A LOS GRITOS. Vecinos le reclaman a Zecca (al fondo a la derecha) que abandonó al cura Viroche. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Luego de oficiar la misa en memoria del cura Juan Viroche en la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en la localidad de Posse, el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, fue abucheado por los vecinos de Delfín Gallo. Lo acusaron de haber abandonado al religioso fallecido cuando este más lo necesitaba.
“Le pidió tres veces que lo ayude y lo dejó solo; lo abandonó. ¡Váyase!”, le gritaban, entre aplausos y pedidos de justicia. Esto ocurrió mientras Zecca hablaba con los medios.

“Es falsa la denuncia de que lo abandoné. Puedo entender que los fieles lo digan porque están exaltados. En primer lugar, siempre acompañé a los sacerdotes. Con el padre Viroche tuve siempre una actitud paternal y un trato fraterno”, había explicado esta mañana el arzobispo.
Zecca estuvo hoy compañado por el obispo de Concepción, José María Rossi, y por el cardenal Luis Villalba. Entre lágrimas y respeto, muchas personas, en su mayoría mujeres y niños, despidieron al sacerdote Viroche, conocido por sus denuncias contra el narcotráfico, la delincuencia y la corrupción local.








