Buscan prohibir por ley la tracción a sangre

La tracción a sangre y las jineteadas están en la mira de las organizaciones que luchan contra el maltrato animal. Y pretenden que ese tema sea puesto en debate en virtud del proyecto de ley que ingresó en el Congreso nacional el 31 de marzo último, impulsado por el diputado Daniel Lipovetzky (PRO) para erradicar ambas prácticas, informa Télam.

La agrupación No MÁS TAS (Tracción a Sangre) apunta que muere un animal por día en cada ciudad del territorio nacional, en promedio. Eliana Couso, una de las responsables de la entidad, destacó: “además de la explotación y el maltrato animal, se trata de una problemática vinculada con índices elevadísimos de precarización laboral”. “Finalmente pudimos encontrar una redacción adecuada para el proyecto en la que se establece la prohibición de TAS en el uso urbano y un período de transición que dé lugar a un proceso de sustitución de los carros por otros mecanismos”, comentó el diputado Lipovetzky. Couso calcula que hay unos 50.000 caballos utilizados para tirar carros sólo en la Provincia de Buenos Aires.

El veterinario Edgardo di Salvo, especialista en equinos, describió el calvario que sufren estos caballos: andan mal herrados o sin herraduras, desnutridos, deshidratados, sin plan sanitario al día, muchos quedan ciegos por los cadenazos, y sufren patologías óseas.

Algo parecido padecen los caballos durante las domas o jineteadas, maltratos que, según los especialistas, aparecen silenciados por la liturgia de una fiesta gaucha. El animal sufre por el uso de espuelas, cuchillas, látigos y estimulación farmacológica para hacerlo corcovear.

Por otra parte, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, presentó ayer la primera etapa del Plan de Acción “Extinción Cero”, un programa que apunta a la protección y conservación de especies autóctonas que en la actualidad se encuentran en peligro de extinción. Esta primera fase comprende el yaguareté, el venado de las pampas, la ranita del Pehuenche, el cauquén colorado, el cardenal amarillo, el macá tobiano y la mojarra desnuda.

Se impulsarán programas de investigación, acciones de control del comercio ilegal, campañas de concientización y educación, entre otras medidas.

> PUNTO DE VISTA

Claves para educar bien a los cachorros

MARISOL REY  - Especialilsta en gestión del comportamiento de mascostas

Los argentinos tenemos una relación especial con las mascotas y en particular con los perros. Incorporarlos al hogar y a la familia nos llena de alegría, pero también es una responsabilidad para toda la vida. Lo primero es saber cuánto tiempo requiere el cuidado, la salud y la educación de un perro y si se tendrá tiempo suficiente para satisfacer sus necesidades. Otro tema es que un perro va a implicar una inversión económica: veterinario, alimento especial, juguetes y recreación.

Podemos buscar algún perro con las características que queremos y que necesite una segunda oportunidad. Y si nos decidimos por un perro de raza, es importante que sepamos que no necesariamente tendrá un temperamento específico garantizado. Cada individuo es único; y para modelar el temperamento es aconsejable comenzar su educación cuanto antes. Siempre hay que consultar con un profesional en comportamiento canino.

Ya en su nuevo hogar, sea cachorro o adulto, la rutina ayudará a reducir posibles ansiedades y estabilizar el comportamiento del perro. Así sabrá cuándo le toca comer. Ayuda a que sepa cuándo llega ese momento sin desesperarse, de igual manera ocurre con el paseo o los momentos de juego.

Es importante mantener las reglas claras a lo largo de su vida. Lo que se permita de cachorro debería mantenerse, al igual que lo que se le prohíba. Si no se le va a permitir subir a sillones o camas de adulto, no deberá permitírsele de chiquito. Si las reglas cambian continuamente, no las entenderá.

Es común que de cachorros se les permita dormir en nuestras habitaciones y hasta incluso en las camas. Pero aunque llore, él tiene que entender que hay momentos de soledad e independencia. Si esto no se respeta, después costará mucho más que entienda por qué se cambió el hábito o qué pasó que ya no tiene ese privilegio. Además, esto ayudará a que pueda quedarse solo cuando tengamos que salir de casa y no podamos llevarlo.

Entre los tres y cuatro meses, es fundamental que el perro conozca su entorno. De eso dependerá su relación con determinados estímulos de adulto: que tenga miedo, ansiedad o agresividad. Es importante que tenga buenas experiencias con el veterinario, niños, ruidos molestos, otras personas, otros animales, y todo aquello con lo que vaya a relacionarse en su vida adulta.

Si el nuevo miembro de la familia es un perro adulto con problemas de sociabilización, se lo puede ayudar trabajando en conjunto con profesionales. El compromiso familiar es clave, ya que las reglas y rutinas que se establezcan el primer día deberán ser respetadas por todos los integrantes del grupo familiar.