"En estos cuatro años, la Argentina se ha transformado en un paraíso de la usura"

"En estos cuatro años, la Argentina se ha transformado en un paraíso de la usura"

JUAN LUIS FERNÁNDEZ. Ministro de la Producción. ARCHIVO JUAN LUIS FERNÁNDEZ. Ministro de la Producción. ARCHIVO

Juan Luis Fernández no duda en afirmar que la gestión del gobernador, Juan Manzur, tuvo que desarrollarse en la adversidad frente a las políticas instrumentadas por el presidente, Mauricio Macri. En una charla con LA GACETA, el ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán aspira a que el Frente de Todos gane las elecciones para que el país tenga “un gobierno para todos los argentinos y no para unos pocos”.

- ¿Coincide con la idea de que el logro de la reapertura de mercados, como el caso del limón, es nacional?

- Es un logro del Estado Nacional, no es del Gobierno de Macri. En el caso de la apertura de los mercados para el limón tucumano en Estados Unidos, la India, México y Brasil son el resultado de muchos años de trabajo de los ingenieros y técnicos del Senasa, de la Estación Experimental y del Ministerio de Agricultura de la Nación y de los funcionarios de la Cancillería argentina. En el caso de Estados Unidos, son casi 18 años desde el cierre del mercado por decisión de un juez norteamericano y, desde ese momento, los equipos técnicos han venido trabajando para ofrecer un sistema de control sanitario aceptable para las autoridades de EEUU. Si; tanto tiempo, pero así también se logró las decisiones en otros países. No hay que dejar de mencionar que en 2016 y 2017 el gobernador Juan Manzur viajó al menos cuatro veces a EEUU y se entrevistó con las autoridades del Organismo Sanitario de ese país para plantear la necesidad de la apertura y sostener los argumentos del Senasa y del sector limonero tucumano.

- ¿Considera que las políticas nacionales han sido federales como lo enunció Etchevehere?

- Casualmente en el plano del desarrollo agropecuario es notable la ausencia de políticas federales. El Gobierno nacional y puntualmente el ministro de Agroindustria casi desactivó los programas de inversión. El Gobierno nacional ostenta el lamentable mérito de haber sido el peor ejecutor en la historia de los proyectos de inversión financiados por los organismos multilaterales de crédito, cuyo destino principal son las provincias. Unos U$S 6.000 millones en créditos a 25 años de plazo con tasas menores al 2% aprobados por el Banco Interamericano de Desarrollo están sin ejecutar, pagando comisiones de compromiso.

- Desde Juntos por el Cambio afirman que si se agitan los fantasmas del pasado, el país seguirá estancado...

- Con el Gobierno de Alberto Fernández la Argentina retomará el camino de la inversión, la mejora continua de su capacidad productiva, la generación de empleo genuino y la construcción de competitividad y de valor agregado. Ese Gobierno asegurará un valor de dólar competitivo y promoverá las exportaciones. Vamos a dejar atrás cuatro años de timba financiera, tasas de interés de usura, promoción ilimitada de la evasión de divisas, “asesinato de empresas” tal cual lo denomina el industrial Teddy Karagosian, líder de la industria textil. La centralidad estará en la producción y no en la especulación. El Gobierno de Macri ha transformado en estos cuatro años a la Argentina en un paraíso de la usura y la especulación, mientras destruía el tejido social y productivo y arrojaba a la pobreza y a la marginalidad de millones de argentinos.

- ¿Qué hizo la gestión de Manzur para cambiarle la cara a Tucumán?

- En este marco de políticas destructivas y casi salvajes del Gobierno nacional y en el aislamiento al que fue sometida la provincia, el Gobierno de Manzur ha centrado su gestión en la administración ordenada de los recursos públicos, el aseguramiento del buen funcionamiento de los servicios esenciales como la educación y la salud. Ha cuidado a la población de menores recursos y ha puesto un esfuerzo enorme en la construcción de redes y vínculos entre el Gobierno y los distintos actores sociales y productivos. Nunca como ahora en Tucumán la Universidad, los sindicatos, los empresarios de las distintas cámaras y sectores y los movimientos sociales tuvieron un diálogo franco, una relación fluida y una interacción permanente y enriquecedora con el gobernador. Esta política constituye las bases de lo que Tucumán puede crecer y desarrollarse en el marco de políticas nacionales como las que va a promover el Gobierno de Alberto Fernández.

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