas o de aún más complejidad como el cáncer de piel”, advirtió.
Respecto de afecciones como la gastritis, recomendó:
1- Lavarse las manos frecuentemente, tanto niños como adultos responsables de su alimentación.
2- Consumir agua potable. En caso de no poder acceder a ella, potabilizarla. Agregar de tres a cinco gotitas de lavandina por litro de agua o hervirla durante tres minutos.
3- Evitar hidratarse con bebidas de procedencia dudosa.
4- Elaborar y conservar de forma adecuada los alimentos, hacer especial hincapié en aquellos que no requieren cocción. Tener particular atención a los aderezos, puesto que en temperaturas inadecuadas dan lugar al desarrollo de microorganismos perjudiciales para la salud.
5- Sanitizar frutas y vegetales.
Otro caso común es la piodermitis o celulitis que es causada por la sudoración constante y muchas veces profusa en la pie. “La piel sufre, se mortifica y si no hay una higiene adecuada y diaria también pueden llegar a producirse lesiones aún más fuertes”, dijo. Frente a este cuadro aconsejó:
1- Tomar duchas repetidas, dos o tres veces al día. De esta forma, se arrastra la sudoración acumulada del cuerpo y se evita contraer infecciones.
2- Cambiar constantemente el pañal a bebés y niños. Evitar su uso prolongado dado que puede generar dermatitis.
3- Utilizar repelentes adecuados a la edad del niño, en el caso de bebés, poner un tul en el catre para resguardarlo de los insectos.
Por su parte, la Dra. Macarena Zelarayán remarcó la importancia de evitar la exposición al sol en determinados horarios: “desde las 11 hasta las 16 es mejor no tomar sol, en caso de que de igual forma debamos hacerlo por cuestiones ajenas o laborales, será fundamental usar medios protectores como una gorra o pañuelos. Además de hidratase con al menos 2 litros de agua por día y, en lo posible, usar prendas claras que cubran todo el cuerpo”, explicó.
En el verano, Tucumán suele convertirse en campo ideal para que aparezcan alacranes venenosos o mosquitos portadores de dengue. Por eso, siempre es necesario tener en cuenta algunos cuidados:
1- Asegurarse de que los zapatos estén limpios antes de ponérselos.
2- Limpiar bien debajo de camas, lugares oscuros o pequeños.
3- Colocar telas mosquiteras en ventanas.
4- Vaciar floreros, baldes y cualquier recipiente para evitar el estancamiento de agua.
Sin duda, otro escenario propicio para contraer enfermedades es la pileta. En niños, prevalece la otitis: “cuando los chicos están bajo el agua hacen movimientos inversos a la posición normal del cuerpo que permiten entrar agua a los conductos auditivos”, señaló el doctor Victorio Stock.
Para evitar esta situación el profesional recomendó enseñar a los niños a no permanecer demasiado tiempo bajo el agua, además de evitar categóricamente el uso de tapones para los oídos, puesto que colocarlo “significaría hacer mucha presión que solo produciría dolor. Además si lo ponemos mal va a entrar agua que quedará concentrada en el oído y producirá una otitis externa. Los conductos auditivos tienen que quedar ventilados”, explicó.
Cuidados de la piel
Conseguir una piel bronceada sin exponer el cuerpo a problemas de salud pareciera ser casi una odisea. "El bronceado es un mecanismo de defensa de la piel frente a la agresión de los rayos del sol. La piel trata de poner una barrera y, la única que tiene, es liberar más pigmento para broncearse. El problema es que no se broncea el que quiere, sino el que puede, las personas con fototipos bajos, es decir, muy blancas, no tienen capacidad de bronceado, entonces no se pueden defender. Por eso, ante la exposición se queman y luego siguen blancas”, explicó la médica dermatóloga Noelia Martínez.
También señaló la necesidad de protegerse no solo en el verano sino todo el año puesto que “hay áreas del cuerpo como las manos y la cara que siempre están expuestas, por lo tanto, pueden sufrir desde lesiones benignas hasta malignas”.
A propósito de los cuidados definió: “El factor de protección solar (FPS) que se recomienda usar siempre debe ser alto, 50+ y repetirlo cada 2 a 3 horas”, aconsejó.
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