“Un escritor tiene que soñar con publicar cada cosa que escribe”

“Un escritor tiene que soñar con publicar cada cosa que escribe”

Luis Mey dará un taller para quienes sueñan con escribir novelas y cuentos. Herramientas clásicas y otras que son creación suya.

LUIS MEY. Es escritor, librero y tallerista. Vendrá con su clase de trucos para escribir el 7 de noviembre. LUIS MEY. Es escritor, librero y tallerista. Vendrá con su clase de trucos para escribir el 7 de noviembre. EL CRONISTA

Entre el 7 y el 9 de noviembre, el escritor y librero Luis Mey brindará un taller de escritura en la librería Libro de Oro, en la calle Corrientes 532. Durante los tres días que durará el curso, Mey les enseñará a sus alumnos tucumanos algunos trucos del oficio de escribir cuentos y novelas. “El taller es un gran resumen, o un intento de resumen, porque vamos a ampliar algunas cosas, de herramientas para mejorar el engaño o la interpelación. Cada cual verá después qué hace con eso”, explica Mey.

Homero no podría haber escrito la Ilíada ni la Odisea sin algunos de estos trucos, como las clásicas figuras retóricas de la hipérbole (exagerar) y la digresión (romper el hilo). Sin embargo, otras herramientas son modernas; algunas, novedades contemporáneas, y unas cuantas salieron de las ideas del profesor. Aunque para conocerlas, claro, habrá que ir al taller.

Trucos y libertades

“Intento dar muchos ejemplos y dar muchos ejercicios -transmite Mey-; si no, las herramientas son cosas tiradas en un pizarrón y no tienen mucho sentido. Entonces la idea es presentar un truco y después trabajar con los textos de los alumnos”. Esta dinámica de ida y vuelta suelta la mano con bastante facilidad y también permite ver cómo enfrenta cada aprendiz el desafío de sentarse a escribir: “esa es también la cosa: ver el estilo de cada escritor, observar cómo se lleva con las reglas, si asume algunas libertades personales y cómo lo hace. Así que voy a tratar de colaborar un poquito y no destruir nada, por supuesto”.

Hace algún tiempo, cuando empezó con un taller de escritura de cuatro meses en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, Mey primero aprendió el método clásico y después cambió algunas cosas que no le cerraban: por ejemplo, opinar demasiado sin instrumentos teóricos o trabajar poco sobre los textos de los alumnos.

“Entonces fui armando una carpeta de herramientas. Hoy tenemos un montón de técnicas de los nuevos clásicos, por llamarlos de alguna manera, como Roland Barthes, que decía que casi todo texto tiene que tener su gran adyacencia, ese cuento dentro del cuento que en realidad te engaña para que no veas hacia adónde va”, cuenta.

El oficio de escritor

Según Mey, existen algunas técnicas que permiten cumplir el desafío de escribir una novela: “no es tan complicado como parece y una vez que se termina una novela, la base ya está hecha. Eso es fundamental: el primer texto da el oficio. Sobre él se trabaja, se reescribe, se corrige, y después, con suerte, el segundo texto trae el arte”.

En cualquier caso, el aprendiz de escritor da el paso más importante el día en que comienza a creer que puede escribir y publicar una novela. “Un escritor tiene que soñar con publicar cada cosa que escribe -manifiesta Mey- porque a veces eso es lo único que te motiva en el día a día. Y además, claro, uno tiene que amar el oficio. A mí me gusta el momento de la escritura, eso de poner el mate al lado de la computadora, abrir la computadora y ponerme a escribir”.

El canon literario

Como lo prueban las celebridades póstumas, un escritor puede tener obras maestras guardadas en un cajón o un editor puede dejarlas en el olvido. “Los editores te pueden rechazar cosas buenas o aceptar cosas malas. Se equivocan y nos equivocamos. Se han impuesto cosas absurdas y han quedado inéditas otras que no lo merecían”, lamenta Mey.

Aunque existan reglas formales y normas de estilo, para Mey no hay forma de saber qué es buena literatura. “Uno no puede anticipar -asevera- qué harán los medios y las academias para decirle que sí o que no a un texto. El mercado también influye; el mundo es tan caótico que nadie puede conocer de antemano si un texto es bueno o malo”.

Leer muchísimo

Además, Mey señala la importancia, pero también el riesgo, de la lectura para la escritura. “Hay que leer muchísimo y hablar con absoluta naturalidad de cualquier autor del mundo, pero también es importante no escribir con la mochila de la literatura universal en la espalda. Si vas a medirte con eso, no vas a escribir nada”.

-¿La originalidad es imposible?

-El robo intelectual es casi inevitable. Ya todo está escrito. Picasso dice que el artista copia, que el genio roba. Pero sobre la base del estilo puede hacerse algo nuevo, aunque no sea más que un pequeño cambio.

Los aprendices de escritores que sueñan con hacer pequeños cambios podrán conocer algunos trucos en el taller de Mey. Libro de Oro les abrirá sus puertas para eso el jueves 7 de noviembre y el viernes 8, de 18 a 21, y el sábado 9, de 10 a 13.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios