08 Agosto 2016
CERO PAZ. El DT del “Santo” vivió el partido de ayer con la intensidad que requiere un clásico.
Si de domingos santos se trata, el de ayer pudo haber cabido tranquilamente en uno de esos marcos dorados que un hincha fiel de San Martín colecciona en mural de fotografías mentales memorables. Fue pura felicidad la resolución de la Copa Bicentenario. Desde el más viejo de los simpatizantes al más veterano, todos festejaron al compás de un global de 180 minutos que sentenció una goleada de 4-0.
“Estuvimos bien. Fue un partido bastante parejo. El primer tiempo fuimos superiores, tuvimos varias situaciones claras y ellos, prácticamente, no las crearon. Y en el segundo, no creamos nada. Pero en general fuimos superiores”, abrió su discurso con la prensa el entrenador del campeón, Diego Cagna, el DT al que el fan “Santo” ya lo nombra en sus cánticos: “que de la mano de Diego Cagna...”. Al ex Boca lo adoran.
Haber vencido a Atlético significó recibir una inyección anímica extra, de cara a lo que viene. “Estos partidos sirven para eso, más allá de que sean de preparación y para que se suelten los jugadores”, sostuvo el técnico, mientras se preparaba para responder la siguiente pregunta de un cuestionario al que el propio Cagna debe haberlo encontrado extremadamente dulce.
¿Cómo vio a los refuerzos Oliver, Acosta y Catalán? “Muy bien”, dijo, y advirtió que espera más caras nuevas. “Un nueve, un zaguero central y veremos qué más”.
Las comparaciones son odiosas, pero ayer hubo un contraste importante entre ambos rivales. San Martín modificó su alienación titular y no perdió su eje. En cambio, el archirrival sí lo hizo y penó. En resumen, en el “Santo” se cambian las piezas pero el producto no se altera. “Eso es importante. Cada jugador entiende lo que uno pretende y le llega bien. Hubo bastantes cambios y el equipo siguió jugando de la misma manera”, felicitó a los suyos el técnico, cuyo análisis final fue para la copa que ganó San Martín. “En el primer partido, ellos tuvieron más la pelota y nosotros fuimos inteligentes. Hoy (por ayer) los superamos. Es merecida esta copa”.
“Estuvimos bien. Fue un partido bastante parejo. El primer tiempo fuimos superiores, tuvimos varias situaciones claras y ellos, prácticamente, no las crearon. Y en el segundo, no creamos nada. Pero en general fuimos superiores”, abrió su discurso con la prensa el entrenador del campeón, Diego Cagna, el DT al que el fan “Santo” ya lo nombra en sus cánticos: “que de la mano de Diego Cagna...”. Al ex Boca lo adoran.
Haber vencido a Atlético significó recibir una inyección anímica extra, de cara a lo que viene. “Estos partidos sirven para eso, más allá de que sean de preparación y para que se suelten los jugadores”, sostuvo el técnico, mientras se preparaba para responder la siguiente pregunta de un cuestionario al que el propio Cagna debe haberlo encontrado extremadamente dulce.
¿Cómo vio a los refuerzos Oliver, Acosta y Catalán? “Muy bien”, dijo, y advirtió que espera más caras nuevas. “Un nueve, un zaguero central y veremos qué más”.
Las comparaciones son odiosas, pero ayer hubo un contraste importante entre ambos rivales. San Martín modificó su alienación titular y no perdió su eje. En cambio, el archirrival sí lo hizo y penó. En resumen, en el “Santo” se cambian las piezas pero el producto no se altera. “Eso es importante. Cada jugador entiende lo que uno pretende y le llega bien. Hubo bastantes cambios y el equipo siguió jugando de la misma manera”, felicitó a los suyos el técnico, cuyo análisis final fue para la copa que ganó San Martín. “En el primer partido, ellos tuvieron más la pelota y nosotros fuimos inteligentes. Hoy (por ayer) los superamos. Es merecida esta copa”.
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Clásico tucumano
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