Conjeturas en torno a un descubrimiento

Conjeturas en torno a un descubrimiento

Arqueología de un supuesto refugio nazi en la Argentina

MADRIGUERA DEL LAGARTO. El equipo de investigación que fue a estudiar construcciones jesuíticas encontró en Teyú Cuaré una guarida de nazis. MADRIGUERA DEL LAGARTO. El equipo de investigación que fue a estudiar construcciones jesuíticas encontró en Teyú Cuaré una guarida de nazis.
08 Octubre 2017

INVESTIGACIÓN

TEYÚ CUARÉ

DANIEL SCHÁVELZON Y ANA IGARETA

(Paidós - Buenos Aires)  

En la impenetrable selva misionera, entre peñascos gigantescos, descansó durante décadas un refugio que se supone que perteneció a algunos jerarcas nazis refugiados en Argentina. Cajas metálicas, numerosos papeles y fotos son parte del hallazgo, además de vajilla rota, ampollas de vacunas previas al antibiótico, algunos utensilios de cocina y una cierta cantidad de monedas alemanas, argentinas y paraguayas.

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Entre la maleza hay precarios caminos de piedra que ayudaban a escasos acólitos a llegar al refugio, y también hay pozos que impedían el acceso a los curiosos que no debían estar allí. Todo eso forma parte de la arquitectura que encierra este hallazgo que hoy es atractivo y curiosidad del parque provincial Teyú Cuaré, en San Ignacio.

Si allí vivió Martin Bormann es una inquietante conjetura que tienen que ver más con la imaginación popular que con la historia, ya que Bormann (comprobado) murió en 1945. La promoción del lugar dice lo contrario. No escapa a la posibilidad de ese tipo de delirios aquella presunción de que Adolf Hitler viviera en La Angostura. Es que desde esa fecha, y durante diez años, nuestro país fue uno de los destinos más seguros para quienes cumplieron durante la Segunda Guerra Mundial un plan de experimentación y exterminio. Tal vez el conjunto de edificios, muros y terrazas tiene un origen anterior, en épocas de los jesuitas del siglo XVII, o en refugiados de la Guerra de la Triple Alianza en el siglo XIX.

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Daniel Schávelzon y Ana Igareta consultan con expertos en física y en química, con investigadores, con ancianos habitantes del lugar que hablan de este enigmático punto junto al río Paraná, entre farallones de rocas, en la frontera con Paraguay, mientras hacen sus propias deducciones.

Datos

La crónica que avanza día a día y metro a metro es muy interesante, como el relato de una aventura pero con datos minuciosos. Y el resultado es un impecable trabajo académico. Aunque lo cierto es que el equipo de investigación, que llegó a Teyú Cuaré (Madriguera del Lagarto) con la idea de hacer un estudio sobre construcciones jesuíticas, se encontró con que en el lugar había un refugio nazi.

Hay datos muy interesantes, sobre todo al describir las presuntas comodidades del refugio descubierto en 1999, que abre a cualquier tipo de conjetura y, al mismo tiempo, a su negación. Es que en una década en la que los dirigentes nazis fueron bien recibidos en Argentina luego de la guerra, no tiene demasiada explicación un refugio de estas características. Suena más factible que fuera realizado por grupos locales (grupos nazis no hitlerianos) que soñaron con alguna vuelta y una posible enmienda. No sé. Todas son suposiciones.

Lo cierto es que este libro atrapa. Además, la cuidada edición abunda en gráficos de la construcción y numerosas fotos de hasta detalles mínimos de objetos encontrados en el lugar. Todo eso, acompañado de una narración que crece en interés, conforma un verdadero trabajo de investigación en arqueología moderna que abre puertas a la imaginación de cada lector, desde un halo de misterio.

© LA GACETA

Rogelio Ramos Signes

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