La Iglesia honró al Jesús que da la vida

El arzobispo, monseñor Carlos Sánchez reiteró que en la Argentina “no sobra nadie”, lo que motivó una lluvia de aplausos de la multitud

LA PROCESIÓN. Miles de fieles participaron de la manifestación de fe.  LA PROCESIÓN. Miles de fieles participaron de la manifestación de fe.
04 Junio 2018

Un Corpus Christi atravesado por la defensa de la vida vivió ayer la feligresía tucumana. El sitio elegido para la gran Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Jesús fue diferente al de todos los años: en lugar de la plaza Independencia, la celebración se hizo de manera excepcional en el Monumento al Bicentenario y frente a la Maternidad, dos símbolos fuertes para transmitir el mensaje de la Iglesia este año: “vale toda vida”, tanto la vida del ser humano, desde su concepción en el vientre materno hasta su muerte natural, como la de la madre. Pese al frío (8 grados de sensación térmica) hubo tres veces más fieles que años anteriores en la misma celebración, afirmaron sus organizadores.

Las 3.000 sillas que se colocaron para la misa no dieron abasto. Quedaron parados 1.000 ministros de la Comunión que se consagraron ayer, un centenar de abanderados, escoltas y docentes, y cientos de fieles que llegaron desde las 47 parroquias en procesión, muchos de ellos llevando sus imágenes y también carteles que rezaban “Vale toda vida”. Entre los fieles estaba gran parte de las autoridades de la Municipalidad, la diputada nacional Beatriz Ávila y la senadora nacional Silvia Elías de Pérez, que con chaleco de servidora pasó la alcancía para la ofrenda. También asistió la ministra de Salud, Rossana Chahla.

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La homilía

“La fiesta de Corpus este año quisimos hacerla aquí muy cerca de la Maternidad porque estamos seguros de que Jesús es presencia que genera vida y entrega su vida para que tengamos vida, y vida en abundancia”, afirmó en su homilía el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez. El altar fue compartido con el cardenal Luis Héctor Villalba; el vicario general de la Arquidiócesis, padre José Ignacio Abuin, y muchos otros sacerdotes.

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Monseñor Sánchez comenzó la misa al grito de “Viva Jesús Eucaristía! ¡Viva Jesús, presencia que da la vida!” La feligresía respondió con un estruendoso “Viva” y con aplausos.

Gran parte de la homilía estuvo centrada en la importancia de la vida como don de Dios y en la necesidad de que sea defendida, en momentos en que se discute la ley de despenalización del aborto en la Argentina. “La vida es el primer don que hemos recibido de Dios, el tesoro más grande. Pero a la vez es tarea, compromiso de cuidar el don, acompañar y fortalecer toda vida. La vida que se gesta en el seno materno es vida humana y hemos de recibirla con amor y cuidarla y defenderla, sabiendo que es un niño que no tiene voz pero tiene vida y tiene derecho a vivir”, expresó. En ese punto los fieles respondieron con un largo aplauso.

“Ellos son los más vulnerados hoy, pero también queremos la vida de sus madres que ante la encrucijada de una falsa opción, siempre nos inclinamos a salvar las dos vidas. Porque vale toda vida, salvemos las dos vidas”, continuó. Otra vez los fieles aplaudieron.

Al final monseñor Sánchez invitó a todos a participar de la jornada de ayuno y oración que se realizará este jueves para pedir al Señor que ilumine a los legisladores que debatirán el proyecto de ley en el Congreso. Además convocó a la Marcha de la Vida el domingo, a las 17, desde la Maternidad hacia la plaza Independencia.

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