15 Agosto 2016
Dejó la llave en una botella y sufrió un robo en su casa
Le robaron $ 15.000 en efectivo que guardaba en su domicilio, algunas joyas de oro y aparatos electrónicos; sucedió en Villa Carmela. La capital tucumana no fue la excepción: en barrio Sur se dio otro caso, cuando a un hombre le robaron dos televisores de grandes dimensiones de su vivienda.
El 2016 parece haber sido el año de los escruches. Este delito -que consiste en desvalijar a su casa cuando los propietarios no se encuentran- solía darse mayoritariamente en vacaciones, pero al terminar el verano siguieron habiendo casos. San Miguel de Tucumán, (donde tuvo lugar uno de los últimos casos), y Yerba Buena (ubicada muy cerca de donde ocurrió el otro caso, en Villa Carmela) fueron las ciudades donde más se sufrió este tipo de robos. Sólo en enero, en la primera ciudad hubo 45 casos -el año pasado habían sido 54 en total- y en la segunda 36, según datos de la Justicia.
Ayer, minutos después de la medianoche, una mujer del barrio Ampliación Oeste III relató en la comisaría local que el sábado había salido de su casa de la Manzana 18 como a las 19.30. Luego de cerrar la puerta, escondió la llave en una botella de shampoo que había en el patio, una costumbre que se realiza en muchas viviendas y que tiene como variantes las macetas de las plantas o las casillas de gas. Luego, caminó hasta el portón donde colocó un candado. Una hora y media después llegó su hijo. Cuando abrió la puerta, no tuvo dudas: los habían desvalijado.
Al parecer, el delincuente que ingresó a la vivienda primero destrozó el candado del portón y luego tomó la llave de la botella, por lo que no se descarta que haya estado observando a la mujer cuando se retiraba de su casa. El escruche es un delito en el que los delincuentes suelen ser muy observadores y generalmente realizan una “tarea de inteligencia” antes de cometer el atraco.
El botín
Al hacer un recuento de las cosas robadas, la familia comprobó que les habían quitado un LCD de 42 pulgadas, dos cámaras digitales, dos teléfonos celulares, $ 15.000 y joyas de oro: una cadena, un anillo y un par de aros de 18 quilates, según le hicieron saber a la Policía.
El caso, como en todos los escruches, fue derivado directamente a la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán.
En Barrio Sur
El segundo caso se denunció en la comisaría 2° porque ocurrió en Barrio Sur. Un hombre de 45 años salió de su casa el viernes a la noche y volvió de madrugada. Con su salida, la casa quedó sola. Cuando volvió, descubrió que le habían robado $ 5.000, dos televisores LCD grandes -de 42 y 46 pulgadas- una play station 4 y un anillo de oro. Lo más curioso -o tenebroso- del asunto es que la cerradura de la puerta no había sido forzada por el ladrón que ingresó.
Este escruche fue el tercero que se vivió en Barrio Sur este año. En febrero, a una mujer le robaron U$D 20.000 y $ 6.000 de su vivienda, ubicada en uno de los monoblocks ubicados en la calle Las Piedras al 1.000. Para ingresar hasta allí, el ladrón tuvo que sortear una verja a la que se accede con llave.
El otro caso fue en marzo. Mientras una pareja tomaba un café en el Parque Avellaneda, alguien ingresó a su casa de Entre Ríos al 400 y les robó $ 30.000.
Ayer, minutos después de la medianoche, una mujer del barrio Ampliación Oeste III relató en la comisaría local que el sábado había salido de su casa de la Manzana 18 como a las 19.30. Luego de cerrar la puerta, escondió la llave en una botella de shampoo que había en el patio, una costumbre que se realiza en muchas viviendas y que tiene como variantes las macetas de las plantas o las casillas de gas. Luego, caminó hasta el portón donde colocó un candado. Una hora y media después llegó su hijo. Cuando abrió la puerta, no tuvo dudas: los habían desvalijado.
Al parecer, el delincuente que ingresó a la vivienda primero destrozó el candado del portón y luego tomó la llave de la botella, por lo que no se descarta que haya estado observando a la mujer cuando se retiraba de su casa. El escruche es un delito en el que los delincuentes suelen ser muy observadores y generalmente realizan una “tarea de inteligencia” antes de cometer el atraco.
El botín
Al hacer un recuento de las cosas robadas, la familia comprobó que les habían quitado un LCD de 42 pulgadas, dos cámaras digitales, dos teléfonos celulares, $ 15.000 y joyas de oro: una cadena, un anillo y un par de aros de 18 quilates, según le hicieron saber a la Policía.
El caso, como en todos los escruches, fue derivado directamente a la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán.
En Barrio Sur
El segundo caso se denunció en la comisaría 2° porque ocurrió en Barrio Sur. Un hombre de 45 años salió de su casa el viernes a la noche y volvió de madrugada. Con su salida, la casa quedó sola. Cuando volvió, descubrió que le habían robado $ 5.000, dos televisores LCD grandes -de 42 y 46 pulgadas- una play station 4 y un anillo de oro. Lo más curioso -o tenebroso- del asunto es que la cerradura de la puerta no había sido forzada por el ladrón que ingresó.
Este escruche fue el tercero que se vivió en Barrio Sur este año. En febrero, a una mujer le robaron U$D 20.000 y $ 6.000 de su vivienda, ubicada en uno de los monoblocks ubicados en la calle Las Piedras al 1.000. Para ingresar hasta allí, el ladrón tuvo que sortear una verja a la que se accede con llave.
El otro caso fue en marzo. Mientras una pareja tomaba un café en el Parque Avellaneda, alguien ingresó a su casa de Entre Ríos al 400 y les robó $ 30.000.
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