Una propuesta escénica vinculada a las presiones sociales sobre el cuerpo femenino

Una propuesta escénica vinculada a las presiones sociales sobre el cuerpo femenino

EN ACCIÓN. La actriz Lorena Peña (derecha) protagoniza la performance digital. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO.- EN ACCIÓN. La actriz Lorena Peña (derecha) protagoniza la performance digital. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO.-
06 Abril 2018

ACTÚAN HOY

• A las 22 en La Colorida (Mendoza 2.955).

Con una doble actividad, las artistas peruanas Lorena Peña y Cecilia Vilca se despedirán hoy de Tucumán. A las 11 ofrecerán una conferencia abierta a todo público en la sala Paul Groussac (Alberdi 71), sobre su experiencia interdisciplinaria que vincula la performance con la tecnología.

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La charla está coordinada por el proyecto de investigación sobre Artes Escénicas Autogestivas, de la Facultad de Artes de la UNT en convenio con la Pontificia Universidad Católica del Perú, y con el auspicio de la Fundación Tati.

“Estamos muy interesados en detectar a los artistas que hay en todo el ámbito universitario, no sólo en una Facultad determinada. La idea es trabajar artísticamente, con lo académico como resultante de esa práctica y no como modelo previo. La proyección que le damos a este tema es en la región latinoamericana”, plantea la anfitriona tucumana Nerina Dip.

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El cierre en La Colorida (Mendoza 2.955) será con la performance interactiva digital “Encaja/Insert: S vs L”, una propuesta vinculada con la mujer y los condicionamientos sociales sobre su aspecto. “Es un juego perverso y lúdico que utiliza lo banal como cebo para confrontarnos con un tema que consideramos de supervivencia: el mandato estético de la imagen femenina hegemónica y comercializada”, advierten las visitantes, quienes esta semana dictaron el taller “Cuerpos transmutables”.

En su propuesta escénica, el espectador participa del juego frente a Peña, expuesta en su desnudez a la acción dramática, mientras indaga en las tecnologías de género y la microfísica del poder. “Es un cuerpo a cuerpo muy vital, que encierra una metáfora de lo que la sociedad pretende hacer con nosotras, y de que la dejamos”, puntualiza la actriz. “No imponemos ningún criterio, sino que la gente se dé cuenta de lo que está pasando”, completa Vilca.


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