Dos mujeres que no conocen de imposibles

Dos mujeres que no conocen de imposibles

Destacadas en sus funciones, Ana y Agustina sostienen que con sacrificio todo se puede

AL PIE DEL CAÑÓN. Si por algo se caracterizan, las chicas afirman que es por su responsabilidad para con su trabajo. la gaceta / fotos de inés quinteros orio AL PIE DEL CAÑÓN. Si por algo se caracterizan, las chicas afirman que es por su responsabilidad para con su trabajo. la gaceta / fotos de inés quinteros orio

En una sociedad que todavía se considera machista, según el pensamiento de quienes hablarán líneas abajo, Agustina Ramón Rintoul y Ana González han sabido ganarse un lugar de privilegio en ambientes espesos y difíciles de llevar si el carácter no forma parte de su bibliografía de recursos humanos. Cada una en la suya, las chicas aceptan sentirse plenas y felices por lo que hacen.

Agustina es más lineal, directa. “Soy cararrota, encaradora”, se sincera quien hoy es una de las nutricionistas del Pladar, de la Unión Argentina de Rugby (UAR), y también del plantel superior de San Martín, donde llegó gracias a una llamada telefónica, seguida de una presentación de su trabajo con las chicas del seven de rugby. “En realidad, a San Martín no me ha sido difícil llegar. Hablé con el profesor Diego Riveri (del equipo de trabajo de Diego Cagna, ex DT), me presenté y le encantó la idea de mi propuesta. Lo que siguió después fue una llamada de la directiva y luego que me presentaran al plantel. La verdad, sí, fui una descarada total, pero salió bien, je”, ríe.

Publicidad

En su oficina del complejo Ledesma, Ana confiesa que jamás puede faltar el agua para el mate. Detrás de su escritorio hay varios regalos, la mayoría son chucherías reconvertidas en tesoros por ella. “Son cosas que me regaló la gente”, explica orgullosa la profesora de educación física hoy en función de Directora de Deportes de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, tras 14 años de carrera. “Tengo a cargo 130 personas, y lo mejor es que todos trabajamos por igual. Pero todos, ¿eh? No es que el resto hace y yo dirijo. No. Eso es imposible. No soy de quedarme quieta un segundo”. Su respuesta llega con un mensaje encubierto que luego devela. “Internamente, hemos logrado una armonía de trabajo que antes no había. Es un orgullo para mí”, afirma.

Trabajar con hombres es mejor que hacerlo con mujeres. Parecería mentira, pero tanto Ramón Rintoul como González lo acreditan. “Puede ser porque no ven competencia en nosotras; son más fieles”, opina Ana. “Los hombres son más sencillos, son más dóciles”, agrega Agustina, que visita dos veces por semana al “Santo”. “Cada dieta es personal, así como también la elección del futbolista de si quiere hacer algo al respecto con su alimentación o no. No es una obligación. Tengo la suerte de que el actual cuerpo técnico me ayuda un montón, a mí y también a los chicos. Intenta concientizar al futbolista”, aplaude.

Publicidad

Entre sus conquistas profesionales, Ana no puede olvidarse de la Maratón Independencia, menos aún del trabajo social que realiza con su cartera en diferentes sectores de la capital. “El deporte es inclusión, es un medio para alejar a los chicos de problemas”. Con poco presupuesto y mano de obra a disposición, González y su gente se las ingenian para cubrir las necesidades de los seis centros de recepción: el complejo Ledesma, el Zenón Santillán, donde se inaugurará un centro de día para ex adictos, el Patio de Juegos (La Madrid 2.200), el Libertad (Jujuy 4.500), el Centenario (parque 9 de Julio) y el Palacio de los deportes, por el que sueña con verlo remodelado. Al Ledesma, por caso, van 600 socios y alrededor de 3.000 estudiantes de diferentes escuelas y colegios que hacen deporte allí. “También hay que sumar el campeonato de los Cebollitas, que organizamos para toda la provincia”, dice y le agrega otras 3.000 almas a cuidar por su equipo.

Caradura y encaradora será para abrirse la puerta de la oportunidad laboral, pero en la vida real Agustina es más bien de perfil bajo. “Jamás intenté sacar rédito, entiéndase atraer nuevos pacientes, por mi trabajo en el Pladar y en San Martín, ni tampoco es que estoy viendo qué comen los jugadores, o qué hacen los fines de semana. Ellos son 100% profesionales y saben lo que tienen que hacer”, explica.

Un día gris reúne a Ana y Agustina. La cita es en el Ledesma. Llueve, pero el agua no impedirá que la sesión de fotos de LG Deportiva tome su curso normal. Ellas no lo permitirán, porque si algo saben es anteponerse a las adversidades.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios