Los problemas que enfrenta un emoticón que cambia de expresión

Los problemas que enfrenta un emoticón que cambia de expresión

Gene no se puede adaptar a sus colegas y busca una solución que pone en riesgo a todos.

10 Agosto 2017

› EMOJI, LA PELÍCULA

DIRECCIÓN Y GUIÓN: Anthony Leondis. AÑO 2017.
GÉNERO: animación. ORIGEN: Estados Unidos. VOCES (versión en inglés): T.J. Miller, James Corden, Anna Faris, Maya Rudolph, Patrick Stewart.
DURACIÓN: 86 minutos.
CALIFICACIÓN: apta para todo público.


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En su origen en Japón, emoji se escribía con Y en vez de J; era una palabra compuesta que implicaba la unión de una imagen con una letra y su uso se hizo mundial para referirse a los ideogramas que expresan ideas o sentimientos en mensajes electrónicos, sitios de internet y, especialmente, conversaciones de texto a través de la telefonía celular.

Todo comenzó a mediados de 1995, cuando apareció la primera figura, un rudimentario corazón de trazo grueso (era lo que permitía la tecnología de ese entonces) creado por Shigetaka Kurita, un empleado de una empresa de telefonía móvil. El crecimiento fue vertiginoso: sólo el año pasado aparecieron 72 nuevos símbolos.​

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Actualmente, las nuevas generaciones no pueden pensar la comunicación sin los inocentes emoticones, expresiones lineales e inanimadas al servicio de lo que cada usuario quiere compartir. Pero no todo es lo que parece, ya que en “Emoji, la película” se descubre a Textópolis, una alborotada ciudad oculta dentro de tu teléfono, donde viven los dibujos con la esperanza de ser elegidos para integrar una conversación. Cada uno de ellos manifiesta una sola sensación o idea, excepto Gene, quien nació sin filtro alguno y multiplica sus gestos, lo cual le causa problemas para ser aceptado por sus pares, reacios a tomar contacto con quien tiene muchas y diferentes caras.

En su auxilio llegarán Hi-5 y la rebelde Jailbreak, quienes lo acompañarán en una aventura a través de las aplicaciones del celular, hasta encontrar una solución a su problema, pero en esa búsqueda ponen en peligro a todos los emojis del mundo, desde los amorosos hasta los enojados.

El filme fue pensado y dirigido por Anthony Leondis, cuyo principal antecedente en la industria fue el dibujo animado “Igor”, sobre un ayudante de un científico loco (película que pasó desapercibida), en 2009.

En el doblaje en castellano hay un aporte argentino. Se trata de Darío Berassi, quien será la voz para América Latina de Popó, uno de los personajes. El actor trabajó en televisión en “Educando a Nina” y “Quiero vivir a tu lado”, mientras que actualmente acompaña a Germán Paoloski en la pantalla de FoxSports, en el programa “Net”. También hizo teatro como parte del elenco original de “Chicos católicos” y debutó en cine con “El peso de la ley”, la ópera prima de Fernán Mirás estrenada este año.

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