El oro y el moro: las dos caras de un River en modo Libertadores

El oro y el moro: las dos caras de un River en modo Libertadores

Gallardo apostó por un muleto en el torneo, pensando en la revancha con Cerro Porteño y en Superclásico, y Talleres se lo hizo pagar.

CAPA CAÍDA. El muleto de River perdió el invicto y la chance de liderar la Superliga. TÉLAM CAPA CAÍDA. El muleto de River perdió el invicto y la chance de liderar la Superliga. TÉLAM

Con la mente en modo Copa Libertadores y en el Superclásico por Superliga a la vuelta de la esquina, el River muleto fue un alma en pena en el Monumental ante un Talleres que se llevó una victoria por 1-0 tan justa como exigua. El golpe para el “Millonario” -que dilapidó la chance de alcanzar la cima del certamen- pudo haber sido aún más fuerte, de no ser por la resistencia encarnada en Franco Armani.

La “T” dio el batacazo en Núñez con un golazo de Nahuel Bustos, a los 62 minutos. Tras una excelente habilitación de Tomás Pochettino, el delantero dejó pagando a Javier Pinola, picó la pelota sobre el cuerpo de Franco Armani y corrió hasta empujarla sobre la línea de gol, tras una pisada, y cuando un defensor intentaba despejar.

Para River, que el jueves se jugará el pase a semis de Libertadores ante Cerro Porteño, la tarde-noche solo dejo un aspecto positivo: el estreno del chileno Paulo Díaz, única adquisición en su mercado de invierno. Pinola regresó tras una larga ausencia por lesión en un bajísimo nivel y fue expulsado sobre el epílogo. Y la delantera “suplente” -lujosa en los pergaminos, pero en la actualidad muy carente de ritmo- integrada por Ignacio Scocco y Lucas Pratto quedó en deuda.

Es verdad que de los 11 titulares en la victoria 2-0 sobre el “Ciclón” paraguayo solo repitieron Armani y Enzo Pérez (suspendido, no juega en Asunción). Es decir, que más que un equipo de Marcelo Gallardo hubo un “rejuntado” muy alejado de la versión “maquinita” de sus últimas presentaciones.

Tras dos minutos de agobio cerca de su área, Talleres descubrió muy pronto que estaba ante una chance inmejorable para lograr su tercera victoria como visitante ante los de la Banda Roja en la historia.

Pocchettino erró un gol imperdible, tras gran atajada de Armani ante remate de Nahuel Tenaglia. Y poco después el arquero se la jugó para neutralizar una incursión en soledad de Bustos. Otro “atajadón” de Armani a Bustos aseguró el cero sobre el final de los primeros 45.

Más allá de las oportunidades de gol, la “T” logró repartir el dominio del balón y merodear en muchísimas oportunidades el arco del local, sin efectividad. River, en cambio, apenas tuvo una en la primera etapa, una palomita de Díaz que desactivó el arquero Guido Herrera.

En el complemento, la tendencia se profundizó. Entre Andrés Cubas y Juan Ignacio Méndez coparon la mitad de la cancha y se veía caer el gol del conjunto del uruguayo Alexander Medina, que Bustos concretó en forma de obra de arte.

El “Muñeco” mandó a la cancha a Julián Álvarez primero, al “Tucu” Exequiel Palacios y finalmente a Rafael Santos Borré. Con tres en el fondo y vergüenza deportiva, River buscó con insistencia hasta el final, pero Talleres aguantó con la firmeza de sus centrales y la fiereza de todos.

La visita se llevó tres puntos que la acomodan en la tabla, con siete puntos en cuatro partidos. El anfitrión se fue pensando en que una vez más resignó puntos en el torneo local que seguramente lamentará más adelante. Pero, como sea, los hinchas cantaron todo el partido en referencia a Boca y a la Libertadores: en el “Mundo River”, copa sigue matando a Superliga.

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