La certificación de calidad es clave para el crecimiento

En una economía de mercado, la competencia entre las empresas es uno de los ejes centrales para alentar el consumo y del crecimiento. Pero en un contexto de inestabilidad financiera y de demanda restringida por la elevada inflación -tal como el que atraviesa la macroeconomía nacional- las empresas y las PyME deben renovar sus estrategias para diferenciarse de los competidores.

Una de las alternativas es certificar normas de calidad, tanto para los procesos internos de producción como para los productos o servicios que comercializan las empresas y las PyME. Además, contar con certificaciones de calidad provistos por entidades oficiales abre posibilidades de acceder a nuevos mercados, tanto en el país y como en el exterior.

Sobre este punto, el director ejecutivo del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP Tucumán), Dirk Trotteyn, subrayó que las certificaciones de calidad ayudan a organizar la dinámica interna de las empresas y de las PyME para ser más eficaces con el manejo de los recursos. “Convalidar normas de calidad permite a las empresas ordenar sus procesos internos para ser más eficientes. A su vez, mejora la calidad de los productos y de los servicios que ofrecen”, analizó el directivo.

Este año, el IDEP afrontó una nueva auditoría externa de calidad, tras la cual obtuvo la Certificación del Sistema de Gestión Normas ISO 9001:2015, que otorgan el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) e IQNet, una entidad certificadora del ámbito internacional.

El sistema de gestión de calidad es un mecanismo que le permite al organismo funcionar de una manera esquemática y transparente para planear, ejecutar y controlar las actividades que desarrolla con el objetivo de promover la creación de nuevas empresas en Tucumán. El sistema de gestión de calidad alcanza a todos los servicios de asesoramiento que el instituto ofrece a empresas, a PyME y a emprendedores locales.

“Convalidar las normas de calidad ISO 9001:2015 exige al IDEP registrar información sobre los procesos de trabajo, para luego hacer evaluaciones que permitan mejorar la calidad y la eficiencia de los servicios dirigidos a la comunidad productiva de Tucumán”, explicó Trotteyn. En 2015, los equipos técnicos del IDEP confeccionaron el sistema de gestión de calidad, que luego recibió la primera certificación en la versión ISO 9001:2008. En abril de este año, el organismo obtuvo la recertificación.

El directivo afirmó que otro de los propósitos de actualizar las normas de calidad es impulsar a las empresas, a las PyME y a los emprendedores tucumanos para que certifiquen la calidad de sus operaciones. Recalcó que estos avales también fortalecen las estrategias comerciales de las empresas, porque las ayudan a diferenciarse de la competencia y abren las puertas a nuevos mercados.

“Hoy no existe la diferenciación de precios. Por este motivo, tener un sistema de gestión de calidad certificado debe ser transversal a todas las actividades de la economía. Los productos y los servicios deben contar con los avales de normas de calidad. Es una condición obligada para acceder a nuevos mercados, tanto locales como internacionales”, concluyó el directivo del IDEP Tucumán.