Los museos debaten cómo ingresar al siglo XXI

Los museos debaten cómo ingresar al siglo XXI

Las instituciones públicas y privadas discuten sus políticas, mientras que los salones admiten nuevas propuestas y obras perecederas.

CON NUEVOS CRITERIOS. El Museo de la UNT convirtió su salón anual en un espacio de producción y experimentación más que de exhibición. CON NUEVOS CRITERIOS. El Museo de la UNT convirtió su salón anual en un espacio de producción y experimentación más que de exhibición.

No se discute mucho que el Malba es ya el museo más contemporáneo del país y con una infraestructura enriquecida que lo ha posicionado a nivel internacional. No obstante, la nueva directora que asumió ayer, la venezolana Gabriela Rangel, ha señalado: “el museo tiene que entrar al siglo XXI, hablarle a la gente (que está pensando con filtros tecnológicos y con el problema de la espectacularización del arte) de una manera diferente”. “La colección permanente es muy bella, muy clásica. Pero hay que investigar nuevas articulaciones. Este museo necesita el ADN del siglo XXI”, asegura la flamante funcionaria de la institución de Eduardo Costantini.

Que quede claro: si el Malba necesita, aún, entrar al siglo XXI, habrá que pensar lo que le falta al resto de las instituciones, públicas y privadas. Es una problemática en pleno debate.

Septiembre abre en esta provincia con la preproducción de sus dos salones más importantes: esta semana los artistas podrán inscribirse para el 47º Salón de Tucumán para el Ámbito Nacional de Artes Visuales, organizado por el Ente Cultural. Es de carácter multidisciplinario, con lo cual se dejó en el pasado desde 2016 el debate de los premios por categorías, en el que una pintura o un video, un grabado o un objeto, no podían competir como arte por sí; se aceptan, además, obras efímeras o perecederas. La Provincia, sin embargo, insiste en el objetivo de que el salón debe “aportar al desarrollo de una identidad”.

El Salón de Arte Contemporáneo del Museo de la UNT, en tanto, se convirtió en el último lustro en una plataforma de exhibición y se propone como un lugar de producción y experimentación. Aquí, se paga la realización de cuatro o cinco proyectos seleccionados y luego se galardona uno con el Gran Premio. Hasta el registro de una obra efímera que ya fue, puede participar.

Ambas propuestas están, pues, marcadas por la condición multidisciplinaria y transitoria del arte contemporáneo.

“Sistema del arte”

Este mes traerá, igualmente, el Programa en Formación del Arte Contemporáneo que se dictará en el mismo MUNT. Se pretende pensar la escena local como un “sistema del arte” y articular el trabajo de los diferentes factores y agentes de forma coherente en donde cada rol (artista, curador, crítico, galerista, coleccionista, marchand, gestor, etcétera) sea un trabajo especializado y profesional. Y se plantea actualizar los modelos pedagógicos en la enseñanza.

Podrá advertirse, de este modo, que no solo se debate el arte contemporáneo sino sus museos, que conflictúan su rol con el pasado. Más que la contemplación, estas instituciones buscan cómo interactuar con los espectadores; se demanda un receptor activo, no pasivo. Al respecto hubo aportes del pensador Boris Groys (“Arte en flujo”) que el MUNT tomó prestados: “Actualmente, el museo deja de ser un espacio de contemplación para ser un lugar donde suceden cosas. El flujo de eventos dentro del museo es hoy todavía más veloz que el flujo de lo que ocurre fuera de sus límites”.

Hay que advertir que, si bien el museo no indica directamente cómo debe ser el arte, al menos puede sugerir cómo no debe ser: hoy la “institución arte” está enviando un mensaje con la leyenda “total libertad”. Precisamente por ello, los artistas, tal vez, deberían tomar distancia de esa consigna de la institución y hacerla suya.

> Áreas educativas
Cómo acercar la comunidad
Un debate sobre los departamentos educativos se realizó hace un par de semanas entre los trabajadores de los museos. En las denominadas jornadas de educación que se efectuaron en esta ciudad, participaron ponentes de instituciones de otras provincias. “El rol que cumplen las áreas educativas es esencial en esta dinámica y en la construcción de un vínculo con los visitantes”, se indicó en la convocatoria a esa actividad. Una de las grandes preocupaciones es cómo acercar la comunidad a los museos y establecer vínculos con los visitantes. 

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