Por Bruno Farano
03 Noviembre 2019
A MANO. Luciatti y Parra se saludan al cierre del partido en Floresta. FOTO DE MATÍAS NÁPOLI ESCALERO / ESPECIAL PARA LA GACETA
Los que pensaban que el juego contra All Boys podía ser accesible se equivocaron. San Martín no la pasó bien en Floresta; jugó incómodo, cometió algunos errores y para colmo sintió el impacto de la injusta expulsión de Gonzalo Rodríguez.
Por eso, el punto debe ser valorado. San Martín sumó en el partido que peor jugó en el último tiempo y eso no es poca cosa.
No perder cuando se juega mal es una virtud de los equipos que quieren ser protagonistas y el “Santo” lo consiguió. Además, este empate le alcanzó para terminar tranquilo su aniversario y disfrutar de la cima en soledad, aunque sea, una semana más.
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