23 Octubre 2019
PURA APARIENCIA. Gonzalo Véliz y Soledad Pereyra son Román y Claudia.
Claudia y Román sueñan con vivir en el exterior. Hartos de la crisis económica, con un hijo de siete años que no les hace ningún caso, hacinados en el departamento de un edificio deteriorado, con la angustia de no saber si llegan a fin de mes están a punto de estallar. La salida es Ezeiza, y para alcanzarla invitaron a cenar a un senador amigo con la esperanza de que los designe en una embajada europea.
“Locos de contento” encierra en su título la hipocresía de una pareja de clase media que aparenta lo que no siente. La comedia escrita por Jacobo Lagsner y representada por primera vez en 1991, mantiene plena actualidad, según la codirectora Viviana Perea, quien asume ese rol junto a Manuel Villarubia. Con las actuaciones de Soledad Pereyra y Gonzalo Veliz, la obra se estrenará esta noche en Sala Ross.
El texto propone situaciones externas extremas y acontecimientos desopilantes, con discusiones que van desde las relaciones sexuales al costo de los servicios públicos en un contexto cotidiano de fácil y rápida identificación por parte del público. “Los argentinos enfrentamos procesos cíclicos y los tenemos asumidos como algo habitual que va a pasar; cada tanto surge esa idea de irse, de mejorar afuera y luego volver. Lo que dicen los personales tiene mucha argentinidad, esa cosa resignada de que siempre vivimos lo mismo”, le dice Perea a LA GACETA.
- La estrenan en plena campaña.
- Me interesó montar esta obra en un año político, por lo que acepté la invitación y me sumé al proyecto. Queríamos estrenar antes, pero lo terminamos haciendo a pocos días de las elecciones.
- ¿En qué aspectos de la obra se registra lo cíclico del país?
- Se habla de la boleta de la luz que no pueden pagar, del corte del agua, del hijo que ya no soportan y al que culpan de todo, de la impotencia de él por los problemas de dinero... Son todas cosas dramáticas pero están abordadas desde el humor, que es lo que hace llevadera la obra. No terminan de solucionar un problema, que se les aparece otro. Por éso es que todo tiene un final abierto.
- En el imaginario, ¿ hay una solución mágica gracias a la política?
- En el dirigente político que ellos aguardan están cifradas todas sus esperanzas. Ellos miran a Europa, como todos, y no sólo los latinoamericanos, sino también los africanos que mueren en el mar.
- Ellos venden lo que no son...
- Se presentan como un matrimonio joven, exitoso, simpático, adorable, pero está en proceso de disolución. Venden lo que no existe para agradar al otro, es una trampa que se ve mucho en nuestra sociedad, está muy presente, es parte del ser argentino.
- Le suman un día a la agenda teatral.
- Los fines de semana están muy cargados de obra. Hacer un miércoles permite cortar con lo cotidiano, ampliar la oferta artística y apostar a una experiencia distinta.
ESTRENO
• A las 22 en Sala Ross (Laprida 135).
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