El australiano Ricciardo, que en 2016 perdió por poco, no tuvo rivales en Mónaco

El australiano Ricciardo, que en 2016 perdió por poco, no tuvo rivales en Mónaco

DISTINTO. Además del tradicional festejo y coronación en el podio, Ricciardo celebró su triunfo con un refrescante chapuzón. reuters DISTINTO. Además del tradicional festejo y coronación en el podio, Ricciardo celebró su triunfo con un refrescante chapuzón. reuters
28 Mayo 2018

El circuito callejero de Montecarlo es una de las citas más atractivas que tiene el calendario de la Fórmula 1. El escenario del Gran Premio Mónaco está rodeado por una singular atmósfera producto de esa mezcla de glamour propia del Principado y de la adrenalina que destaca a la máxima categoría. Esta carrera solo estuvo fuera del campeonato unos pocos años a mediados de los ’50 y en este 2018 celebró su 76ª edición, de las cuales 64 han otorgado puntos para el Mundial.

El circuito monegasco es el más corto de la temporada con 3.377 metros, pero además tiene otras particularidades que lo hacen único. Está en el corazón de la ciudad, a unos pocos metros del Mediterráneo, tiene curvas de baja y media velocidad, un túnel, está rodeado de guard-rails y la capa asfáltica es muy distinta a la que se encuentra en cualquier autódromo.

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Por todo esto destacarse en esta competencia tiene un sabor especial y si es con una victoria, mucho mejor. Así lo hizo el australiano Daniel Ricciardo, que tuvo su mejor fin de semana desde que está en la categoría. El aussie lideró todos los entrenamientos, logró la pole position con tiempo récord y ganó de punta a punta, pese a tener un problema con la unidad de potencia de su auto. “Tenía poca potencia y pensé que mi carrera se había terminado, pero llegué al final pese a que no pude utilizar la séptima y octava marcha”, explicó Ricciardo tras lograr su séptima victoria en F-1. “Llevaba dos años esperando. Al fin he encontrado esa redención”, destacó el piloto de Perth en referencia a 2016, cuando también salió desde el primer lugar de la grilla y perdió la carrera por un error de estrategia de su equipo.

El alemán Sebastian Vettel escoltó a Ricciardo en su camino al triunfo. Pese a la falla que tenía el auto de su rival, el germano jamás lo inquietó debido a las características propias del trazado en la que el sobrepaso es prácticamente nulo. De hecho el único que ganó puestos fue el holandés Max Verstappen, que largó último luego de no clasificar por romper su auto en los entrenamientos del sábado. El inglés Lewis Hamilton terminó tercero en un fin de semana con escaso protagonismo. Aunque el resultado le permite mantenerse al frente del torneo.

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Gracias a su victoria Ricciardo está tercero en el campeonato con dos carreras ganadas al igual que los líderes. Un incentivo para no bajar los brazos y demostrar que el dominio de Mónaco se puede volver a repetir.

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