Entró armado a un restaurante céntrico, ordenó que todos se tiren al piso y robó la recaudación

Entró armado a un restaurante céntrico, ordenó que todos se tiren al piso y robó la recaudación

El asaltante ingresó cuando ya no había clientes y los empleados estaban haciendo tareas de limpieza; aún no se conoce el valor del botín Los comerciantes de la zona se sorprendieron al enterarse y dijeron que la zona es tranquila, que no suele haber asaltos allí

EL LOCAL. La parrillada se encuentra en Barrio Norte, a pocas cuadras del microcentro de la capital. Las cámaras serán fundamentales para encontrar al ladrón. la gaceta / foto de antonio ferroni EL LOCAL. La parrillada se encuentra en Barrio Norte, a pocas cuadras del microcentro de la capital. Las cámaras serán fundamentales para encontrar al ladrón. la gaceta / foto de antonio ferroni
13 Julio 2017

“¡Todos al piso!”, gritó un delincuente mientras levantaba un arma en medio de un restaurante céntrico. Todos los que estaban en el lugar obedecieron la orden de inmediato. Entonces el ladrón buscó la caja que contenía la recaudación del día y se la llevó.

La dramática escena se vivió el martes a la noche en la parrillada “La Leñita”, que funciona en calle San Juan al 600. Apenas pasada la medianoche, y cuando ya se había retirado la clientela aunque todavía estaban las puertas abiertas, ingresó un asaltante. Las víctimas lo describieron como un hombre que vestía un buzo con capucha y llevaba puestos auriculares.

Publicidad

El ladrón se paró frente a la barra, sacó un arma de fuego, la remontó y vociferó: “¡todos al piso!”. Después, todo ocurrió rápidamente. Los empleados no pudieron observar los movimientos del asaltante, pero más tarde supieron que se había apoderado de una caja de color celeste que había quedado escondida debajo de un estante del mostrador, donde estaba guardada la recaudación del día.

Momentos después, cuando confirmaron que el intruso ya se había retirado del local, las víctimas se animaron a levantarse del piso. Todavía asustados, recorrieron el restaurante y notaron que faltaba la plata. Entonces llamaron al servicio 911.

Publicidad

Un policía se presentó en el lugar casi de inmediato, pero las víctimas le explicaron que no tenían autorización de la encargada para realizar la denuncia. Tampoco supieron precisarle cuál era la suma exacta de dinero que se había llevado el ladrón.

No obstante la Policía labró un acta y se acercó también personal de la división Criminalística para buscar alguna huella del asaltante. Luego le comunicaron la situación a la fiscala Adriana Giannoni, quien ordenó que se revisen las grabaciones de una cámara de seguridad que funciona en la puerta de ingreso a la parrillada,

LA GACETA intentó hablar con alguno de los responsables del local para establecer cuánto dinero faltaba y poder conocer otros detalles del hecho, pero durante el día las personas que estaban en el local argumentaron que los encargados no se encontraban y hasta anoche nadie respondió el llamado.

El asalto tomó por sorpresa a los comerciantes de la zona, que se encuentra llena de locales. La mayoría de ellos se enteró de la situación por los medios, ya que a la hora en que ocurrió, casi todos estaban cerrados. Con matices, coincidieron en que la zona suele ser segura.

“Nos sorprendió por el lugar en el que estamos. Llevamos dos años en la cuadra y nunca nos pasó nada, aunque siempre cerramos a las 21. Tampoco se escucha que haya arrebatos o asaltos, aunque estimo que eso es por la cantidad de gente que suele recorrer la zona todo el tiempo”, analizó Silvia González, de un local de belleza.

“Es una zona tranquila. Llevamos muchos años acá y nunca entraron a robarnos. Sin embargo, en estos tiempos uno va con cuidado cuando camina. Hay que estar muy atentos. Sin embargo, por la noche ya no es tan transitado y a esa hora, sólo suele estar abierto el restaurante”, añadió Nora, quien atiende una librería.

Más cauta a la hora de hablar de la tranquilidad de la zona fue Marta, quien atiende en un bazar que lleva poco tiempo en la cuadra. “Sí hay arrebatos. Por ahí llegan clientes y nos comentan que les acaban de quitar el celular, o que pasó algo a la vuelta. Por supuesto, hay mecheras y uno las conoce. Y ahora creo que hay menos policías por las vacaciones escolares. Los días de semana hay mucha gente en la calle, pero los sábados sí es un poco desolado por aquí, sobre todo a la tarde”, aseguró.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios