28 Febrero 2019
FELICES. Los alumnos y Mili, con la silla diseñada por ellos. LA GACETA
Mauricio Arias, Mauro Kacharosky, Mauricio Fabián Diáz, Blaz Fuenzalida y Lautaro Aranda son alumnos de la Escuela Técnica N°1 Rafael Marino, pero también un eslabón fundamental en la vida de Milagros Robles, una niña de 12 años que padece parálisis cerebral.
El pasado 6 de febrero "Mili" recibió su silla postural hecha por los alumnos de la Práctica Profesionalizante, a cargo del profesor Fabián Serrano. Y lo que para ellos comenzó como una materia más, terminó como una gran lección de solidaridad.
La idea fue presentada por el profesor a los estudiantes, quienes decidieron poner manos a la obra y, luego de un arduo comienzo, lograron concretarla. “Al principio fue difícil porque no teníamos tanto uso de la máquina, pero con el paso del tiempo y la ayuda del profesor lo pudimos hacer y aprendimos bastante”, contó Kacharosky.
Por su parte, Lorena Sequeira, mamá de "Mili", reveló la emoción de la familia por tener la silla en casa para su hija. "Es muy difícil conseguirla y ahora estamos felices porque ella puede estar bien, cómoda y hacer todas sus actividades”, dijo.
El acceso a la silla es difícil por los altos costos que tiene. El valor de este dispositivo de discapacidad ronda los $ 150.000, pero gracias a la iniciativa de la Escuela de Tafí Viejo, el importe que tienen que destinar se reduce a $ 15.000. Incluso, el profesor contó que reciben muchas donaciones que permiten disminuir aún más ese importe.
La silla postural es de gran importancia para personas que sufren patologías como la de Milagros, debido a que les ayuda a no tener escoliosis en la columna, a impedir una luxación en la cadera y a mantener una buena postura. Por otra parte, también trae beneficios para el sistema digestivo y el respiratorio.
Un cambio en la vida de todos
La vida de "Mili" cambió y la alegría de los alumnos se pudo ver reflejada en ella. “Fue una gran emoción, una gran satisfacción saber que algo que salió de nuestras manos fue entregado a una persona que realmente lo necesitaba” afirmó Mauro.
“Dejás de verte a vos solamente reflejado en un proyecto, o ver la ganancia de recibirte, si no que comenzás a ver la felicidad que tienen otras personas porque es algo que necesitan y que no es muy accesible”, contó Mauricio.
"Mili" tampoco ocultó su felicidad... “¿Estás feliz vos de tener tu silla?”, le preguntó su mamá. Y ella, entre sonrisas, contestó que sí.
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