07 Noviembre 2019
LA GACETA/ ARCHIVO
Luciano Pons se encuentra en su mejor momento desde que llegó al “Santo”. Con 10 goles, es el máximo goleador de la Primera Nacional; pero no se detiene. El mismo apetito voraz que muestra dentro del área, lo expone a diario. “Estoy muy contento por este arranque tan bueno”, dice dejando en claro qué en su vocabulario no existe la palabra relajación. “Hay que seguir trabajando con la misma humildad, el mismo sacrificio y las mismas ganas de seguir aprendiendo”.
Cada vez que marca un gol, Pons arma un corazón con sus manos o las levanta mirando al cielo. Es un ritual para él y espera poder repetirlo mucho más seguido en este campeonato. “El festejo con el corazón es para mi señora que me banca desde jugaba en Argentinos de Rosario. Ella hizo posible que llegue hasta acá”, asegura y ahonda más en el tema festejos. “Por otra parte, soy un agradecido a Dios. Siempre me ayuda y también esa mirada al cielo es para mis abuelos y mis sobrinos que están allí”.
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Justamente, su abuelo también fue pieza clave en su carrera. Él fue quien lo alentó a no bajar los brazos y a redoblar esfuerzos. “Siempre soñó con verme en la televisión y por suerte antes de que partiera lo pudo hacer. Eso es algo que nunca me voy a olvidar”, remata el “9”.
El duelo contra Gimnasia de Jujuy aparece en el horizonte y el apuesta todo a ganador. “Va a ser un partido muy duro. Ganó sus últimos dos partidos, tienen buenos jugadores y los conocemos más que nada por los amistosos que jugamos. Tenemos que tratar de estar tranquilos y manejar la pelota con intensidad y velocidad; y cuando encontremos los espacios, aprovecharlos”, sentencia Pons, el goleador incansable.
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