Carolina Vanni, una vida entre el “stick” y la familia

Carolina Vanni, una vida entre el “stick” y la familia

Otro espacio habitual para “Caro” es la Facultad de Derecho de la UNT, donde enseña “Transporte”

EQUIPO. ‘Caro’ junto a Patricio, Juan, Gerónimo, Agustín y su esposo Christian  EQUIPO. ‘Caro’ junto a Patricio, Juan, Gerónimo, Agustín y su esposo Christian
20 Febrero 2018

Carolina Vanni (40 años) da cátedra, sin importar el lugar donde se encuentre. Dentro de una cancha, con su stick (palo), defendiendo los colores verdinegros ante rivales como Universitario y San Martín, entre otros. O frente a un centenar de alumnos, en sus clases de “Transporte”, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

Ella se define como ágil e inquieta. “Practiqué todos los deportes, pero el único que logró completarme ha sido el hockey”, remarcó Carolina. Tiene las características propias de una delantera nata, de cualquier deporte: en menos de un segundo su mente desarrolla todas las alternativas que tiene para definir ante el arco rival, el golpe a utilizar, la ubicación, e incluso el festejo tras el gol.

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Esa ambición hizo que al momento de elegir su carrera universitaria dudara entre Ciencias Económicas, Arquitectura o Abogacía. Finalmente, se inclinó por esta última; con la cual logró un titulo más, esta vez, académico.

Cuando tomó por primera vez el stick no imaginaba el camino exitoso que estaba empezando: “me gustaba, siempre fue una actividad placentera para mí, todo se fue dando en forma natural, y con sus respectivos tiempos. Avancé porque el hockey nunca fue una carga para mí; al contrario, lo disfruto, me hace bien; es mi cable a tierra” explicó Vanni, sobre su vida en las canchas.

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Si bien el hockey es todo para ella hoy tiene un deseo, cada vez más fuerte: correr un triatlón o realizar Turismo Aventura. Sabe lo exigente que son estas pruebas, que requieren de un nuevo tipo de entrenamiento.

Con sus goles ayudó a su club a ganar más de una decena de títulos nacionales, incluso un título internacional en el Real Polo Club de Barcelona, durante la gira que realizaron por Europa en 2001.

Levantar una copa es muy difícil. Conseguir lo que ella logró junto a Tucumán Rugby implicó sacrificios y ausencias: “perdí días del padre, de la madre, momentos familiares, casamientos de amigos... algunos me lo sacan en cara hasta el día de hoy” contó Carolina. No se arrepiente porque cada viaje o competencia que la alejó momentáneamente de sus seres queridos la acercó a su sueño.

Acuerdo familiar

Su familia está integrada completamente al deporte. “Con mi marido (Christian Más), que es de ‘Uni’, hicimos un acuerdo: si teníamos hijas jugarían al hockey en Tucumán Rugby; si eran varones, al rugby en Universitario”, recordó. El destino le dio cuatro hijos: Patricio (15), Agustín (12), Gerónimo (11) y Juan Martín (7) que, en cumplimiento del acuerdo, hoy defienden los colores de Universitario. Su sobrina Martina sigue con pasión sus pasos en el hockey.

“Caro” acumula horas y kilómetros dentro del auto llevando a sus hijos de un lado a otro. En familia disfruta cada instante, mirando películas y paseando. Lo que más le gusta a la goleadora son las actividades al aire libre.

Las canchas de pádel también son un lugar frecuente para ella; y si no puede salir, se deja atrapar por las series de Netflix.

Aún con todas sus responsabilidades, todavía sigue ligada a la Primera de Tucumán Rugby, club que la llevó a un lugar en la historia del hockey tucumano.

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